Aspartamo, sacarina, sucralosa y estevia: qué advierten los últimos estudios sobre el uso de edulcorantes

Llamados también sustitutos del azúcar, son productos químicos sintetizados que se encuentran en abundancia en varias bebidas y alimentos. Expertos debatieron en Infobae sobre su utilización, cantidad de ingesta y tipo de endulzante

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Los edulcorantes comienzan a ser cada vez más cuestionados por distintas entidades médicas (Freepik)
Los edulcorantes comienzan a ser cada vez más cuestionados por distintas entidades médicas (Freepik)

Los edulcorantes artificiales, también llamados sustitutos del azúcar, edulcorantes no nutritivos o edulcorantes de alta intensidad, son sustancias químicas sintetizadas que se usan en vez de la sacarosa (azúcar común o de mesa) para endulzar los alimentos y las bebidas.

A mediados de mayo, los edulcorantes fueron cuestionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que desaconsejó su uso al advertir que su consumo prolongado en el tiempo no es eficaz para bajar de peso y, por el contrario, aumenta el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos.

Además, la agencia sanitaria internacional señaló que, en general, las personas deben reducir los dulces de su dieta desde edades tempranas para gozar de una mejor salud. “Reemplazar los azúcares libres (los refinados y los naturales presentes en las frutas, miel y otros) por edulcorantes no ofrece ningún beneficio a largo plazo en términos de reducción de grasa en el cuerpo en adultos o niños”, aseguró la OMS. Entre los productos específicos que desaconsejó en aquella oportunidad figuran el acesulfamo K, aspartamo, advantame, ciclamatos, neotame, sacarina, sucralosa, así como la stevia y sus derivados.

La OMS tiene en estudio los efectos del aspartamo en la salud (Getty)
La OMS tiene en estudio los efectos del aspartamo en la salud (Getty)

Esta semana, la entidad sanitaria mundial volvió a la carga contra los edulcorantes, en especial con el aspartamo, uno de los endulzantes más utilizados del mundo, que es 200 veces más dulce que el azúcar y está presente en gran cantidad de productos como bebidas, postres dulces, lácteos o chicles.

Se supo que la OMS a través de dos grupos especializados en evaluación alimentaria, está estudiando si el aspartamo aumenta el riesgo de desarrollar cáncer. Respecto al estudio que están desarrollando, se sabe que la declaración de dos comités de expertos del organismo, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y el Comité de Expertos de la Organización Conjunta sobre Aditivos Alimentarios (JECFA), se conocerá el próximo 14 de julio.

Desde 1981, el comité de expertos en aditivos de la OMS ha afirmado que el consumo de aspartamo es seguro dentro de los límites diarios aceptables. La OMS ha establecido la ingesta diaria admisible (IDA) para el aspartamo en 40 miligramos por kilogramo de peso corporal.

Cada bebida endulzada aporta más miligramos de componentes artificiales a nuestro organismo
Cada bebida endulzada aporta más miligramos de componentes artificiales a nuestro organismo

Una persona puede consumir hasta 40 mg de aspartamo por cada kilogramo de su peso corporal diariamente sin riesgo para la salud. Por ejemplo, si una persona pesa 60 kg, su dosis admisible de aspartamo sería de 2,400 mg (40 mg/kg x 60 kg). La cantidad aproximada de aspartamo que pueden contener una lata de bebida de 355ml ronda entre los 180mg y los 75mg de aspartamo según la marca y si la bebida es cola, sabor naranja, limón u otros.

“La gente necesita considerar otras maneras de reducir el consumo de azúcares libres, como consumir alimentos que naturalmente contienen azúcares, como las frutas o alimentos y bebidas que no sean dulces”, indicó el director de nutrición y seguridad de los alimentos de la agencia global, Francesco Branca. Esta recomendación se aplica a todas las personas, excepto a aquellos con diabetes preexistente, precisó.

De esta forma, la OMS publicó una recomendó reducir o eliminar los edulcorantes sintéticos, naturales o que hayan sido modificados, “que no estén clasificados como azúcares que se encuentran en las bebidas y alimentos industriales” o que sean vendidos por separado para ser agregados por el consumidor.

