Dejó Buenos Aires para estudiar en Nueva York y trabaja en Facebook, pero asegura: “Mi mujer quiere que nuestros hijos se críen en Argentina”

Patricio Gonzalez Vivo (39) era psicólogo, obtuvo una beca en Parsons, se especializó y le llegó una propuesta de Facebook. Fue el encargado de hacer los filtros para Instagram y ahora está detrás de otro ambicioso proyecto de realidad aumentada en la compañía de Mark Zuckerberg. Aún así sueña con regresar “por el valor de la cultura de la amistad, que no existe en otro lugar del mundo”

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Patricio aplicó a una beca en la Universidad de Parsons en Nueva York, la obtuvo y conoció a su mujer Jenn Lowe
Patricio aplicó a una beca en la Universidad de Parsons en Nueva York, la obtuvo y conoció a su mujer Jenn Lowe

“Tenía una doble vida”, admite Patricio Gonzalez Vivo. Y es un poco cierto. En horario de oficina atendía a sus pacientes en su consultorio de Capital Federal y en su tiempos libres le dedicaba a la creación del New Media Art.

Pato -como le dicen sus conocidos- tiene 39 años y se recibió de psicólogo en 2005. Años más tarde, hizo un posgrado en lenguaje expresivo y ahí descubrió otro universo, ese que no se refleja con la comunicación verbal.

Unas vacaciones a Nueva York en enero de 2012 lo llevaron a dar otro paso más. “Fui como turista a una de mis ciudades preferidas. Ahí me junte con un referente del arte (Zack Liberman) que está involucrado en el universo de open frameworks. En una charla de café, le conté que me interesaba ese universo y me incentivo a aplicar a una beca en la Universidad de Parsons donde dictaba clases”, le relata a Infobae.

Desde el hotel donde se alojaba, Patricio recolectó cartas de recomendaciones, tradujo su título universitario y armó su portfolio. “Tres días más tarde envié el sobre con todo lo pedido, cruzando los dedos”, recuerda.

Con las vacaciones terminadas volvió a su consultorio en Buenos Aires, aunque incorporando alguno de sus proyectos que mantenía como hobby. “Tuve la idea de hacer una instalación que invitaba a pintar con luz, generando un resultado ameno visual”. También hizo otra presentación con conciencia ecológica. “El público tenía que intervenir en la obra y esperar la respuesta, pero entiendo que no todo es inmediato”.

En marzo llegó la esperada noticia. “Recibí con asombro que me habían otorgado una beca completa. Ese mismo agosto debía mudarme a Nueva York”, dice.

La instalación que montó en fundación Telefónica
La instalación que montó en fundación Telefónica

Lo más duro fue comunicárselo a su familia y amigos, que pese a la tristeza lo apoyaron. Sus pacientes, algunos sorprendidos también, entendieron el cambio de rubro y destino. “Cerré el consultorio, vendí todo y me despedí, sabía que afuera tenía más oportunidades en ese nicho que en la Argentina“, recuerda.

La mudanza a otro país no fue sencilla. “Al principio no conseguía un lugar para vivir. Termine conviviendo con un roomate que era seguridad de un boliche. No éramos compatibles pero no me podía dar otro lujo, era lo que podía pagar. Al poco tiempo me quedé sin ahorros y conseguí un trabajo para solventar los dos años que duró el master, aunque no me daba ningún gusto”.

Meses antes de recibirse conoció al amor de su vida, Jenn Lowe, hoy madre de sus dos hijos, Lucas (5) y Sofía (2). “Era cofundadora de una escuela en Nueva York, SFPC (School for Poetic Computation) y la contacté a manera de networking, nunca tuve otra segunda intención. Arreglamos una cena y allí conocí a una mujer increíble. La charla profesional se convirtió en personal. Al mes nos mudamos juntos y al año nos casamos”.

Titulo en mano, consiguió trabajo en el área de cartografía digital de la empresa Samsung y se animó a escribir un libro sobre Shader, programas de naturaleza visual que se ejecutan rápido en la placa gráfica de las computadoras. El éxito del libro lo llevó al reconocimiento, y finalmente le llegó una propuesta difícil de rechazar: trabajar en Facebook.

Patricio y Jenn. Ella quiere que sus hijos se críen en nuestro país "por el valor de la cultura de la amistad"
Patricio y Jenn. Ella quiere que sus hijos se críen en nuestro país "por el valor de la cultura de la amistad"

De Nueva York a la Bahía de San Francisco

-¿Cómo es trabajar en Facebook?

-Es una empresa muy grande, con más 18 mil empleados, donde no escatiman en recursos y se dan el lujo de contratar a los mejores profesionales egresados de universidades como Berkeley y Stanford. El perfil es multicultural.

Pato estuvo encargado, en ese entonces, del nuevo producto de los filtros de las historias. Hizo el kira kira (el filtro con brillos) y el efecto Light Leaks, de films retro. Y “miles de otros que no salieron a la luz”, señala. “Es una experiencia fascinante porque todo se desarrolla con cuidado y precisión, y antes de salir al mercado se pone a prueba con 8 millones de personas. Así de grande es esta empresa”.

En Facebook programando filtros para Instagram

-¿Te cruzaste con Mark Zuckerberg?

-Sí. Lo ves caminando por el patio del techo. Tiene una oficina tipo pecera en el mismo nivel del piso 20. No habla con nadie solo se trata de 10 personas. El clima es muy profesional y muy silencioso.

-¿Qué se dice de la disputa entre el gobierno de Australia con Google y Facebook ?

-No podría hablar de las políticas internas de la empresa -se excusa, cortés pero tajante.

Desde marzo de 2020 trabaja desde su casa. “Ahora apliqué para trabajar full remote en Bay Area, donde está dedicado al proyecto Orión”. No puede revelar detalles, dice, pero a grandes rasgos se dedica al desarrollo de lentes para realidad aumentada.

Selfie en familia
Selfie en familia

-¿Extrañas Buenos Aires ?

-Mucho. Íbamos a volver a vivir a zona norte, ya teníamos colegio para los chicos y estábamos viendo casas por internet. Jenn quiere que los chicos se críen en Argentina por el valor de la cultura de la amistad que no existe en ningún lugar del mundo. Pero la pandemia y la inestabilidad económica nos frustró todo. Decidimos parar esa idea y mudarnos a North Carolina por un tiempo, hasta que la situación esté más controlada.

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