Rafa Silva, el tapado de Portugal, dentro y fuera del campo

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EFE/EPA/Bernadett Szabo
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Lisboa, 16 jun (EFE).- Rafa Silva, "Rafinha" como lo llaman sus colegas más íntimos del Benfica, es "el tapado" de Portugal. Un interior derecho hábil y rápido, silencioso sobre el terreno de juego, pero muy efectivo. Contra Hungría salió en el 71 con 0-0 y participó con 2 asistencias y un penalti en los 3 tantos lusos.
El plan de Fernando Santos fue tan letal como eficaz. Con Rafa Silva ganó la profundidad que le faltaba y en el 84 "las quinas" abrían la lata tras una jugada por la derecha.
Después llegó el penalti que provocó Rafa Silva tras ponerse entre el balón y el defensor, que no tuvo más remedio que derribarlo.
Su maestría quedó patente en el 3-0 definitivo, tras 33 toques seguidos de Portugal. Fue el que le dio el pase definitivo a Cristiano, que al borde del fuera de juego sentenció con su firma de "killer".
Rafa Silva, a sus 28 años y natural de Vila Franca de Xira, es el tapado de Portugal por muchas razones, fuera y dentro del campo, con una clase basada en el dominio del esférico y en la rapidez como interior derecho.
En el Benfica y en la selección, algunos dicen que es muy similar a aquel Jesús Navas que en su juventud hacía las veces de interior derecho. Otros lo consideran el Iniesta del fútbol luso, aunque más caído a la derecha; y algunos comentaristas lo comparan con el inglés del City Raheem Sterling.
Lo cierto es que Rafinha, un jugador introvertido en grado superlativo, es tímido en todos los sentidos y lo que peor lleva es la notoriedad, aunque sobresale por su lado humano, ya que es una persona a la que le gusta participar en cualquier iniciativa solidaria.
Es un futbolista muy dedicado a la causa, una persona "cinco estrellas", como lo definen en su círculo más íntimo del Benfica, que comparte una gran amistad con el lateral español Alejandro Grimaldo y con los portugueses Pizzi y André Almeida.
En la selección de Portugal, como quedó patente ayer tras saltar en el minuto 71, puede ser el gran aliado de Cristiano Ronaldo en la parte ofensiva, aunque el hueco en el once titular no es fácil, si se tiene en cuenta que compite con jugadores de la talla de Bernardo Silva, Gonçalo Guedes, Joao Félix o Diogo Jota.
Para los anales de la solidaridad, un gesto de Rafa Silva que apenas se conoce en su círculo más íntimo y del que él nunca hablaría públicamente.
En las Navidades de hace dos años, Rafinha fue solicitado para que ayudar económicamente a comprar la comida de Navidad para varias decenas de familias del Norte de Portugal, en el distrito de Braga, donde él comenzó a jugar al fútbol, ya que militó en el Feirense.
Rafa no se lo pensó y participó en la causa para que decenas de familias con muchas dificultades tuvieran un Navidad digna y lograran olvidarse durante algunos días de sus problemas.
Es muy difícil que Rafa conceda una entrevista, por muy bien que lo haga en un partido, porque le puede su timidez, hecho que, quizá, agranda aún más su calidad humana.
Además del fútbol, su otra pasión es el baloncesto. Es un loco de este deporte, sobre todo de la NBA, dicen algunos de sus amigos.
En la retina, el día siguiente a la muerte de Kobe Bryant, cuando el interior acudió al entrenamiento del Benfica en Seixal con la camiseta de su jugador favorito para rendirle homenaje.