Luego de que la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) “Dr. Carlos G. Malbrán” confirmara los primeros tres casos de influenza A(H3N2) del subclado K en el país, este sábado se sumaron otros dos positivos en la provincia de Neuquén. Hasta el momento, ninguno de los pacientes presentó complicaciones graves de salud.
Ante el aumento en la capacidad de contagio de esta versión del virus respiratorio, las autoridades sanitarias locales reforzaron la vigilancia del sistema de salud y las estrategias de prevención. De la misma manera, confirmaron que los dos pacientes fueron dados de alta.
Según el Ministerio de Salud neuquino, ambos recibieron atención hospitalaria por cuadros de infección respiratoria, pero se habilitó su regreso a casa al haber presentado una evolución clínica favorable. Aunque no se confirmaron edades, ni géneros, indicaron que se trataban de un residente de la capital y otro que viviría en la zona de Centenario.
Frente al temor a una nueva emergencia, el ministro Martín Regueiro destacó que, si bien este subclado del virus presenta cambios genéticos que facilitan la transmisión, no parecería presentar una mayor gravedad ni una alteración severa del cuadro médico respecto a otras cepas.
"No es para alarmarse pero sí para estar atentos“, precisó el funcionario durante una entrevista para LU5. Asimismo, indicó que la estrategia de vigilancia desplegada en la provincia responde a la advertencia sobre la rápida propagación que caracterizó a la variante K también en otras jurisdicciones argentinas, como fue el caso de Santa Cruz y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Ante la inquietud generada por la denominación popular de “gripe K”, el Ministerio de Salud reiteró que este subclado no constituye una enfermedad nueva, sino una variante del virus H3N2, cuya denominación científica corresponde a su proceso natural de mutación.
En este sentido, la cartera sanitaria subrayó que “es importante llamarlo por su nombre correcto porque nos ayuda a entender que estamos hablando del mismo virus de la gripe que muta constantemente, y no de algo completamente desconocido”.
Otro de los puntos enfatizados por las autoridades nacionales y provinciales es que, a pesar de la mayor facilidad de transmisión, la sintomatología observada sigue siendo similar a la de la gripe estacional. “Evidentemente, estos cuadros dan una clínica que no tiene más complejidad que las otras gripes”, evaluó el ministro Regueiro.
No obstante, la campaña de vacunación permanente se mantiene como la principal herramienta de respuesta ante el avance de la variante K. Por este motivo, el titular de Salud resaltó la iniciativa “La Noche de las Vacunas”, la cual permitió que “una gran cantidad de ciudadanos completara su calendario oficial”. Los vacunatorios siguen abiertos desde las ocho hasta las veinte horas para facilitar el acceso de toda la población.
Por otro lado, el ministro de Salud neuquino reiteró la recomendación de que toda persona con síntomas respiratorios permanezca en su hogar y limite el contacto con otros para reducir la transmisión local.
En línea con esto, el Ministerio de Salud de la Nación recomendó que los grupos considerados de mayor vulnerabilidad —adultos mayores de 65 años, embarazadas, trabajadores de la salud, niños de entre 6 meses y 5 años, y personas con enfermedades crónicas— mantengan su dosis anual de vacuna.
Al respecto, puntualizaron que la fórmula correspondiente a la temporada 2025 constituye una barrera fundamental para evitar cuadros graves y la necesidad de hospitalización, en tanto que la versión 2026 estará disponible desde marzo.
Junto a la vacunación, las autoridades insisten en la vigencia de las medidas preventivas tradicionales para frenar la circulación del virus. Entre ellas, sugirieron lavarse las manos frecuentemente, mantener una correcta ventilación de los ambientes cerrados y taparse con el codo a la hora de toser o estornudar.
A pesar de que aún no hay datos concluyentes sobre un posible nexo de los recientes casos con viajes internacionales, los equipos de epidemiología provinciales mantienen un esquema de vigilancia activa sobre cualquier alteración en el comportamiento de la enfermedad.