Quiere ser colectivera y dice que no la contratan por ser mujer

Aprobó los exámenes necesarios, pero no consigue trabajo de colectivera. Pide que "cese el acto discriminatorio" de las empresas

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En salta, Mirtha Sisnero rindió todos los exámenes necesarios de capacitación para ser colectivera. Incluso, sin errores, asegura que llenó todos los formularios habidos y por haber. Sin embargo, no consigue el trabajo que pretende.

Ante tal situación, el 5 de marzo pasado, entregó un petitorio a la Sociedad Anónima de Empresas del Transporte Automotor (Saeta) que decía: "En las futuras contrataciones de personal (a cargo del manejo de colectivos), se asegure un porcentaje superior de plazas para ser cubiertas exclusivamente por mujeres, hasta que la distribución total refleje una equitativa integración de los géneros en el plantel de choferes de las empresas operadoras de Saeta, a fin de asegurar el pleno respeto del derecho de las mujeres de trabajar y ejercer toda industria lícita, a la igualdad y a no ser objeto de discriminaciones arbitrarias".

Ante el mismo, Gastón Moreno, presidente de Saeta, explicó que "en su momento le contestamos el petitorio a ella. Le dijimos que no prestamos servicio por cuenta propia, es decir que no contratamos choferes, de eso se encargan las empresas de transporte". A su vez, consultado sobre si existe algún inconveniente para que Sisneros trabaje en Saeta, dijo que "tenemos un porcentaje alto de mujeres trabajando en nuestra planta administrativa. Las empresas no tienen, por el momento, mujeres trabajando en su planta de choferes, pero esta situación puede variar en el futuro. Aunque, repito, eso no corre por cuenta nuestra".

De esta forma, no conforme con la respuesta, la mujer presentó un recurso de amparo ante el titular de la Cámara Civil y Comercial, Sala V, Mario Ricardo D'Jallal, para que "cese el acto discriminatorio" de Saeta y la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT). Claro está, su intención de ser colectivera no cesa y - aseguró - pretende llegar hasta las últimas instancias con tal de sentarse detrás del volante de un transporte público, publicó el diario Clarín.