Infertilidad: cuando la dificultad para concebir está en el hombre

Si bien para ellos el tema suele ser muy movilizante, lo que en medicina reproductiva se conoce como "factor masculino" se trata de situaciones que tienen solución. Cómo es el procedimiento cuando el embarazo no llega y el problema es de los hombres

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Cuando una pareja emprende la búsqueda de un hijo es mucho lo que emocionalmente ponen en juego. ¿Seremos buenos padres? ¿Estamos listos para traer un hijo al mundo? Y básicamente, ¿podremos biológicamente concebir? Pueden ser algunos de los interrogantes que los asalte al momento de tomar la decisión.

Se sabe que el estrés y la ansiedad son dos factores que bien pueden retrasar el tan deseado "positivo". Pero cuando el tiempo pasa y el embarazo no llega siempre conviene consultar a un especialista.

En el 30% de los casos de parejas que llegan a un consultorio con dificultad para concebir un hijo el problema radica en el hombre. Estas circunstancias son conocidas en la medicina reproductiva como "factor masculino", y si bien es un escollo a la hora de lograr un embarazo, siempre existe una solución.

Para detectar este inconveniente, el doctor especialista en medicina reproductiva solicita una serie de análisis que evalúen el estado del hombre en cuanto a su capacidad de engendrar, y la gran mayoría de los casos se resuelve exitosamente a través de diferentes tratamientos.

¿Cómo es esto? El doctor Gustavo Gallardo, especialista en medicina reproductiva de Sublimis, explicó que "cuando el hombre tiene algún problema en el semen, que puede ser pequeño, moderado o severo, se trata de situaciones que al día de hoy tienen solución y el estudio de base es el espermograma que evalúa concentración, movilidad y morfología del semen".

En cuanto a la concentración estudia cuántos espermatozoides hay en un centímetro cúbico de semen. Son necesarios 15 millones por centímetro cúbico.

Y respecto a la movilidad se pueden identificar cuatro diferentes tipos de movilidad en los espermatozoides, así tenemos:

Movilidad tipo A: en línea recta y rápido;

Movilidad tipo B: se desplaza lentamente o desvía su trayectoria;

Movilidad tipo C: se mueven sólo en el lugar sin ser capaces de desplazarse;

Movilidad tipo D: los que no se mueven.

Según el especialista, los espermatozoides que importan para lograr un embarazo son los que se desplazan, y este grupo debe abarcar un mínimo del 32% de la muestra analizada.

Por último, habrá de considerar la forma de los espermatozoides, teniendo en cuenta que apenas un 5% deben tener la forma adecuada, por esto también en el espermograma se estudia la morfología de estas células.

"Si alguno de los puntos que evaluamos está severamente dañado inmediatamente pasamos a la técnica de fertilización in vitro para lograr el embarazo. Ocurre que por más malo que sea el semen vamos a encontrar seguro un espermatozoide para llevar adelante el procedimiento porque, recordemos, en parámetros de un hombre sano tiene que haber 15 millones de espermatozoides por centímetro cúbico de semen", aseguró el especialista de Sublimis.

Cuándo recurrir al banco de esperma

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Pero, si por alguna circunstancia no es posible conseguir en la pareja los espermatozoides para fecundar el óvulo, existe la donación de semen a través de bancos de esperma.

Al respecto, Gallardo indicó que "a esto se llega en casos extremos. Si decimos que en el 30% de las consultas la dificultad para concebir está en el hombre, hay que saber que un 70% de estos inconvenientes se resuelven exitosamente con las técnicas necesarias, por lo que queda un universo muy pequeño de casos en los que se debe recurrir a un banco de semen".

Gallardo recordó que cuando se toma esta decisión, la pareja que recibe la donación desconoce su procedencia, así como también el donante no sabe a quién le será asignada. Pero, sobre todo, el doctor apuntó que los análisis que se realizan en el banco sobre las personas que realizan una donación son muy estrictos para evitar cualquier tipo de complicaciones.