El código civil francés, la obra maestra de Napoleón

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"Mi verdadera gloria no está en haber ganado cuarenta batallas. Waterloo borrará el recuerdo de tantas victorias. Lo que nada borrará, lo que vivirá para siempre, es mi código civil", declaró en 1815 el depuesto emperador Napoleón al fiel marqués de Montholon en la isla de Santa Elena.

Promulgado el 21 de marzo de 1804, el Código Civil, conocido como "Código Civil francés" antes de convertirse en el "Código Napoleónico", sigue siendo la base del derecho civil en Francia.

Fue visto como una revolución jurídica ya que organizó, por primera vez, las relaciones entre el Estado y los ciudadanos, y entre los propios ciudadanos, al instituir "la aconfesionalidad del Estado", un primer paso hacia el laicismo.

Con el código de 1804, "el estado civil se separó definitivamente de la Iglesia y el matrimonio pasó a ser competencia exclusiva del derecho civil", resume el ex ministro de Justicia de Francia, Robert Badinter, especialista en el tema.

Con la abolición de los derechos feudales y de los privilegios de la nobleza, el código civil de Napoleón fue, a pesar de sus imperfecciones, un factor de igualdad de los ciudadanos ante la ley.

Pero algunos de sus artículos (ahora derogados) sobre las mujeres eran increíblemente misóginos y "cohabitó", hasta la abolición de la esclavitud en 1848, con el "código negro" (restablecido por Bonaparte en 1802 tras haber sido abolido por la Convención en 1794).

Era ante todo el código civil de los hombres "propietarios, casados y padres de familia", resume Badinter.

En nombre de la familia y de su estabilidad, el "Código Napoleónico" consagró la inferioridad de la mujer casada respecto al hombre.

El artículo 213 original del código define la relación entre los cónyuges de la siguiente manera: "El marido debe protección a su mujer, la mujer obediencia a su marido". Hubo que esperar hasta 1970 para que se modificara este artículo.

"En algunos aspectos, el código de 1804 es un código conformista, que pretende expresamente ajustarse a la moral, y un código minimalista, que favorece la herencia de la tradición jurídica sobre la voluntad creativa", analiza el historiador especialista en derecho Jean-Louis Halpérin en su obra de referencia, "L'impossible code civil".

- "Buen padre de familia" -

En 1800, Napoleón, entonces Primer Cónsul de Francia, encargó a cuatro juristas (Portalis, Maleville, Tronchet y Bigot de Préameneu, todos ellos formados bajo el Antiguo Régimen) la redacción de un anteproyecto.

El proyecto comenzó a examinarse en 1801 en el Consejo de Estado. De las 107 sesiones, 55 fueron presididas por Napoleón, que no dudó en dar su opinión y decidir cuando fue necesario.

Intervino con frecuencia, especialmente en los artículos relativos al derecho de familia o a la igualdad de los hijos en materia de herencia, e insistió en poner fin al derecho de nacimiento.

El código civil de Napoleón, que murió hace exactamente 200 años, ha resistido al tiempo. Se han conservado casi la mitad de los 2.281 artículos originales.

No obstante, el reconocimiento del divorcio de mutuo acuerdo en 1975, la supresión de la distinción entre hijos naturales y legítimos en 2005, la legalización del matrimonio homosexual en 2013 lo han hecho evolucionar.

En 2014 desapareció, por ejemplo, la anticuada expresión "en bon père de famille" (en buen padre de familia).

En cuanto a los artículos relativos al derecho contractual o a la responsabilidad, se han modificado poco, pero ya no se basan únicamente en la obligación de reparar el daño, sino en una lógica destinada a proteger a las víctimas.

aje/meb/tjc