La caída del “Carnicero de Lyon”: el escape a Sudamérica, 10 días en Buenos Aires y su vida de millonario en Bolivia
El criminal nazi de la SS Klaus Barbie se caracterizó por su sadismo y predicar con el ejemplo. Fue responsable de 7 mil deportaciones de judíos a campos de concentración y de 4 mil muertes, incluidas las de 44 niños que estaban en un asilo. La protección que le dieron dictadores y la lucha incansable de los cazadores de nazis para lograr su captura y hacer justicia
El Animal de Auschwitz, la vida y el final en la horca del hombre que dirigió la más terrible fábrica de matar
Rudolf Höss diseñó, condujo y perfeccionó el campo de concentración más tenebroso del régimen nazi. Cuando fue juzgado y lo acusaron de exterminar a más de tres millones y medio de personas, interrumpió al fiscal y dijo: “Sólo fueron dos millones y medio”
Klaus Barbie, el Carnicero de Lyon: crímenes atroces, su escape a Sudamérica y una persecución de 16 años para lograr justicia
Fue responsable de 7 mil deportaciones de judíos a campos de concentración y de 4 mil muertes, entre las que se cuentan la de 44 niños que estaban en un asilo. Condenado a muerte dos veces, logró escapar a Bolivia. La larga lucha para atraparlo de dos cazadores de nazis y la entrevista del periodista Alfredo Serra donde confesó sus asesinatos
Albert Speer, el arquitecto de los delirios de Hitler que se volvió un criminal de guerra y dilató el fin del nazismo
Creó o modificó los edificios emblemáticos del Tercer Reich y hasta diseñó la “Berlín de los Mil Años”, una locura que imaginó el Führer. Nombrado ministro de Armamento, duplicó la producción y retrasó el avance aliado por un año. Juzgado en Nüremberg, engaño al jurado y fue sentenciado a sólo 20 años de prisión
Así vivió y murió Rudolf Höss, el Animal de Auschwitz, el hombre que dirigió la más terrible fábrica de matar
Diseñó, condujo y perfeccionó el campo de concentración más tenebroso del régimen nazi. Cuando fue juzgado y lo acusaron de exterminar a más de tres millones y medio de personas, interrumpió al fiscal y dijo: “Sólo fueron dos millones y medio”. Implacable y bestial, murió en el mismo lugar de su macabra actuación: a la horca de su final la había mandado a construir él.