Tras el confinamiento, la trepidante Lagos vuelve a la vida

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"Se reanudan los negocios, ¡ya era hora!". El bullicio ha vuelto este lunes a las calles de Lagos, la ciudad más poblada de África subsahariana, con sus habitantes "aliviados" tras un mes de confinamiento, que ha asfixiado la economía.

La víspera, la megalópolis todavía era una ciudad fantasma, triste y silenciosa. Pero, desde los primeros rayos de luz, entre los ruidosos cláxones y los gritos de los vendedores, la horda de 20 millones de almas no tardó en animarse, volviendo a la vida como despertando de un mal sueño.

En cada esquina aparecieron los vendedores de bebidas, verduras y carne asada, equipados con sus neveras y sus bidones, mientras se formaban largas filas de autos con gente camino al trabajo.

Ante la presión social, y tras una serie de violencias y de saqueos, el gobierno decidió suavizar las medidas y dejar en vigor únicamente un toque de queda de 19h00 a 06h00.

En el país de 200 millones de habitantes, donde más de 80 viven bajo el umbral de la pobreza extrema, la mayoría de la gente depende del sector informal para sobrevivir, por lo que en las últimas semanas el hambre se empezó a sentir.

"Estábamos tan impacientes, ¡hoy es un día magnífico!", declaró feliz Adeale Oluwa, abriendo su puesto de frutas y verduras, deleitándose al ver los billetes de 500 nairas pasando de mano en mano.

"Hemos sufrido grandes pérdidas porque vendemos alimentos perecederos y tuvimos que cerrar totalmente", comenta el joven comerciante, colocando con cuidado los tomates en un estante.

En los densos barrios del "Mainland", la parte continental de la ciudad, las estaciones de autobús recobraron el jaleo habitual, con los conductores de minibús interpelando a los clientes, algunos con mascarilla.

"Acabamos de pasar un mes de hambre y dolor. Ahora puedo volver a ganar dinero y alimentar a mi familia", declaró Ganiyu Ayinla, uno de los conductores.

Otros países del continente, como Sudáfrica -que entró en recesión en marzo-, también empezaron a aliviar el confinamiento. En cambio, la República del Congo y Mauricio decidieron prolongar las medidas.

-  Locos por sacar dinero -

Las estadísticas -unos 44.000 casos confirmados y más de 1.800 muertos- hacen de África una zona relativamente poco afectada por la COVID-19 respecto al resto del mundo, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió que no se baje la guardia.

"Si los gobiernos ponen fin a las medidas de forma brusca, todos los logros realizados por los países hasta ahora podrían perderse", subrayó la OMS.

Hasta la fecha, Nigeria registró oficialmente 2.500 casos de coronavirus y 87 decesos pero, según los expertos, el número de tests realizados es insignificante, por lo que las cifras reales podrían ser mucho mayores.

Agentes de policía fueron desplegados en toda la ciudad para intentar sensibilizar sobre los gestos de protección y las normas contra el virus instauradas por el Estado de Lagos.

"Solamente autorizamos a los pasajeros con mascarillas" explicaba un agente de policía a la AFP. "La capacidad de los buses no debe superar el 60%, y solamente pueden circular los conductores que pueden distribuir agua, jabón o gel hidroalcohólico" dijo.

Pero la tarea es inmensa en esta megalópolis y las fuerzas de seguridad no serán suficientemente numerosas para hacer respetar los principios de distanciamiento de al menos 1,50 metros impuesto por las autoridades.

Lo primero que hicieron muchos ciudadanos fue precipitarse hacia los bancos para sacar dinero, con tal ansia que muy pocos clientes respetaban las normas de protección.

"Miren ese follón, no hay ningún distanciamiento social", declaró molesto un transportista, Anderson Kiagbodo, observando de lejos a la muchedumbre. "Luego que no se sorprendan si la propagación del virus explota".

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