"Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad"

Con esta frase, Neil Armstrong, fallecido a los 82 años, se ganó un lugar en la Historia. Fue pronunciada el 20 de julio de 1969 ante 500 millones de personas, cuando el astronauta se convertía en el primer hombre en pisar la Luna y cumplía uno de los sueños más antiguos de la humanidad

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Con esta frase, Neil Armstrong, fallecido a los 82 años, se ganó un lugar en la Historia. Fue pronunciada el 20 de julio de 1969 ante 500 millones de personas, cuando el astronauta se convertía en el primer hombre en pisar la Luna y cumplía uno de los sueños más antiguos de la humanidad
 AP 162
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El 20 de julio de 1969, el fallecido astronauta estadounidense Neil Armstrong se convirtió en el primer ser humano que logró pisar el únco satélite que tiene la Tierra. Hoy, a los 82 años, murió por complicaciones tras una operación cardiovascular, a la que sometió a principios de mes.

Nacido el 5 de agosto de 1930 en Wapakoneta, estado de Ohio, Armstrong comenzó a los 16 años su carrera de piloto, sin siquiera sospechar que la Historia le tenía reservado un lugar de privilegio. En 1952 ingresó en la antigua NACA, que iba a ser reemplazada por la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA). Diez años después obtendría su plaza de autronauta.

Tras recibir un duro entrenamiento, en 1966 voló su primera misión como astronauta. En 1969, comandó la misión del Apollo 11, junto con Edwin "Buzz" Aldrin y Michael Collins. Mientras unos 500 millones de personas alrededor mundo esperaban ansiosamente frente a las pantallas de televisión y radios, Armstrong desplegó la escalera del módulo sobre la superficie lunar.

"Éste es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad", dijo Armstrong con la voz distorsionada por la distancia y los equipos de comunicaciones, en un frase que quedará grabada por siempre en los libros de historia y en la memoria de millones de personas.

Sólo 12 personas caminaron por la superficie de la Luna, cumpliendo el sueño que tuvieron los seres humanos desde sus orígenes. En medio de la Guerra Fría, el programa Apollo fue exitoso y probó el dominio estadounidense en la carrera espacial con la la antigua Unión Soviética. La imagen de la bandera de los EEUU en la Luna, será recordada por siempre.

El programa Apollo, que hizo posibles seis aterrizajes lunares exitosos entre 1969 y 1972, comenzó ocho años antes, en 1961, cuando el presidente John F. Kennedy (1961-1963) lanzó el desafío al Congreso de llevar al hombre a la Luna en esa década.

Armstrong siguió ligado a la NASA, que abandonó en 1971 para regresar a su tierra natal e impartir clases como profesor de Ingeniería Aerospacial.

Armstrong fue además presidente del Comité Asesor de los Cuerpos de Paz (1971-1973), miembro de la Comisión Nacional del Espacio (1985-1986) y vicepresidente de la Comisión presidencial para la investigación del accidente del "Challenger" (1986).

Dentro de la empresa privada ocupó diversos puestos, como los de director de las empresas Cincinnati Gas and Electric Co., Cincinnati Milacron Inc, Eaton Corporation, RMI Titanium Company y Thiokol Corporation, entre otros.