Muere Carla Fracci, la bailarina musa de la Scala de Milán a los 84 años

Compartir
Compartir articulo
La bailarina italiana de ballet Carla Fracci. EFE/CLAUDIO ONORATI/Archivo
La bailarina italiana de ballet Carla Fracci. EFE/CLAUDIO ONORATI/Archivo

Roma, 27 may (EFE).- Carla Fracci, quien fue la gran diva del teatro de la Scala de Milán (norte de Italia) y una de las mejores bailarinas de ballet del mundo, falleció hoy a los 84 años, informaron los medios italianos
La primera bailarina de la Scala durante muchos años y apreciada en todos los teatros del mundo por su innato talento y elegancia fue elegida en 1981 "primera bailarina en absoluto" por el New York Times.
Entre las memorables interpretaciones de Fracci destacan los roles románticos y dramáticos, que la convirtieron en una estrella en todo el mundo como Giselle, La Sylphide, Giulietta, Swanilda, Francesca da Rimini y Medea.
Bailó con los bailarines más ilustres del mundo de la danza: desde los rusos Rudolf Nureyev y Vladimir Vassiliev, pasando por Paolo Bortoluzzi, hasta los más jóvenes como Massimo Murru y Roberto Bolle.
Nacida en 1936 en Milán, allí construyó la parte central de su carrera. Estudió en la escuela de danza de La Scala, en la que debutó en 1955 y de la que más tarde se convirtió en primera bailarina.
Con su atuendo siempre blanco y a pesar de la edad, los pasados 28 y 29 de enero impartió una lección magistral con las protagonistas del ballet Giselle
Los medios italianos explicaron que Fracci murió a causa de un cáncer que se le había diagnosticado hace tiempo.
"Eterna bailarina", la definió el poeta italiano Eugenio Montale, mientras que el actor cómico Charlie Chaplin le confesó emocionado que "era maravillosa" después de ver una de sus actuaciones.
Siempre se dedicó a llevar el ballet al gran público con apariciones televisivas y también en 2009 se convirtió en consejera de cultura de la Provincia de Florencia y luchó contra el desmantelamiento de los cuerpos de ballet de los teatros líricos
En 2012 realizó un llamamiento al entonces presidente de la República, Giorgio Napolitano: “La danza clásica le ha dado prestigio a nuestro país y es triste que hoy se considere residual. Un arte noble como este no puede ser tratado como una Cenicienta”.