Los portugueses celebran la Revolución de los Claveles desde sus ventanas

Los portugueses celebraron este sábado el 46º aniversario de la Revolución de los Claveles desde sus ventanas, una manera de sortear la prohibición de congregarse para los tradicionales desfiles populares debido a la pandemia de coronavirus.

A las 15H00 locales, fueron muchos los que, claveles rojos en mano o saludando a sus vecinos, entonaron primero la canción "Grandola Vila Morena", símbolo del golpe de Estado militar que, el 25 de abril de 1974, puso fin a 48 años de dictadura fascista y a 13 años de guerras coloniales, y después el himno nacional.

La convocatoria comunicada a través de los medios y las redes sociales recibió el apoyo de la Asociación 25 de abril, heredera del "movimiento de los capitanes" que abrió la vía a la llegada de la democracia. También varios partidos de izquierda y el ayuntamiento de Lisboa respaldaron la propuesta.

"Es un poco triste no poder estar en la calle, pero salir a la ventana es la única calle posible en este momento", declaró Elisabete Figueiredo, una profesora de universidad que vive en Aveiro (norte).

"Lo que define el 25 de abril es esta libertad de bajar a la calle para celebrar el final de una triste época de nuestra historia", añadió esta mujer de 53 años, una de las primeras que propuso este modo alternativo de celebrar el aniversario de la revolución.

En el Parlamento, los principales responsables políticos participaron por la mañana en una reducida ceremonia, para respetar las reglas sanitarias de distanciamiento social.

"Es en estos tiempos excepcionales de dolor, sufrimiento, duelo, separación y confinamiento cuando es más importante hablar de patria, independencia, República, libertad y democracia", declaró el presidente conservador Marcelo Rebelo de Sousa en su discurso en el Parlamento que, según algunos diputados de la derecha, debería haber sido cancelado.

"El estado de alarma no suspende la democracia", tuiteó por su parte el primer ministro socialista, Antonio Costa.

Portugal registró 880 muertos y más de 23.000 casos declarados de COVID-19, según un balance oficial del sábado.

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