Distintos edulcorantes son ofrecidos hoy en el mercado (Freepik)
Distintos edulcorantes son ofrecidos hoy en el mercado (Freepik)

Aspartamo

La comunidad científica ha estado debatiendo durante mucho tiempo los posibles efectos en la salud del aspartamo. En 2006 y 2007, el Instituto Ramazzini advirtió que esta sustancia podría causar un aumento en la incidencia de tumores malignos en algunos órganos de ratones, aunque otro análisis concluyó lo contrario, indicando que no tenía un efecto cancerígeno significativo en estos animales. Sin embargo la Autoridad Alimentaria de Seguridad Europea (EFSA) señaló que el estudio no aportaba pruebas suficientes para poner en tela de juicio las evaluaciones de seguridad previas.

“El aspartamo ha sido objeto de una investigación exhaustiva durante más de 30 años, incluidos los estudios con animales de experimentación, la investigación clínica, los estudios sobre su ingesta y epidemiológicos así como la vigilancia posterior a la comercialización. Se ha comprobado que es seguro y está autorizado para el consumo humano desde hace muchos años y en muchos países después de evaluaciones exhaustivas de la seguridad”, señala en tanto la Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA).

En 2006, los investigadores del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) publicaron un análisis de los datos del Estudio sobre Alimentación y Salud de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) y la Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas (AARP), en el que se pidió a más de medio millón de jubilados de Estados Unidos que respondieran a un cuestionario sobre el consumo de cuatro bebidas con aspartamo durante el último año. El mayor consumo de bebidas con aspartamo no se relacionó con la presentación de linfoma, leucemia o cáncer de encéfalo en más de 5 años de seguimiento.

El uso frecuente de endulzantes pueden llegar a cambiar nuestro gusto, alertan los expertos
El uso frecuente de endulzantes pueden llegar a cambiar nuestro gusto, alertan los expertos

En 2013, en una revisión de las pruebas epidemiológicas publicadas entre enero de 1990 y noviembre de 2012 tampoco se encontró una relación constante entre el uso de aspartamo y el riesgo de cáncer.

En 2022, en el estudio de cohorte de NutriNet-Santé realizado en 100.000 adultos en Francia, se informó que quienes consumían mayores cantidades de aspartamo tenían una probabilidad mayor de presentar cáncer en general (1,15 veces más riesgo), cáncer de mama (1,22 veces más riesgo) y cánceres relacionados con la obesidad (1,15 veces más riesgo) que quienes no consumieron aspartamo. La investigación publicada en la revista Plos Medicine encontró que el alto consumo de edulcorantes artificiales, especialmente el aspartamo y el acesulfamo-K, se asociaban con un mayor riesgo de cáncer. Este documento estará incluido en la nueva revisión de la OMS sobre el endulzante.

Siempre a mano están en cualquier bar la oferta de azúcar o endulzantes artificiales (Getty)
Siempre a mano están en cualquier bar la oferta de azúcar o endulzantes artificiales (Getty)

Sacarina

En muchos estudios epidemiológicos, se investigó si la sacarina se vincula con la incidencia del cáncer de vejiga, como se observó en los hallazgos en las ratas, pero no surgieron pruebas claras de esta asociación en los seres humanos. Los resultados de estos estudios en seres humanos contribuyeron a que se eliminara la sacarina del informe del Programa Nacional de Toxicología de los Estados Unidos (NTP).

Sucralosa

La sucralosa, un compuesto químico que se utiliza como edulcorante sin calorías, puede causar daños en el ADN, incrementar el riesgo de cáncer y generar fugas en el revestimiento intestinal. Esas fueron las conclusiones de un reciente estudio, publicado en la revista Journal of Toxicology and Environmental Health, que encontró que un metabolito de la sucralosa, llamado sucralosa-6-acetato, es genotóxico.

Eso significa que descompone el material genético que forma el ADN y que puede aumentar el riesgo de que se formen células cancerosas, explicó la científica Susan Schiffman, autora principal del estudio y profesora adjunta en el departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad Estatal de Carolina del Norte.

Muchas veces no nos damos cuenta de cuánto endulzamos las varias bebidas que ingerimos diariamente (Getty)
Muchas veces no nos damos cuenta de cuánto endulzamos las varias bebidas que ingerimos diariamente (Getty)

La sucralosa es un compuesto que se utiliza como endulzante no calórico y es unas 600 veces más dulce que el azúcar refinada y se utiliza en la producción de miles de productos, incluidos alimentos panificados, bebidas, chicles o goma de mascar, gelatinas y postres lácteos.

Además del daño al ADN, la investigación también encontró que la sucralosa puede conducir a un revestimiento intestinal permeable y aumentar la actividad de los genes relacionados con la inflamación y el cáncer.

