“La geometría aparece cuando lo apolíneo necesita hacerlo, en tanto contraposición y complemento de lo dionisíaco del espíritu humano. Pero hoy la pintura geométrica, aunque suele ser un terreno seguro o un Cosmos ordenado, es en la mayoría de los casos, inerte o maquinariamente replicable: juegos fríos y bien hechos pero intercambiables o transferibles de un autor a otro”, expresó Mariano Cornejo
“Y esto es lo que no me interesa, en general, del arte. Como no me interesan los meros juegos ópticos, las encubiertas progresiones matemáticas, ni aquellos cuadros a los que el ojo “les da la razón”, pero se olvidan de inmediato”, agregó el artista
“No creo que la propia pintura geométrica deba ser en el fondo un teorema monolítico sino una pregunta abierta. Por eso, admiro entre tantos, a Kandinsky, a Arden Quin, a María Martorell”, sostuvo Cornejo
“Para que estas geometrías fueran todo lo imperfectas que anticipaba el veredicto de Ary Brizzi, están hechas prácticamente a mano alzada y para peor con acuarelas; tal vez el material que más detecta la huella del artista y seguro, el menos apto para este terreno de lo geométrico“, indicó el artista
Teresa Calandra y Elsa Serrano
Evelyn Scheidl y Cecilia Zuberbuhler
María Eugenia Estensoro y Norma Morandini
Amalia Amoedo y Anilú Lanvin
Hugo Marzianni y Mariano Cornejo
Norma Quarachino y Alfredo Corti
“Creo también que el ojo o la vista es como un insecto que necesita donde aferrarse: si ha caído en una bañera perfectamente lisa intentará subir para volver a caer siempre. En ese sentido el intento impresionista o el divisionismo, con su textura visual, me es más afín que los modos usuales de aplicar el color (plano) en la pintura geométrica”, dijo Cornejo
“Es que al aplicar, por ejemplo, un color verde con un entramado de líneas o manchas, esa complejidad hará resonar la vibración de un bosque y entonces, el ojo, deja de actuar con un robótico registro del concepto verde: el ojo, como un insecto, se aferra a esa superficie, no se cae: la habita. O mejor: le pone el cuerpo porque el color le ofrece cuerpo”
“Están los colores que irradian, esos que con perfección absoluta resuelve fríamente una computadora; y están los colores que respiran. Prefiero los colores que respiran como entre los hilos de un tejido. Ya hay demasiado color máquina y pensamiento máquina como para no demorarme a propósito, tejiendo una superficie de color”, agregó Cornejo
La muestra de Mariano Cornejo puede visitarse en la galería Palatina /// Fotos: Sofía Neiman PR