Cuba, la gran ausencia en la reaparición del béisbol en los Juegos Olímpicos

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Aquellos días en los que Orestes Kindelán, Omar Linares o Pedro Luis Lazo aterrorizaban rivales son cada vez más lejanos. Cuba, otrora invencible en el béisbol de los Juegos Olímpicos, ni siquiera está entre los invitados en la reaparición de este deporte en Tokio-2020.

Corea del Sur (el último campeón olímpico en Pekín-2008), Estados Unidos, República Dominicana, México, Israel y el anfitrión Japón son los seis equipos nacionales que competirán a partir del miércoles en los diamantes de la cita.

¿Qué pasa con el béisbol cubano?

- Dolor y nostalgia -

Cuba fue fija en las cinco ediciones previas de los Juegos Olímpicos con el béisbol como deporte oficial (Barcelona-1992, Atlanta-1996, Sídney-2000, Atenas-2004 y Pekín-2008) y siempre subió al podio: ganó tres de los cinco oros y dos platas.

Hoy, solo quedan dolor y nostalgia.

"Duele", comentó a la prensa cubana el manager Armando Ferrer después de la eliminación de los antillanos en el preolímpico de América, disputado en junio en Florida, Estados Unidos. "Todos sabemos la alegría que hubiera significado (un cupo en Tokio-2020) para un pueblo al que este deporte le corre por las venas", declaró el timonel al diario digital deportivo Jit.

Hay voces que piden reestructurar la Serie Nacional de Béisbol de Cuba (SNB), el semillero del equipo, para elevar su nivel.

"Es necesario (...) dotarnos de un sistema competitivo que aporte calidad y que sea capaz, en nuestras lides, de generar tensiones y momentos cruciales, para después, en los eventos cumbre, ante exigencias mucho mayores, llegar más preparados", escribió el especialista Óscar Sánchez Sierra en el diario oficial Granma.

A fin de cuentas, el fracaso en la ruta olímpica no es aislado.

"No somos ya los invencibles en el béisbol (...). Quedar fuera de los Juegos Olímpicos por vez primera en nuestra pasión nacional se veía venir (...). El trabajo por delante es inmenso", reflexiona otro experto cubano, Joel García, en otro artículo.

- "Endogamia" -

Cuba también perdió su hegemonía regional, incapaz de alcanzar el podio en los Juegos Panamericanos de Lima-2019.

"Sigue produciendo peloteros (...), pero el rezago es evidente. Creo que le está haciendo daño a Cuba la endogamia, con peloteros encerrados, aislados, compitiendo entre ellos mismos, sin codearse con jugadores iguales o mejores que ellos", comentó entonces a la AFP el periodista venezolano Carlos Valmore Rodríguez.

En los últimos tiempos, tratando de dar vuelta a la situación, Cuba ha incluido en sus selecciones nacionales a profesionales que hacen vida en Japón y otras ligas.

- Fuga -

La pérdida de talento siempre ha sido un problema para Cuba, con la deserción de hombres que brillaron en Juegos Olímpicos como los exlanzadores Orlando 'El Duque' Hernández y José Contreras, que acabaron siendo estrellas en Estados Unidos.

Una solución parecía llegar en 2016 con la decisión del gobierno de Barack Obama de permitir a organizaciones de la Major League Baseball (MLB) firmar a jugadores cubanos sin necesidad de que desertaran; pero el acuerdo fue bloqueado tres años después por la administración de Donald Trump.

Uno de los mejores peloteros que Cuba llevaba al preolímpico, el segunda base César Prieto, abandonó al equipo nada más aterrizar en Florida.

'El Emperador del Hit' había bateado para .403 en la temporada 2020-2021 de la SNC.

Y más allá de las ventajas deportivas, el acuerdo con la MLB ofrecía dinero fresco útil para una reconstrucción.

Cuba tiene una treintena de jugadores en las Grandes Ligas, entre ellos figuras como José Abreu o Aroldis Chapman. Un lanzador, el serpentinero Raúl Valdés, está en Tokio-2020... pero viste el uniforme de República Dominicana.

erc/psr