Algunos consejos para salir triunfante en la lucha contra pulgones

A los pulgones les gustan las rosas, así como también chupar la savia de las plantas, pero a los dueños de los rosales, en general, estos insectos les resultan verdaderamente molestos. A continuación se explica cómo deshacerse rápidamente de los pulgones.

Primero es solo uno, luego unos cinco y de golpe son cientos los que habitan nuestras plantas. Una pulgona progenitora da a luz, sin fecundación, a unas cinco crías hembras cada día, informa la Academia de Jardinería de Baviera.

Los pulgones extienden sobre las plantas una pegajosa ligamaza. Sobre ella pueden depositarse, más tarde, mohos negros de hollín. En grandes cantidades, los pulgones efectivamente pueden dañar las plantas.

Al chupar la savia de la planta, penetran en las células y pueden provocar deformaciones en las hojas frescas, el atrofiamiento de las puntas de los brotes o transmitir enfermedades.

Los jardineros aficionados deben revisar regularmente las plantas susceptibles para evitar la infestación. Entre estas se encuentran las rosas, las grosellas rojas, los brotes jóvenes de los árboles frutales o diversas madreselvas.

Además de los brotes frescos, a los pulgones también les gustan los capullos, las hojas nuevas y las células blandas de las plantas. Si solo hay unos pocos animales, pueden ser fácilmente retirados con la mano.

Si ya son muchos los pulgones que han infestado una planta, la mejor manera de eliminarlos es rociar las hojas con un potente chorro de agua, según recomienda la Cámara de Agricultura de Renania del Norte-Westfalia en Alemania.

Si esto no es suficiente, pueden utilizarse productos fitosanitarios, señala la institución. Habrá que tener cuidado entonces de emplear pesticidas que no sean perjudiciales para otros insectos.

Existen también métodos alternativos naturales contra los pulgones. La Unión Alemana para la Conservación de la Naturaleza y la Biodiversidad (Nabu) cita como ejemplos el brebaje o el purín -o estiércol líquido- a base de ortiga, cola de caballo o ajo.

Los depredadores naturales de los pulgones son las mariquitas, las crisopas, los sírfidos y muchas aves.

De acuerdo con las indicaciones de Nabu, una mariquita de siete puntos se come por ejemplo por día entre 100 y 150 pulgones. Por lo que, durante un verano, las crías de una sola mariquita pueden devorar unos 100.000 pulgones.

Por esa razón, Nabu recomienda fomentar la presencia de estos insectos aliados en el jardín, a los que se puede atraer con diversas plantas autóctonas.

Se les puede asimismo armar un hogar con una caja nido en un manzano o una ayuda para la anidación de insectos en la pared de un cobertizo.

Algunas plantas cultivadas tienen la propiedad de repeler a los pulgones. Nabu menciona la lavanda, por ejemplo, pero también el ajo o la cebolla.

Otra posibilidad es desviar a los pulgones: las capuchinas, por ejemplo, los atraen, y podrán de esta manera alejarlos de su planta favorita.

dpa