"Pablo Escobar era un pésimo amante"

Lo afirmó la periodista colombiana Virginia Vallejo, quien vivió un romance de 5 años con el capo narco. Y criticó la serie "El patrón del mal": "Me presentaron como una prostituta barata para tapar los crímenes de los 'narcopresidentes'"

Compartir
Compartir articulo
  162
162
  162
162
  162
162

"Nadie quiere ser amigo mío", cuenta la periodista Virginia Vallejo desde el austero departamento de dos ambientes en el que vive en Miami, a donde llegó hace 7 años. En los 80 fue la Susana Giménez colombiana, la presentadora de televisión más popular de su país. Pero su amorío con el capo narco Pablo Escobar cambió su historia y el affaire, que duró 5 años, terminó en odio. Finalmente tuvo que dejar su país en un espectacular operativo de la DEA, que la sacó de Bogotá y la llevó a los Estados Unidos.

¿Por qué se exilio? "Para salvarme la vida. Porque denuncié la complicidad con el narcotráfico de políticos muy importantes de mi país, entre los que había varios ex presidentes, pero sobre todo a Álvaro Uribe, que entonces estaba iniciando su segundo mandato", contó en una entrevista con la revista Noticias. "Por Pablo pude saber que Uribe le concedió docenas de licencias para disponer de pistas de aterrizaje. Me decía que sin la ayuda de 'ese muchachito bendito' estaría trayendo la pasta de coca a pie desde Bolivia", agregó.

No obstante, aclaró: "Uribe no es el único presidente comprometido. A Alfonso López Michelsen le hizo muy buenos aportes para su campaña presidencial de 1982. Igual que después a Ernesto Samper, al que hasta le retiraron la visa para entrar a los Estados Unidos".

Las "bombas" que arroja Vallejo cuando habla tienen un fin. Ese es su negocio. La periodista está relanzando el libro Amando a Pablo, odiando a Escobar –que acaba de ser reeditado en Argentina, en pleno boom de la serie El patrón del mal–, en el que repasa lo que vivió junto a Escobar durante el lustro que duró su amorío, entre 1982 y 1987. El relato de esa historia es lo que le permitió sobrevivir.

En este sentido, desde que el capo del cártel de Medellín murió en 1993, Vallejo no pudo conseguir trabajo. "Yo vivía callada y avergonzada de mi relación con Pablo, que sólo había conocido el círculo político", recordó.

  162
162

Recién en 2006 El Nuevo Herald se interesó en sus denuncias, entre ellas, que el asesinato del candidato presidencial Luis Carlos Galán, en 1989 y por orden de Escobar, fue promovido por el ex ministro y líder del partido Nuevo Liberalismo, Alberto Santofirnio Botero. La causa que investigaba ese crimen tenía 23 testigos asesinados. Y Vallejo no tuvo más remedio que el exilio.

"Los agentes de la DEA estaban interesados en que testificara contra los Rodríguez Orejuela, los capos del cártel de Cali y archienemigos de Escobar. Pero quería que declarara haberlos visto cargando 500 kilos de droga en un avión y eso no era cierto", comentó. Y rechazó la ayuda del gobierno estadounidense.

En cambio, vendió por 30 mil dólares un video con sus denuncias. Pero no pudo cobrar el cheque, porque los bancos la consideraban una mafiosa. "Hasta que me llamó Alina Fernández, la hija no reconocida de Fidel Castro, que tenía un programa de radio acá y me sugirió que fuera al Washington Mutual, el banco de los pobres. Y así lo hice", indicó.

Luego firmó un contrato con la editorial Random House Mondadori para escribir el libro, que se publicó en 2007 y que será llevado a la pantalla grande y protagonizarán Javier Bardem y Penélope Cruz.

¿No volvió a Colombia? "No, y no volveré a ese país de mierda nunca en la puta vida", sentenció.

Su relación con Pablo

A Escobar lo conoció cuando junto a su novio y sobrino del presidente Belisario Betancour, Aníbal Turbay, fue a pasar unos días en la hacienda Nápoles, del capo narco. "Al principio me pareció muy joven y generoso, pero no me atrajo. Más tarde, yo estaba nadando en el río, quedé atrapada en un remolino y él fue el único que se dio cuenta y se tiró al agua para salvarme, ahí empecé a mirarlo de otra manera", repasó.

Esa misma noche se enteró de que era "El rey de la coca". Pero no le importó. Dice que no pensó que su negocio fuera tan grande. Y tiempo después le pidió un favor económico, que terminó con una entrevista a Escobar en el programa de la periodista. La hicieron en un basurero municipal de Bogotá, a donde el capo narco, que era diputado suplente, estaban edificando 5 mil viviendas sociales. Al poco tiempo el país comenzó a indagar sobre ese personaje, que era millonario y estaba vinculado a la política. Y se enteraron quién era. A Vallejo no le importó. "Al principio me trataba como a un reina", afirmó.

En la entrevista recordó que Griselda Blanco, la reina de la coca, "fue la maestra y quien inició" a Pablo en el negocio. "Su gran motivación era la riqueza. Y la mía también. Pablo me daba 30 o 40 mil dólares para ir a Nueva York o Europa y me decía que no fuera a traer más de 100 dólares de regreso", narró.

Los regalos seguían. "Una vez me dio un reloj Cartier con diamantes, que jamás me quité más que para bañarme, hasta que me lo arrebataron en la calle andando por Buenos Aires", confesó.

También contó que Escobar no consumía cocaína. "Apenas la probaba para constatar la calidad. Y me decía que le producía diarrea. Le daba asco. Al final se había vuelto muy adicto a la marihuana", detalló.

Cuando le preguntaron cómo es vivir con un asesino, se atajó. "Estuve con Pablo cuando aún no era un terrorista", justificó. No obstante, reconoció: "Había una cantidad enorme de emociones cruzadas. Pero no era el primer asesino en mi vida. Y encontraba en él protección porque ya tenía muchos enemigos. Y obviamente estaba el dinero". Aunque eso no era todo. "Le tenía miedo. Temía que si lo dejaba me matara", dijo.

  162
162

Sin embargo, lo engañó con su enemigo, Gilberto Rodríguez Orejuela, líder del cártel de Cali. Ella lo minimizó. "Me usó. Me invitó a cenar y luego me tumbó en la cama del hotel, me hizo el amor y se fue. Su único propósito era que le fueran a contar a Pablo, que se enfureció porque los hombres temen que una le cuente al otro qué tal es en la cama, y Escobar era un pésimo amante".

Y finalmente lo dejó por un despecho materialista, cundo se enteró de un regalo a otra amante. "Me produjo un ataque de furia. ¡Un collar de 250 mil dólares para una cualquiera y a mí nada!", admitió.

En ficción

El patrón del mal fue un éxito en Colombia, EEUU y varios países europeos. Según Vallejo, la serie no muestra la realidad. "Transformaron situaciones contadas por mí para dañar mi imagen. Me quisieron presentar como a un prostituta barata. Me ponen unos vestidos vulgares y horribles, pero yo era una mujer elegantísima e inocente", disparó. Y culpó de la movida a la viuda de su antiguo novio, Julio Santo Domingo, cuya familia es dueña del canal que realizó el programa, Caracol.

También criticó la forma en que se interpreta al capo narco. "Pablo no era muy buen mozo, pero ese cerdo asqueroso con panza de gelatina es un despropósito", lanzó. "El único propósito es tapar el verdadero escándalo que son los crímenes de los narcopresidentes", concluyó.