Coronavirus: 5 historias que muestran la importancia de la donación de plasma convaleciente para salvar vidas

Como parte del protocolo para probar su efectividad y tras obtener resultados positivos, este tratamiento se aplicó en más de 40 pacientes graves por COVID-19 en la provincia de Buenos Aires. Algunos estaban en terapia intensiva y, tras recibirlo, mejoraron muy rápido y hasta fueron dados de alta. Cinco historias esperanzadoras en primera persona

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Este tratamiento se aplicó en más de 40 pacientes graves por COVID-19 en la provincia de Buenos Aires. Algunos estaban en terapia intensiva y, tras recibirlo, mejoraron muy rápido y hasta fueron dados de alta (Maximiliano Luna)
Este tratamiento se aplicó en más de 40 pacientes graves por COVID-19 en la provincia de Buenos Aires. Algunos estaban en terapia intensiva y, tras recibirlo, mejoraron muy rápido y hasta fueron dados de alta (Maximiliano Luna)

Más de 40 pacientes bonaerenses con coronavirus evolucionan favorablemente gracias al plasma de otras personas que se recuperaron de la infección y que donaron este componente de la sangre, rico en anticuerpos contra el virus pandémico. Hasta ahora, el protocolo arrojó resultados prometedores: más de 30 pacientes con buena evolución, 10 de alta y tan sólo 4 fallecidos cuya condición era muy crítica.

Por eso, desde el Ministerio de Salud bonaerense insisten en que quienes se recuperaron se comuniquen con la línea gratuita para donar sangre. Se calcula que por cada donación es posible salvar la vida de hasta cuatro personas con COVID-19.

Para la donación de sangre, los pacientes de la provincia de Buenos Aires que se hayan recuperado de coronavirus deben comunicarse a la línea gratuita del Centro Único Coordinador de Ablación e Implante Provincia de Buenos Aires - CUCAIBA: 0800-222-0101. Las personas de La Plata pueden dirigirse al Instituto Provincial de Hemoterapia (calle 15 esquina 66) y aquellas que vivan en otros municipios pueden llamar a esa línea gratuita que se encuentra activa las 24 horas para solicitar que personal de ese Centro, dependiente del ministerio de Salud bonaerense, realice el traslado necesario para concretar la donación de plasma, un procedimiento breve, indoloro y cien por ciento seguro.

Los casos constituyen un motivo de optimismo para las autoridades sanitarias de la provincia de Buenos Aires, quienes a partir de la evidencia insisten especialmente en la necesidad de que quienes superaron la enfermedad donen sangre para obtener plasma, el hemocomponente que podría convertirse en la primera “cura” para la infección que acecha al mundo.

El procedimiento detrás de la donación de plasma
El procedimiento detrás de la donación de plasma

En las últimas semanas, en la Provincia se corroboró la recuperación completa en dos hombres adultos y notables mejorías en el estado de salud de una niña y de un bebé que aún permanecen internados. De estos cuatro casos, dos son varones de 43 y 40 años de edad que estuvieron internados en la terapia intensiva del hospital de Trauma Federico Abete de Malvinas Argentinas y ya fueron dados de alta. En tanto, los dos pacientes pediátricos tratados con resultados favorables son una niña de 12 años y un bebé recién nacido, ambos internados en el hospital provincial Sor María Ludovica de La Plata.

El director provincial de Hospitales, Juan Riera, detalló que “todos los casos forman parte del Protocolo Provincial de Investigación sobre plasma de convalenciente de COVID-19”, dirigido a pacientes COVID-19 positivos graves.

“Hasta ahora se aplicó en más de 40 casos, de los cuales 30 mejoraron notablemente, 10 incluso fueron dados de alta y lamentablemente cuatro fallecieron. Se presume que las personas que murieron, quienes tenían otras enfermedades de base, ya estaban en una fase muy avanzada de la infección”, explicó Lorena Regairaz, inmunóloga y asesora técnica del programa de plasma convaleciente de la provincia de Buenos Aires. Y aclaró que el plasma no reduce el daño que el virus ya provocó en el organismo “pero sí frena la viremia, es decir, la replicación del virus”.

