Un argentino agredió a un vendedor ambulante mexicano en California y fue acusado de racista

El incidente se produjo en la vía pública

Compartir
Compartir articulo

No era la primera vez que lo veía, y tampoco la primera vez que lo agredía. El vendedor ambulante Benjamín Ramírez ya había sido amenazado por el músico argentino Carlos Hackas y su novia Holly Covela en las calles de Hollywood, California, pero esta vez la confrontación fue un paso más allá.

El conflicto entre el mexicano y el argentino radicado en los Estados Unidos surgió porque Hackas le reclamó en varias oportunidades que moviera el carro que Ramírez usa para vender comida, pero este se negaba. Como el vendedor ambulante (que tiene todos los permisos necesarios para trabajar en la vía pública) no le hizo caso, Hackas amenazó a Ramírez, y luego le tiró el carro que estaba en la esquina de las calles Romaine Street y El Centro Avenue.

La agresión podría haber pasado desapercibida si no fuera porque el vendedor mexicano filmó toda la secuencia, incluso la amenaza del argentino, que en el comienzo de la discusión le dijo: "Si no movés el carro, lo voy a mover yo. Sabés lo que es esto, ¿no? Es un taser. Te mueves o te voy a mover. Movelo, ahora".

Carlos Hackas
Carlos Hackas

"No funciona", aseguró Ramírez, a lo que Hackas respondió volteando el carro del vendedor ambulante. En ese momento el mexicano se alejó algunos metros, pero continuó con la filmación: "De aquí no me voy a quitar", dijo el mexicano, que inmediatamente agregó a que "les grabo este video, este puto racista me vino a tirar esto, pendejo". "No soy un racista, mogólico, soy argentino, retrasado mental", fue la respuesta del músico.

Tras el incidente, que ocurrió el 17 de julio por la tarde, Ramírez fue entrevistado por el canal estadounidense ABC, y aseguró que antes de la agresión, el argentino "venía y me decía que no podía vender ahí. Él me decía 'tenés que irte de aquí, vas a tener serios problemas conmigo'. Me decía que no había lugar para caminar por la vereda y yo le decía que sí había lugar".

Sobre el momento de la agresión, el vendedor dijo que "tenía miedo de que me golpeara con algo porque vino hacia mí con algo, así que agarré mi botella de chili. Tenía la intención de tirarle en la cara, pero le impactó en la pera". "Me gustaría que pagara los daños, y si no puede pagar, me gustaría que las autoridades hicieran algo, como ponerlo en prisión", concluyó.