Estudiantes mexicanos incendian la sede de gobierno de Guerrero y se enfrentan con la policía

Reclaman la aparición de sus 43 compañeros, quienes habrían sido asesinados por orden de las fuerzas de seguridad hace dos semanas. Tras ocupar el palacio, lo prendieron fuego. En el Congreso también hubo disturbios

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Los normalistas de Ayotzinapa, acompañados de maestros, llegaron este mediodía al Palacio de Gobierno del estado mexicano de Guerrero para exigir la aparición de los 43 estudiantes que fueron desaparecidos hace dos semanas durante enfrentamientos entre manifestantes, la Policía e integrantes del crimen organizado.

Tras cerrar los accesos de entrada a la sede gubernamental, se atrincheraron dentro de las instalaciones. "Nadie sale ni entra de este lugar hasta que nos regresen vivos a nuestros compañeros", advirtieron, aunque luego aceptaron liberar a las mujeres, niños y ancianos que estaban allí.

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Por la acción de los estudiantes, decenas de funcionarios estatales saltaron por un cerco para escapar del edificio por una calle trasera, según recoge el diario Milenio. Más tarde, cuando los ocupantes fueron desalojados a la fuerza, éstos lanzaron piedras contra los ventanales. Luego comenzó a verse fuego dentro de las instalaciones.

Por otro lado, los maestros que acompañaban a los estudiantes, pertenecientes a la Coordinación Estatal de los Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg), intentaron tomar la sede legislativa, aunque no lo consiguieron.

De acuerdo con el periódico Excélsior, un grupo de policías antimotines se los impidió, lo que provocó que los maestros y normalistas arrojaran piedras contra la fachada del Congreso y los policías los repelieran con polvo de los extintores de fuego. Los maestros también incendiaron una caseta de vigilancia.

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Los manifestantes quieren de regreso a los 43 estudiantes que desaparecieron el pasado 26 de septiembre en la localidad de Iguala, tras una noche de violencia en la que murieron seis personas a manos de policías locales, que presuntamente estaban al servicio del cártel de los Guerreros Unidos.

Por este caso, que tiene en vilo a todo México y sobre el que el propio presidente Enrique Peña Nieto decidió intervenir, hay casi 40 detenidos, en su mayoría policías. Asimismo, están siendo analizados los restos encontrados en varias fosas clandestinas en la zona para determinar si corresponden a los desaparecidos.