En diálogo con Infobae, Riera, contó: “la provincia de Buenos Aires inició ya hace unos 15 días el protocolo y registro de donantes de plasma de pacientes convalecientes en pacientes COVID de la provincia de Buenos Aires. El programa lo está llevando el Instituto de Hemoterapia de la provincia de Buenos Aires, la dirección provincial de Hospitales y el CUCAIBA”.

Sueros de plasma convaleciente de pacientes recuperados de COVID-19
Sueros de plasma convaleciente de pacientes recuperados de COVID-19

Los donantes son personas recuperadas, que ya tienen inmunoglobulinas contra el COVID, la sangre se centrifuga y se aprovecha el plasma, que actúa contra la enfermedad”, agregó, al mismo tiempo que precisó que “se necesita para el proceso una máquina de aféresis y que se puedan hacer los estudios de serología”.

Riera especificó: “El programa está centralizado en el Instituto de Hemoterapia de Buenos Aires pero hemos ido descentralizando y ahora está disponible en Bahía Blanca, Mar del Plata, General Rodríguez y próximamente en Tres de Febrero”.

En diálogo con Infobae, Regairaz, explicó: “El circuito empieza con la donación de plasma de personas que tuvieron COVID-19, y a los 14 días de haber negativizado la PCR, y a los 28 días del inicio de los síntomas. Tiene que tener confirmado que tuvo COVID-19. Ya donaron alrededor de 30 personas, cada donante puede salvar a 3 o 4 personas más”.

“Es como una donación de sangre habitual, pero se le devuelven todos los componentes, menos el plasma al donante. Se toma el plasma que tiene una cantidad de importante de anticuerpos específicos contra coronavirus, su función principal es inhibir la replicación viral del virus SARS-CoV-2. Este plasma recibe todos los controles habituales de una unidad transfusional y evaluamos que tenga una buena cantidad de anticuerpos. El médico clínico o terapista piden a los coordinadores el plasma en los casos graves que lo requieren y se coordina con el Instituto de Hemoterapia de la provincia de Buenos Aires para su entrega en cualquier hospital de la provincia, coordinado por CUCAIBA”, agregó.

En diálogo con Infobae, la inmunóloga Lorena Regairaz, explicó: “el circuito empieza con la donación de plasma de personas que tuvieron COVID-19, y a los 14 días de haber negativizado la PCR, y a los 28 días del inicio de los síntomas" (Shutterstock)
En diálogo con Infobae, la inmunóloga Lorena Regairaz, explicó: “el circuito empieza con la donación de plasma de personas que tuvieron COVID-19, y a los 14 días de haber negativizado la PCR, y a los 28 días del inicio de los síntomas" (Shutterstock)

Los pacientes recuperados por COVID que quieran donar plasma pueden solicitar ser trasladados a través de CUCAIBA.

¿Cuáles son los criterios para determinar quienes reciben el plasma convaleciente? Tienen prioridad los enfermos graves, o moderados que tienen más de 60 años, comorbilidades, que están graves y presentan signos de empeoramiento.

Según especificó Regairaz, este mecanismo ya fue usado en China, ampliamente utilizado en Estados Unidos, donde alrededor de 20 mil personas lo recibieron, y Argentina fue pionera en este tratamiento, ampliamente utilizado contra la Fiebre Hemorrágica Argentina, también denominada mal de los rastrojos o mal de Junín.

Es el único tratamiento basado en anticuerpos y dirigido contra el virus específicamente, es seguro, y tiene menos de 1% de efectos adversos, en las primeras 24 horas se observan mejoras considerables en los pacientes tratados”, detalló. Los anticuerpos empiezan a formarse entre 10 y los 14 días.

Durante este proceso, que no dura más de dos horas y media, el plasma se obtiene a partir de una donación de sangre de un paciente recuperado de coronavirus. La extracción y procesamiento está a cargo del Instituto Provincial de Hemoterapia, con sede en La Plata. A la sangre se le realiza un procedimiento llamado “aféresis”, que separa el plasma del resto de los componentes de la sangre. Allí mismo se prepara la unidad requerida y se la envía a los hospitales bonaerenses que lo necesitan.

