El adiós de un goleador implacable

La versión Ronaldo 2009/2011 en Corinthians quedó muy lejos de igualar a las grandes presentaciones que lo llevaron a consagrar como el máximo goleador en la historia de los Mundiales entre Francia 1998, Corea-Japón 2002 y Alemania 2006. Ni siquiera se asemejaron a ese "Fenomeno" tres veces ganador del FIFA World Player (1996, 1997 y 2002) como el mejor jugador del mundo.

Entre el fin de 1993 y 1994, vistiendo la camisa de Cruzeiro, un Ronaldo delgado y con dientes de conejo sorprendió a todos con 49 goles en 50 partidos, y así, con apenas 17 años, fue convocado para disputar la Copa del Mundo de 1994, en Estados Unidos, que finalmente terminaría consagrando a Brasil campeón en la definición frente a Italia.

Luego fue el turno de romper las redes del fútbol holandés con la casaca del PSV Eindhoven para obtener la Copa de los Países Bajos en 1996 y seducir al Barcelona, que lo contrató para jugar con la blaugrana y lo vio ganar tres títulos -Supercopa de España 1996, Recopa de Europa 1997 y Copa del Rey 1997-. En el club español logró una espectacular suma de 47 goles en 49 partidos y al final de la temporada logró con su selección la Copa América disputada en Bolivia.

Tras duras negociaciones con el presidente del Barça, que finalmente no llegaron a nada en concreto, Ronaldo decidió aceptar la oferta del Inter de Milán, que abonó 4.000 millones de pesetas por su pase, récord de la época. Con el club Neroazzurro, un año más tarde ganó la Copa UEFA, su único título.

Ronaldo obtiene el Balón de Oro al mejor jugador del Mundial en Francia y de regreso al Inter la suerte comenzó hacerle esquiva. Al comienzo de la temporada 1999/2000 sufrió una falta que lo lesionó de gravedad en la rodilla derecha, estando un año de baja.

Vuelve a jugar en la temporada 2000/2001, pero se lesionó de nuevo en su primer partido, con una rotura del tendón rotuliano de la rodilla derecha en un partido de copa contra el Lazio, dejándolo otro año más fuera de los terrenos de juego. Además de un presente del equipo milanés opuesto al de los últimos años, donde ganó cinco scudetos en forma consecutiva.

La gloria volvió a tocarlo en 2002. Un nuevo título Mundial con el Scratch en Corea-Japón y la llegada al Real Madrid comenzaron a devolverle la gloria. Recibió el Balón de Plata del Mundial y la Bota de Oro como máximo goleador con 8 anotaciones. Y en la Casablanca consiguió su etapa más dorada al cosechar cinco títulos.

Junto con estrellas como Zinedine Zidane, Luís Figo, Roberto Carlos, Raúl, David Beckham, Michael Owen e Iker Casillas entre otros, consiguió conquistar una Copa Intercontinental, una Supercopa de Europa, dos Liga Española y una Supercopa de España, y es proclamado Pichichi del campeonato.

En 2007 comenzaría la peor parte de su carrera. Su llegada a Milán para vestir la casaca rossonera devolvía las esperanzas de verlo nuevamente en su mayor esplendor. Pero lejos de la gloria, sus problemas de hipertiroidismo, confesados este lunes al anunciar su retiro, comenzaron con su pesadilla. Tan solo pudo jugar 20 partidos en dos temporadas y convertir 9 goles.

El Fenomeno buscó como solución regresar al fútbol brasileño. Se entrenó con el Flamengo, club del cuál es confeso simpatizante, pero a la hora de jugar se marchó al Corinthians, clásico rival del Fla. Su primer año fue regular, campeón paulista, 20 goles en 30 partidos, pese a la mayoría de ausencias, el sobrepeso y sus conflictos extrafutbolisiticos.

Pero el 2010 y el comienzo del 2011 fueron fulminantes para sus deseos de continuar, tan solo 20 partidos, 9 goles, la eliminación de la Copa Libertadores y críticas a mansalva sobre su rendimiento de hasta el propio ex presidente de Brasil, Lula Da Silva, lo llevaron a tomar la decisión más dura de su carrera. Uno de los delanteros más fabulosos de las últimas dos décadas ya es un mito. Sus grandes conquistas quedarán para el recuerdo grande del fútbol mundial.