2025 marcó un ciclo de cambios drásticos y desafíos sin precedentes para Meta, la compañía de Mark Zuckerberg. Lo que comenzó como una promesa de innovación sin límites, se transformó rápidamente en una etapa de ajustes, presión interna y reconfiguración estratégica.
Los reportes de Business Insider, elaborados por los periodistas Pranav Dixit y Jyoti Mann, revelan un ambiente laboral marcado por la “intensidad” y por decisiones que modificaron la esencia y el futuro de la empresa.
Cómo fue el trabajo dentro de Meta en 2025
La narrativa de los últimos doce meses en Meta se resume en una sola palabra: intensidad. La compañía implementó cambios en su cultura organizacional tras eliminar la verificación de hechos por terceros y frenar políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
Estos movimientos, percibidos como un giro hacia una energía corporativa más “masculina” y alineada con posturas políticas conservadoras, coincidieron con la llegada de una oleada de despidos. Miles de empleados perdieron sus puestos bajo la etiqueta de “bajo desempeño”, mientras la presión por sobresalir se intensificó dentro de los equipos.
Según Business Insider, la obsesión por evitar caer en el segmento de bajo rendimiento se impuso sobre el objetivo de hacer un trabajo destacado. Algunos trabajadores decidieron abandonar la empresa, convencidos de que Meta ya no representaba los valores originales por los que habían ingresado.
Otros, sin embargo, consideraron que el entorno competitivo ofrecía los mayores desafíos tecnológicos, una escala operativa inigualable y salarios excepcionales. Ambas realidades coexistieron durante este periodo, generando un clima de supervivencia y excelencia forzada.
La estructura de evaluación de desempeño, basada en la asignación obligatoria de un porcentaje fijo de “bajo rendimiento”, incentivó estrategias poco convencionales entre los gerentes.
Evitaron cubrir vacantes para no arriesgar a sus empleados de confianza, mientras otros contrataron a personas en puestos con requisitos poco claros y expectativas casi inalcanzables. De esta manera, protegieron a sus equipos de las consecuencias de la política corporativa.
Cómo fue el giro de Meta hacia la IA
A mitad del año, Meta reconoció que el desarrollo de Llama, su sistema de inteligencia artificial, no alcanzó las expectativas iniciales. La empresa redefinió su misión y se centró en construir una “superinteligencia personal”.
Para ello, incorporó figuras clave como Alexandr Wang, reorganizó su división de inteligencia artificial bajo el nuevo laboratorio Meta Superintelligence Labs y emprendió una campaña agresiva de captación de talento, incluso cuando nombres relevantes como Yann LeCun se alejaron de la compañía.
Este cambio de enfoque se reflejó también en la asignación presupuestaria. Meta destinó cerca de 72.000 millones de dólares al área de IA, una cifra comparable a las pérdidas acumuladas por el metaverso desde 2021.
El objetivo abarca desde el desarrollo de modelos generativos avanzados y asistentes conversacionales, hasta la integración de IA en productos de hardware. Un ejemplo de éxito lo representa la línea de gafas Ray-Ban, que triplicó sus ventas en el último año gracias a la incorporación de funciones inteligentes.
El giro estratégico se acompañó de una reconfiguración en la gestión del talento. Meta contrató a ejecutivos de primer nivel, algunos provenientes de Apple, para reforzar su apuesta por dispositivos inteligentes y productos cotidianos conectados a la inteligencia artificial.
2025, el año en el que el metaverso dejó de ser prioridad en Meta
El entusiasmo inicial por el metaverso experimentó un fuerte golpe en 2025. Después de invertir más de 70.000 millones de dólares en el desarrollo de entornos virtuales y objetos como los cascos Quest y la plataforma Horizon Worlds, los resultados se mostraron lejos de las expectativas.
La base de usuarios se mantuvo muy por debajo de las previsiones y el impacto en el mercado no se asemejó al cambio disruptivo anunciado.
Ante esta situación, Meta decidió recortar los fondos destinados al metaverso. Según Bloomberg, ejecutivos de la compañía, reunidos en la residencia de Zuckerberg en Hawái, optaron por reducir el presupuesto de Reality Labs en un 30%, lo que supone entre 4.000 y 6.000 millones de dólares menos para el próximo ciclo.
La reorientación afectó tanto a la plataforma Horizon Worlds como a la unidad de hardware Quest. Se contemplan posibles despidos y el cierre total de proyectos emblemáticos si su rendimiento no mejora.
Así podría ser el 2026 para Meta
El futuro inmediato de Meta para 2026 se presenta cargado de interrogantes. La capacidad de convertir la inversión masiva en inteligencia artificial en un negocio sostenible, la viabilidad de productos como Meta AI y la posibilidad de estabilizar la cultura interna para retener talento clave serán determinantes.
Meta enfrenta el desafío de demostrar si la “intensidad” que caracterizó al 2025 puede transformarse en resultados tangibles, en medio de una industria que prioriza la IA y replantea constantemente sus estrategias.