“Para ser aplicado, el paciente con coronavirus o su familiar más cercano debe firmar un consentimiento informado donde se le explica que es parte de un protocolo, y se les dan precisiones del alcance de esta terapia que aún es novedosa y se está investigando pero que, afortunadamente, comienza a mostrar resultados auspiciosos”, comentó Riera.

En el mundo existe una gran carrera por parte de la comunidad científica para lograr una vacuna y dar con el tratamiento más eficaz para el coronavirus COVID-19 (Shutterstock)
En el mundo existe una gran carrera por parte de la comunidad científica para lograr una vacuna y dar con el tratamiento más eficaz para el coronavirus COVID-19 (Shutterstock)

Cinco ejemplos, cinco esperanzas

José Iturbe (43) y Carlos Arapa (40), ambos de Grand Bourg y trabajadores de la construcción estuvieron, hasta hace unos días, internados en la terapia intensiva del hospital de Trauma Federico Abete de Malvinas Argentinas. No se conocían pero ahora saben que los une una historia muy parecida, incluso, los dos confiesan haber creído que “de ésta no salían”. Al parecer, el plasma logró que puedan contarlo.

“Entré al hospital con 40 grados de fiebre y dificultad para respirar, me hicieron los estudios y dio positivo para coronavirus”, contó Iturbe. “Como estaba cada vez peor entré a terapia intensiva y me pusieron oxígeno pero no mejoraba, entonces me dijeron de ponerme plasma de una persona que se había recuperado del coronavirus”, agregó Iturbe y manifestó que enseguida aceptó y agradece haber tomado esa decisión porque “al otro día me sacaron la cánula y la mascarilla de oxígeno”. Asegura: “me salvé gracias al plasma, por eso les pido a todos los que tuvieron coronavirus que donen su plasma”. José fue dado de alta el 24 de mayo, tras 16 días de internación.

Carlos Arapa empezó con síntomas leves el 2 de mayo, pero el 11 ya estaba grave: no podía respirar. Ese día lo internaron en terapia intensiva: “Es espantoso, estaba sin fuerza, casi entregado, hasta que un médico me pidió autorización para hacerme el tratamiento con plasma. Obvio que le dije que sí, la recuperación fue rapidísima, al otro día ya estaba con fuerzas”. Pasaron unos días, lo trasladaron a una habitación común y el 22 de mayo le dieron el alta.

El procedimiento no dura más de dos horas y media y permite que tres a cuatro pacientes graves puedan mejorar su pronóstico (Shutterstock)
El procedimiento no dura más de dos horas y media y permite que tres a cuatro pacientes graves puedan mejorar su pronóstico (Shutterstock)

El tercer caso esperanzador por su respuesta positiva al tratamiento con plasma corresponde a una niña 12 años de San Bernardo que primero estuvo internada en el hospital de Mar de Ajó.

Desde ese establecimiento fue derivada el pasado 20 de mayo al Ludovica de La Plata con diagnóstico de “abdomen agudo quirúrgico, con antecedentes de cardiopatía congénita cianótica”. No obstante, al día siguiente de su ingreso comienza con fiebre, por lo que se le realiza hisopado y da positivo para COVID-19.

Dado que presentaba una cardiopatía, se consultó con el servicio de Inmunología para que evalúe la viabilidad del tratamiento con plasma. Una vez que se autorizó y la familia estuvo de acuerdo se aplicó y, en pocas horas, la niña presentó “mejoría en el estado general con disminución de la dificultad ventilatoria”. “La niña, en estos momentos, está con oxigenoterapia en descenso, con óxido nítrico en descenso, comiendo y en franca mejoría”, dijo el director ejecutivo del hospital Ludovica, Eduardo Pucci.

José Iturbe contó: "Me salvé gracias al plasma, por eso les pido a todos los que tuvieron coronavirus que donen su plasma”. Fue dado de alta el 24 de mayo, tras 16 días de internación (Shutterstock)
José Iturbe contó: "Me salvé gracias al plasma, por eso les pido a todos los que tuvieron coronavirus que donen su plasma”. Fue dado de alta el 24 de mayo, tras 16 días de internación (Shutterstock)

El médico también confirmó que se comprobó la eficacia del plasma en un recién nacido, también asistido en ese hospital pediátrico. “El bebé ingresó con cinco días de vida derivado desde el hospital Fiorito de Avellaneda con diagnóstico de COVID-19, presuntamente adquirido por vía vertical, porque su mamá también tiene la enfermedad pero es asintomática”, detalló Pucci.

