Carlos Sainz cruza los dedos para que la mala suerte no le deje sin Dakar: troncos, ovejas, parones, barrancos...
A punto de conseguir su cuarto Touareg, el piloto español intenta mantener la sangre fría ante la última etapa de la prueba, sabedor como nadie de que los infortunios pueden aparecer en cualquier momento: “Las carreras hay que acabarlas”