Argentina cerró 2015 con mayor déficit que en 2001

El fisco exhibió el rojo más elevado de los últimos veinte años (4,1% del PBI), de acuerdo con un centro de estudios privado. Incluso es muy alto con relación a otros países que están en crisis fiscal como, por ejemplo, Grecia (3,7%), España (3,4%) o Italia (3,7%)

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Una de las herencias más pesadas que dejó el anterior gobierno es el descalabro de las cuentas públicas. El déficit del año pasado duplicó al desequilibrio que el país presentó durante la crisis de

2001, por lo que se convirtió en récord de las últimas décadas, informó el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).


A partir de los datos del sector público nacional correspondientes al total de 2015 y enero de 2016, publicados por el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas, en 2001, se alcanzó un pico de desequilibrio fiscal que llegó al 2,7% del PBI.


En tanto, en 2015, el déficit fiscal del sector público nacional fue del 4,1% del PBI, por lo que, según IDESA, "el desequilibrio duplica el déficit de la crisis del año 2001".


"Si se excluyen las transferencias al Tesoro Nacional desde el Banco Central, ANSES y otros organismos públicos extra-presupuestarios, el déficit fiscal en el año 2015 asciende a 6,7% del PBI", explicó en el informe.


Además, aseguró que "el desequilibrio fiscal del año pasado es récord en las últimas décadas. Incluso es muy alto con relación a otros países que están en crisis fiscal como, por ejemplo, Grecia (3,7%), España (3,4%) o Italia (3,7%)".


"Es prioritario tomar las medidas que lleven a la construcción de un Estado financieramente sustentable y altamente profesionalizado. No se trata sólo de que los ingresos sean suficientes para cubrir los egresos sino que los impuestos sean menos regresivos y discriminadores contra la producción y que se mejore la calidad del gasto", destaca el trabajo.


Por eso es fundamental que el diálogo entre la Nación y las provincias no se limite a discutir la distribución de fondos entre los niveles de gobierno sino también a consensuar estrategias para reducir los déficits y mejorar la calidad de las políticas públicas.


"Es cierto que aparecen signos alentadores en el primer mes del año. Prueba de ello es que se reduce el déficit primario, que es el que se computa antes del pago de intereses de deuda, y además, después de mucho tiempo, no fue necesario apelar a la emisión desde el Banco Central para cubrir el desequilibrio", concluyó el informe.