Se incendió otra vez el taller clandestino de Flores donde murieron dos nenes

Se trata de la vivienda de Páez y Terrada donde era esclavizada una familia. Había sido clausurada tras el siniestro. Bomberos y Policía trabajaron en el lugar

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 @carlosecue 162
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En medio de la investigación por lo ocurrido en el incendio de la semana pasada en el taller textil clandestino de Flores, donde murieron dos chicos, la misma vivienda volvió a prenderse fuego este jueves, cuando todavía no se habían realizado las pericias.


Tres unidades de bomberos trabajan en la casa de Terrada y Páez con equipos de oxígeno. Y según relató un vecino, hay peligro de derrumbe. "Nos llama mucho la atención porque la casa estaba clausurada. Había personal policial afuera como custodia", sostuvo al canal TN.


La gente del barrio está indignada. Aseguran que a pesar de las constantes denuncias "nadie hace nada". "Los dueños se llevaron las máquinas y dejaron los colchones. La muerte de los dos chiquitos tuvo una causalidad y es que la gente que estaba adentro estaba trabajando en situación de esclavitud", recordó. Y agregó que varios de los vecinos que se animaron a denunciar la situación fueron amenazados.


La ONG La Alameda presentó varias denuncias y documentación que acredita que el gobierno de Mauricio Macri conocía la situación en la vivienda siniestrada. Pero el gobierno porteño sostuvo que desconocía la denuncia por "explotación laboral" que la organización La Alameda presentó el 24 de septiembre del año pasado ante la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), a cargo de Marcelo Colombo.


"La comisaría 50 de la Policía Federal está sospechada y no me extraña que hagan la vista gorda en cuanto a los talleres porque son fuente de recaudación mafiosa", sostuvo el titular de la organización y legislador porteño, Gustavo Vera, y agregó: "Lo que hace, básicamente, es pasar la gorra todos los meses para proteger esos lugares de esclavitud".


Dentro de la casa siniestrada se encontraban todas las pertenencias de los cinco trabajadores que elaboraban prendas en el taller textil, según confirmó la abogada de los padres de los niños, Gabriela Carpinetti. La magistrada había realizado una presentación ante la Justicia el último martes para que los trabajadores pudieran retirar sus pertenencias, pero aún no obtuvieron una respuesta.