El doctor Luis María Bunge Campos, Juez de la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, participó del ciclo Justicia Abierta por InfobaeTV. Durante la entrevista, el funcionario judicial resaltó que una de las fallas que presenta el sistema penal son las detenciones preventivas, y es por ello que deben acelerarse las condenas. En la actualidad, cada cuatro detenidos hay una sola persona condenada.
—¿Qué tipo de causas llegan a la Cámara?
—Receptamos principalmente flagrancia, muchas relacionadas a la violencia de género y doméstica, al igual que accidentes de tránsito. Lo que no llega a la Cámara son los grandes delitos como las estafas, por ejemplo, lo que uno investigaba cuando era fiscal.
—¿Por qué?
—Yo creo que a la Cámara no llegan, porque el sistema que tenemos en la Cámara Oral hace que un abogado particular pierda toda una mañana, y por ello, muchas veces prefieren no apelar, o no venir. Tal vez estemos seleccionando por lo fácil, por lo grosero, y esa selección se manifiesta por elegir lo más fácil de juzgar. Por ejemplo, no es lo mismo tener que sentenciar a una persona que robó un celular en la calle que a un estafador complicado.
—¿Esto demuestra que hay un vacío en nuestro sistema judicial?
—Esto expone agujeros de impunidad, que existen por deficiencia de un sistema que no es responsabilidad del poder judicial, aunque tampoco del Ministerio Público. Decir que investigue el juez de instrucción o que investigue el Ministerio Público, es básicamente una ficción. En todos los lugares del mundo, investiga la policía. Nunca he visto a un fiscal ni a un juez de instrucción levantando huellas, porque no sabemos hacerlo, somos abogados. Sabemos trabajar en un juicio; una fiscalía se tiene que parecer a un estudio jurídico, no a una comisaría. El problema es que depositamos en la Justicia una expectativa que no está en condiciones de cumplir, entonces compramos una frustración.
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