En otro estudio publicado en febrero de 2022 por investigadores de México, llevado a cabo en adultos jóvenes y sanos para averiguar cuál es el impacto del consumo del edulcorante a largo plazo sobre el microbioma, encontraron que la sucralosa puede producir alteraciones similares al desarrollo de la diabetes tipo 2.

El estudio, que fue publicado en la revista especializada Microorganisms, mostró que la sucralosa causa disbiosis intestinal, es decir, una alteración “dramática” en el balance o proporción de las bacterias intestinales que tiene un individuo. Para empezar, a la vez que aumenta la bacteria Clostridium coccoides, asociada “con picos de glucosa y de insulina en la sangre y una tendencia al desarrollo de diabetes tipo 2″, disminuye la población de Lactobacillus acidophilus, bacterias que son buenas para la salud metabólica e inclusive son contenidas en algunos alimentos lácteos.

La stevia es un endulzante natural, pero artificialmente fabricado (Getty)
La stevia es un endulzante natural, pero artificialmente fabricado (Getty)

Estevia

La estevia o stevia es un sustituto del azúcar llamado también como una de las alternativas más “sanas” para endulzar, dado que no se metaboliza por el cuerpo, por lo que proporciona cero calorías. Además no parece afectar a los niveles de glucosa o insulina. Derivado de la planta sudamericana Stevia rebaudiana, la forma legalmente permitida de comercializar y consumir estevia es como el aditivo de alta pureza (E-960) extraído de sus hojas, y que se conoce como glucósidos de esteviol, aprobado en Europa en 2011.

Las principales organizaciones de salud y seguridad alimentaria consideran que la estevia es segura. Pero algunos investigadores advierten que por el momento no existe suficiente evidencia para comprender por completo cómo los productos como la estevia u otros edulcorantes sin calorías afectan al cuerpo. E incluso algunos estudios ha señalado que podrían vincularse con riesgos de diabetes y obesidad.

Los edulcorantes de estevia son extractos purificados de los compuestos dulces que se encuentran en la hoja de la planta, conocidos como glucósidos de esteviol. Son estos compuestos los que están aprobados para su comercialización y uso por las principales agencias reguladoras. Mientras que la hoja ni los extractos crudos de estevia cuentan con su autorización en la Unión Europea o EEUU. El producto resultante es entre 200 y 300 veces más dulce que el azúcar, y puede encontrarse además de como edulcorante artificial, como aditivo en bebidas, dulces y productos procesados.

Hasta ahora no ha habido estudios concluyentes sobre los perjuicios de los endulzantes, pero han comenzado a conocerse nuevas investigaciones que encienden alarmas
Hasta ahora no ha habido estudios concluyentes sobre los perjuicios de los endulzantes, pero han comenzado a conocerse nuevas investigaciones que encienden alarmas

Tanto la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) como la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirman que la ingesta de glucósidos de esteviol es segura en las cantidades que se realizan normalmente. También se considera un ingrediente “generalmente reconocido como seguro (GRAS)” por la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA).

La investigación muestra que no hay acumulación de estevia en el cuerpo y que pasa a través del cuerpo durante el metabolismo. La energía proveniente de la fermentación de unidades de glucosa es tan baja que es mínima, por lo que, efectivamente, se puede decir que la estevia proporciona cero calorías. De ahí que sea señalado como un buen sustituto del azúcar con el que poder reducir la ingesta calórica. Pero esto no significa que su consumo ayude a adelgazar.

Un estudio de 2016 encontró que cuando los participantes tomaban una bebida endulzada con estevia en lugar de azúcar por la mañana, lo compensaban comiendo más en el almuerzo. Además, dado que es un producto procesado, la estevia no es un producto natural como a menudo se dice en su marketing, sino un producto de origen natural, que es muy distinto.

Las bebidas o jugos tienen mucha dosis de edulcorantes artificiales (Getty)
Las bebidas o jugos tienen mucha dosis de edulcorantes artificiales (Getty)

Los expertos plantean dudas y alertan

Para la licenciada en Nutrición Ana Chezzi (MN 2245), la alimentación tiene que ser lo más natural posible, tienen que ser cosas que están en la naturaleza y que el cuerpo sabe cómo digerir, cómo procesar, cómo utilizar y cómo expulsar. “Hoy estamos usando productos en nuestra alimentación que son compuestos químicos que nuestro cuerpo no sabe cómo eliminar. Entonces, van depositándose en distintos lugares del cuerpo y van lastimando nuestra salud y nuestro metabolismo”, precisó a Infobae.

