El Frente para la Victoria perderá la mayoría en la Cámara de Diputados

Junto a sus aliados alcanzará las 113 bancas y no podrá garantizar el quórum, que son 129. Cambiemos quedará con 85 escaños y será segunda minoría. El panorama en el Senado

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 DyN 162
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Tal como las PASO habían anticipado, el Frente para la Victoria perderá a partir del 10 de diciembre la mayoría en la Cámara de Diputados. Su bloque de 118 diputados, que actualmente junto a sus aliados llega a 139, se verá reducido a 98 bancas de kirchneristas puros y 113 contando a los aliados. Esto le impedirá lograr el quórum propio (129), una gran ventaja durante el segundo mandato de Cristina Kirchner.

Ahora indudablemente tendrá que salir a negociar con otros bloques para aprobar proyectos propios, algo que la banca kirchnerista no tiene acostumbrado a hacer. Sobre todo si aún es una incógnita si Daniel Scioli logrará imponerse en el ballotage luego del ajustado e inesperado triunfo sobre Mauricio Macri.

Algunos de los nombres de peso que aparecerán son José Luis Gioja, Luis Beder Herrera, Julio de Vido, Axel Kicillof, Eduardo "Wado" de Pedro y Máximo Kirchner.

El bloque que resultó claro ganador y empezará a imponer condiciones en la Cámara baja es Cambiemos (UCR+PRO+CC), que tendrá 88 bancas y será la segunda minoría. Con el sorpresivo 34,72% de Macri, sin dudas culminaron una gran elección en todos los aspectos: de los 63 diputados que tienen, ponían en juego 18 y consiguieron 43.

El bloque de UNA es una gran incógnita. Junto a los diputados que responden al Frente Renovador de Massa y a José Manuel de la Sota en Córdoba, lograron una bancada de 31 escaños. A priori se especulaba con que una victoria de Daniel Scioli hiciera que paulatinamente estos legisladores trabajaran en conjunto con el Frente para la Victoria, pero nuevamente la performance del jefe de Gobierno porteño permite cuestionar que esto vaya a ser así.

Si el PRO logra llegar al Ejecutivo, no sería ilógico que desde UNA se comporten como aliados ya que, a fin de cuentas, son un espacio opositor. Y tanto Sergio Massa como De la Sota repiten que su intención es trabajar con todos los partidos.

Los progresistas reducirán su bloque, que de 16 diputados actuales pasará a 7. Compromiso Federal se sigue manteniendo en el recinto ya que con una gran elección en San Juan de la mano de Alberto Rodríguez Saá contará con 4 escaños. La izquierda logró finalmente una banca en la provincia de Buenos Aires, por lo que aumentará su representación a 4. El bloque "otros" aglutina los 10 diputados restantes.

Este panorama prevé un año agitado en Diputados ya que cambiarán cuatro años de dominio absoluto del oficialismo, que se dedicó a atender los pedidos de la Presidente. Además, la oposición deberá fortalecer su presencia ya que importantes nombres brillaron por su ausencia los últimos dos años y en 2016 se debatirán cuestiones importantes como el Impuesto a las Ganancias y la reestructuración de la deuda, entre otras cosas.

Aquí el futuro es distinto para el Frente para la Victoria ya que aumentará su bancada y junto a sus aliados conseguirá el quórum propio, que se obtiene con 37. Al renovarse los escaños del 2009, cuando el oficialismo perdió en todos los distritos importantes, no ponía mucho en juego, por lo que se alzó con 11 escaños, aumentando sus senadores a 38 y a 42 si se suman los aliados. El bloque de Cambiemos contará con 15 bancas (ponía en juego 8 y ganó 8, aunque el radicalismo se vio disminuído) y será primera minoría.

El resto de los escaños se lo dividieron entre el peronismo disidente en La Pampa, donde el frente liderado por Carlos Verna logró dos senadores, el Frente Pampeano Cívico y Social que obtuvo la banca por la minoría, el frente UNA que ganó un senador en Córdoba, y el Chubut Somos Todos, que también se alzó con un escaño.

Pero de nuevo todo merecerá otro análisis cuando en el ballotage se resuelva si presidirá Daniel Scioli o Mauricio Macri, sobre todo por aquellos pequeños bloques o monobloques que han variado su comportamiento dependiendo de las votaciones. Si el ganador es el candidato oficialista, tendrá el camino facilitado en la Cámara alta. Pero si es el postulante de Cambiemos, deberá someterse a arduas negociaciones con el peronismo.

Pero con la importante cantidad de bancas ocupadas por peronistas, tanto kirchneristas como antikirchneristas, Scioli es sin duda el candidato que ven con buenos ojos. Además, se espera que varios senadores que no acompañaron todos los pedidos de Cristina Kirchner en estos años forjen una buena relación con un hipotético bloque sciolista.

Hay que esperar la actitud que asumirá el senador que asuma por Unión por Córdoba, el actual diputado nacional Carlos Caserio así como los puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso y el resto de los peronistas disidentes que integran el interbloque Compromiso Federal con ellos, como el salteño Juan Carlos Romero y el sanjuanino Roberto Basualdo.

En ese conglomerado se deben contabilizar a los dos pampeanos Daniel Lovera y Norma Durango (que responden al gobernador electo Carlos Verna); al riojano Carlos Menem, al electo chubutense Alfredo González Luenzo (que remite al ex gobernador Mario Das Neves); y a la recién ingresada Myriam Bodyajián del Movimiento Popular Fueguino, posible aliada de Scioli.