En este momento, se ilusiona Pucci, “está sin asistencia respiratoria mecánica, con oxigenoterapia en descenso y en franca mejoría”.

El quinto caso relacionó casualmente a dos profesionales de la salud: a la enfermera Nancy Andrea Maldonado (52) y al médico Fernando Fernández (31). Nancy, enfermera del hospital Avete contó a Infobae: “Yo me sentía mal, iba a trabajar, me dolían mucho las piernas, dormí un rato, tenía 39 grados de fiebre, fui a la guardia del hospital Avete de Malvinas Argentinas, me hicieron placas y quedé internada. Me hicieron el hisopado que al día siguiente dio positivo, estuve 15 días internada. El día 18 me pusieron plasma, al día siguiente me sentía mucho mejor. Ya tengo el alta definitiva, los enfermeros y médicos en el Avete tenemos todos los equipamientos de protección”. Nancy tuvo fiebre, tos, dolor muscular y sintió una considerable pérdida del olfato, denominada anosmia.

En todo el mundo se estudian alternativas de tratamiento contra el coronavirus, y el plasma muestra resultados prometedores  (REUTERS/Piroschka Van de Wouw)
En todo el mundo se estudian alternativas de tratamiento contra el coronavirus, y el plasma muestra resultados prometedores (REUTERS/Piroschka Van de Wouw)

Fernando Fernández (31), médico que trabaja en el Hospital Fiorito de Avellaneda explicó a Infobae: “A fines de febrero me fui de viaje a Reino Unido, cuando estaba allá se decretó la pandemia y anunciaron que cerrarían las fronteras en Argentina y ahí intenté volver al país y logré hacerlo para los primeros días de marzo”.

“Comencé con fiebre, mi primera sospecha fue que tenía coronavirus, fui a la guardia de un sanatorio Finochietto, me hicieron una radiografía de tórax, y allí se pudo ver una neumonía y me hicieron la PCR, el diagnóstico era positivo para COVID-19. Estuve 10 días internado y luego de ello tuve que hacer 15 días más de aislamiento”, sostuvo.

Para Fernando, “el síntoma cardinal fue la fiebre, y decidieron hacer tratamiento empírico con Lopinavir, Ritonavir, sumado a la hidroxicloroquina, y como consecuencia de los afectos adversos tuve un cuadro de gastroenteritis”.

“Lo más difícil fue estar separado de mi familia. Como soy médico, sabía que en Italia y en Francia se estaban realizando ensayos clínicos con el plasma de convalecientes. Al instante que me enteré que lo estaban haciendo desde la provincia de Buenos Aires me anoté para hacerlo, y en el Centro de Hemoterapia de La Plata y por un proceso muy fácil, me extrajeron el plasma, dura entre media hora, cuarenta minutos. Los cuarenta minutos de vida que estuve con el plasma se convirtieron en años de vida para estas personas”, manifestó y agregó: “Quiero agradecer a todos los médicos del Finocchiaro, a los del Fiorito, a mi familia, a todos por cuidarme y acompañarme durante todo el proceso y todos los que donan su plasma ya que con esa simple acción pueden ayudar a salvar a muchas personas”.

Un donante voluntario de plasma convaleciente, paciente recuperado de COVID-19, en el hospital El Cruce, Florencio Varela (REUTERS/Agustin Marcarian)
Un donante voluntario de plasma convaleciente, paciente recuperado de COVID-19, en el hospital El Cruce, Florencio Varela (REUTERS/Agustin Marcarian)

Si te encontrás dentro de los 6.180 recuperados por COVID-19, estás en la provincia de Buenos Aires y querés ayudar a quienes están más graves donando plasma convaleciente, llamá al 0800-222-0101, línea gratuita del CUCAIBA, las 24 horas; o comunicate con el Instituto de Hemoterapia de La Plata al 0221 451-0490.

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