“Entonces, ¿se puede usar edulcorantes? “Sí, pero en una cantidad ínfima, hay que tratar de usar lo menos posible. Yo creo que si no hay problemas de salud, si no sos diabético, una pequeña cantidad de azúcar para endulzar no puede ser demasiado malo porque el cuerpo sabe qué es. Es sacarosa, es glucosa, es fructosa y sabe cómo se elimina, cosa que no puede saber con un compuesto que se llama aspartamo, que no se encuentra en la naturaleza. Entonces, yo creo que el 80% de nuestra alimentación tiene que ser lo más natural posible, frutas, carnes, verduras, lácteos, cereales, legumbres, aceites, frutos secos, semillas y un pequeño porcentaje tiene que estar destinado a cosas que nos gustan mucho y que tal vez no son tan saludables, pero que hacen nuestra vida como más feliz porque nos gusta comerlos, nos da placer”, sostuvo la especialista.

Y agregó: “Eso puede ser el hecho de tomarte una copa de vino, comerte una porción de torta, comerte un helado, que va a tener colorantes, va a tener realzadores de sabor, va a tener un montón de cosas que no son naturales, pero que en una pequeña cantidad no es tan dañino para la salud. Pero si todos los días le vamos a poner a los cuatro cafés que nos tomamos dos sobres de edulcorante, al litro de mate que nos tomamos le vamos a poner edulcorante, vamos a comer una gelatina dietética, vamos a tomar como única bebida gaseosas dietéticas, la cantidad de químicos que estamos ingiriendo a diario es enorme y es muy difícil que logremos eliminarlos. Entonces, obviamente, va a tener a largo plazo algún perjuicio en nuestra salud”.

Los médicos y nutricionistas aconsejan reemplazar el dulzor de un edulcorante con sustancias naturales
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En tanto, la licenciada en Nutrición María Cecilia Ponce (MN 3362) comentó a Infobae que el consumo de edulcorante va más allá de lo que uno puede consumir a través de las bebidas o infusiones. “Está muy ligado también a los productos industrializados, hoy consumimos yogures, gelatinas barritas de cereal galletitas y hasta en fiambres podemos encontrar edulcorantes, porque no solamente aumentan el sabor dulce, sino que también generan cierto estado de realzar los sabores. Con lo cual estamos sumamente expuestos al consumo de productos industrializados cargados de no solamente endulzantes, sino conservantes, realzadores de los sabores y otras funciones que tienen los aditivos alimentarios”, remarcó.

“Con respecto a los endulzantes lo que podemos ver es que más allá de su aporte calórico, muchos generan un funcionamiento irregular de la microbioma intestinal y también generan un dismetabolismo, lo cual lo que va a hacer es que empecemos a regular de forma inapropiada la secreción de insulina a nivel metabólico”, sostuvo.

Y completó: “Todos los edulcorantes más allá de su aporte calórico o no calórico, van a actuar sobre las fases cefálicas de la alimentación. Cuando el sabor dulce entra en contacto con nuestras papilas gustativas, generamos más secreción de insulina ya que el cuerpo se prepara para metabolizar ese azúcar que supuestamente aparece en la naturaleza. Ahora el aumento constante de insulina en sangre está relacionado con patologías inflamatorias silenciosas o de bajo grado con enfermedades cardiovasculares y muchos síntomas”.

Muchos endulzantes promueven sus productos pero hay pocos estudios científicos sobre los mismos
Muchos endulzantes promueven sus productos pero hay pocos estudios científicos sobre los mismos

A modo de recomendación para endulzar, Ponce afirmó que el endulzantes más recomendable es el stevia puro. “Lo importante es poder ser conscientes en la cantidad de la dosis que estamos utilizando constantemente. ¿Cómo saber cuáles van a ser las técnicas para poder disminuir la necesidad de endulzantes y el sabor dulce? Hay que empezar a utilizar menos dosis ya sea del endulzante que estemos utilizando. La lulosa, el Mont fruit o frutos del monje, que acá no se consigue tanto también. Y después tenemos los poli alcoholes que si bien pueden traer algún poco de trastornos gastrointestinal, son los que menos tienen disrupción a nivel de la secreción insulínica y del efecto metabólico. Pero también últimamente hemos escuchado publicaciones en las cuales se ha relacionado el consumo de eritritol y xilitol que son los polialcoholes con enfermedades cardiovasculares”.

