Juicio por abusos de niños en el Próvolo: la querella pidió 25 años de prisión para la monja Kosaka Kumiko

En sintonía con el reclamo de la fiscalía, solicitaron 10 de inhabilitación para la religiosa japonesa para ejercer cargos en albergues educativos donde asistan menores

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Kumiko Kosaka llegó a juicio acusada de varios delitos contra menores
Kumiko Kosaka llegó a juicio acusada de varios delitos contra menores

Una de las querellas en el juicio del caso Próvolo, que se inició tras denuncias de abusos sexuales contra chicos hipoacúsicos ocurridos dentro de ese instituto de la provincia de Mendoza, pidió 25 años de prisión para la monja Kumiko Kosaka y 10 años de inhabilitación para ejercer cargos en albergues educativos donde asistan menores, la misma condena que solicitó la fiscalía semanas atrás.

El pedido fue realizado por el abogado Sergio Salinas, de la ONG Xumek, en el marco de la etapas de alegatos del juicio que investiga las violaciones que salieron a la luz en noviembre de 2016 en el ex instituto de Luján de Cuyo, que se lleva a cabo en el Polo Penal Judicial, y que continúa con otro de los abogados querellantes, Oscar Barrera, quien cerrará su exposición este jueves.

Salinas concluyó su alegato el martes solicitando para la religiosa japonesa “la pena de 25 años de prisión” y 10 de inhabilitación en virtud de “la acumulación de los delitos que representamos en ese combo de causas por cuatro víctimas”.

”Esta investigación llevó siete años. Esto comienza en noviembre de 2016, cuando una chica, que fue llamada como la testigo de identidad reservada número 1, realizó una denuncia con una lengua de señas muy precaria”, recordó el letrado. ”Con los meses de investigación empezamos a notar que había una monja que era mala (por Kosaka) y, con el tiempo, nos dimos cuenta que no era una monja mala en término de malicia, era una persona con indicadores de abuso sexual y que hacía propiamente ella los abusos”, agregó Salinas.

El Instituto Próvolo
El Instituto Próvolo

A diferencia de los anteriores debates, este contiene tres causas acumuladas, por lo que habrá un alegato por cada una de ellas. En dos de los expedientes, la única imputada es Kosaka, quien recuperó la libertad en junio de 2022 y cuenta con prisión domiciliaria.

”Se fueron juntando pruebas y ese caudal de pruebas llevó a mostrar la estructura tanto activa como omisiva del Próvolo, es decir, quien abusaba como quien permitía. En esa situación nos fuimos topando con que había una organización mucho mayor”, explicó el abogado, según la información de Télam.

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El miércoles el Tribunal llamó a un cuarto intermedio hasta hoy, que se realizará el cierre del otro abogado querellante y, luego, será el turno de los defensores de la monja.

Kosaka llegó a esta instancia acusada, en calidad de autora, de los delitos abuso sexual gravemente ultrajante agravado en un hecho y corrupción de menores en cinco hechos. También fue considerada partícipe necesario para que se cometieran los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado continuado y tres hechos de abuso sexual con acceso carnal agravados.

El pedido de 25 años de prisión y 10 años de inhabilitación para ejercer cargos en albergues educativos donde asistan menores también fue solicitado semanas atrás por el fiscal Alejandro Iturbide

El proceso comenzó en mayo de 2021 y, desde entonces, se desarrollaron alrededor de 300 audiencias y declararon más de 100 testigos. Kosaka, nacida en la provincia japonesa de Okasaki-Shi y que llegó a la Argentina en 1977, no es la única juzgada, sino que en total son nueve las personas imputadas, en tres causas simultáneas. Las otras son la monja Asunción Martínez, la representante legal Graciela Pascual, las exdirectoras Gladys Pinacca, Valeska Quintana, Cristina Leguiza y Laura Gaetán, la psicóloga Cecilia Raffo y la cocinera Noemí Paz.

Estas ocho mujeres fueron investigadas por la Justicia como partícipes necesarias y/o secundarias por omisión de abusos a 36 niños y niñas sordos y sordas en el instituto religioso Antonio Próvolo.

Los episodios datan de entre 2005 y 2016.Por este caso, ya hay dos curas condenados como autores de los ataques sexuales, Horacio Corbacho, que recibió 45 años de prisión, y Nicola Corradi, condenado a otros 42, además de otros dos ex empleados.

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