“En conclusión, lo que tenemos que tratar es de rotar el tipo de edulcorante, si es que los vamos a utilizar. Tratar utilizar la menos dosis posible y empezar a realmente hacer el esfuerzo o poner la mirada dirigida en disfrutar los sabores reales de los alimentos”, finalizó.

Ana Cáceres, presidenta de la Federación Argentina de Graduados en Nutrición (FAGRAN), afirmó a Infobae que el aspartamo es un edulcorante artificial no calórico que la industria lo utiliza con mucha frecuencia para distintas bebidas dulces como las gaseosas, las bebidas cola y otros jugos. Y también se utiliza mucho en la industria de los ultraprocesados.

Hay que moderar el consumo de endulzantes artificiales, afirman los expertos
Hay que moderar el consumo de endulzantes artificiales, afirman los expertos

“Más allá de aspartamo, que la OMS está llevando adelante una investigación acerca de su potencial cancerígeno, en la que hay que esperar los resultados y las conclusiones de esa investigación, sobre todos los edulcorantes hay poca evidencia contundente de si producen daño. Sí hay límites de ingesta diaria recomendada, que son límites que deberían no causar daño en la salud. Por ejemplo, el aspartamo son 40 miligramos por kilogramos de peso. Hay que consumir un montón de miligramos de aspartamo para cubrir ese límite. Igualmente, hay evidencia contundente que empieza a desaconsejar su utilización”, destacó la experta.

“Los edulcorantes artificiales no calóricos han sido una alternativa a los azúcares para la industria. Entonces, por ejemplo, en la ley de etiquetado de Chile, al etiquetarse el exceso de azúcares se vio como la industria de alimentos empezó a utilizar los edulcorantes en su reemplazo. De esta manera se liberan el sello de azúcar, pero agregan edulcorantes. Y los edulcorantes en general están desaconsejados, sobre todo en niños y niñas, porque como el límite de la ingesta diaria es por kilogramos de peso, es mucho más sencillo también que un niño o niña, se acerque más a cubrir ese límite”, indicó Cáceres.

Y agregó: “En este sentido, en Argentina, nosotros en la ley de etiquetado pudimos incorporar la advertencia de ‘contiene edulcorantes’ y ‘no recomendado el uso en niños y niñas’ para evitar justamente que la industria de alimentos se vuelque a utilizar indiscriminadamente edulcorantes artificiales no calóricos que permanentemente están en revisión y en duda. Todo lo que tiene que ver con la alimentación ultra procesada, artificial, siempre se cuestiona y se vuelve a cuestionar. Creo que hay evidencia más que robusta acerca de lo nocivo que es para la salud de la población el consumo de alimentos ultra procesados. Y la utilización indiscriminada de edulcorantes forma parte de esto también. Es un compuesto más que se utiliza en la industria de ultra procesados”.

Muchos alimentos dulces contienen edulcorantes al alcance de los niños
Muchos alimentos dulces contienen edulcorantes al alcance de los niños

“Además, hay una cuestión que es muy importante de los edulcorantes que es la palatabilidad. Los edulcorantes artificiales no calóricos tienen un potencial dulce mucho más alto que el azúcar. Tiene un sabor extremadamente dulce. Y este sabor dulce podría fomentar por un lado el apetito, pero también generar una cierta dependencia al sabor dulce. Esta dependencia, que casi que me atrevería, podría ser hasta comparada con una adicción, genera que cada vez consumamos más productos con edulcorantes. Además también hay algunas afirmaciones que dicen que los edulcorantes no calóricos no permiten la liberación de unos péptidos que son los que producen la sensación de saciedad”, subrayó la especialista.

Y concluyó: “Por lo tanto, esto teóricamente, llevaría a un aumento en el consumo de energía, porque como no nos saciamos, seguimos consumiendo más energía y tenemos el paladar dulce aumentado, entonces queremos comer más dulce. Eso en lugar de contribuir a la disminución del peso y de las enfermedades no transmisibles, haría todo lo contrario. Después hay cierta evidencia acerca de los edulcorantes artificiales no calóricos en lo que tiene que ver con la alteración de la microbiota intestinal, que demostrarían que hay modificaciones en las poblaciones bacterianas y que podrían contribuir al proceso inflamatorio. Esto también es algo que se está estudiando”.

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