“Solo una persona que se quiera a sí misma puede querer a los demás”: la mexicana Lourdes Laguarda sobre su más reciente novela, “Constelaciones de papel”

Además de escritora, Laguarda es médica cirujana; la autora habló con Infobae sobre su nuevo escrito para el público adolescente, en el cual aborda una serie de triángulos amorosos con el fin de reflejar el mundo artístico y explorar lo complicado de los sentimientos

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Lourdes Laguarda (Foto: SM)
Lourdes Laguarda (Foto: SM)

Escribir en esta época para los adolescentes es muy complicado, pero eso no fue razón para que Lourdes Laguarda se abstuviera de escribir esta novela. Al contrario, eso la motivó a arriesgarse, para transmitirle a los jóvenes la importancia de amarse a sí mismo.

Ese fue su principal aliciente para desarrollar Constelaciones de papel (Editorial SM), novela dirigida a los jóvenes en la cual el amor propio, la amistad, el maltrato y las pérdidas atraviesan la historia, con el fin de tratar de explicarle estos temas a los adolescentes.

Infobae entrevistó a la escritora y médico cirujana, quien asegura que lo que más la motiva es escribir para darle felicidad a sus lectores y practicar la ortopedia para arreglar los males que aquejan a las personas.

Cuando Lourdes estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ya era una amante de los cuentos que cada noche le leía su madre, razón por la cual empezó a escribir, pero si tener como oficio el de escritor es difícil, juntarlo con una carrera de médico cirujano, especialidad en ortopedia e iniciar con ortopedia pediátrica es un reto aún mayor que, para ella, se convierte en diversión.

¿Cómo fue el proceso de trabajar con la novela?

Lourdes Laguarda (Foto: Twitter/@filijcdmx))
Lourdes Laguarda (Foto: Twitter/@filijcdmx))

Nació muchísimo tiempo, en 2013, fue un proyecto que empecé hace un buen, pero desafortunadamente lo dejé en pausa porque era un libro muy largo para mí. Yo escribo cosas mucho más breves. No es largo el libro, pero escribo mucho más breve, aún.

Lo dejé en pausa siete años y con la pandemia tuve chance (oportunidad) de volver a empezar a escribir por los horarios en el hospital y retomé la historia. La buena noticia es que hago una escaleta, unos esquemas muy amplios, muy extensos de todo lo que voy a escribir, entonces lo retomé en 2020.

La verdad fue muy rápida, escribí cinco meses en 2020, cinco meses en 2013 y quedó la novela. La verdad fue una delicia escribirla, fue muy divertido jugar con narradores, con dos tramas paralelas, escribir dos novelas a la vez. Fue muy divertido.

¿Hoy en día se debe trabajar en el amor propio y enseñarles a los niños?

El amor propio es el que se le debe de enseñar a alguien y el que más se debe de cuidar a lo largo de la vida. Yo creo que una persona que tiene un amor propio adecuado, correcto, que ha cuidado, que ha regado y cultivado va a ser una persona que va a poder crear o crecer en todos los demás tipos de amor.

Una persona que se quiera a sí misma puede querer a los demás, a los animales, al medio ambiente, a su familia y a su pareja, pero si ya hay una base no tan sólida de amor propio, todos los demás quedan un poquito inestables.

¿Qué importancia tiene la literatura en tú novela?

Lourdes Laguarda (Foto: Twitter/@filijcdmx))
Lourdes Laguarda (Foto: Twitter/@filijcdmx))

Los libros que salen en la novela son los libros que a mí me han gustado. Lo que hay en esa novela, ya sea un libro que sea eje de la historia, como puede ser El Principito o Moby Dick o un libro o cuento que solo salga ahí mencionado como de Amparo Dávila, Horacio Quiroga, Edgar Alan Poe son los libros que ha mi me gustan.

No lo hice para cubrir una cuota o elegir autores que escriben en español o en inglés, busqué los libros que a mí me han gustado y lo que yo quise hacer fue, “si, les estoy compartiendo un libro que yo escribí, pero este libro quiero que para ustedes, lectores, funcione como una puerta y que esa puerta de entrada los invite a conocer el universo de la literatura.

¿Qué tan difícil fue escribirle a un niño?

Escribir para niños, para mí, es difícil porque yo no escribo para niños, en la vida. Yo los libros que tenía, en ese momento, eran primordialmente de adultos y pues intenté explorar el mundo de la literatura juvenil, pero que tenga algo más que sólo una historia bonita, que traten temas difíciles, de temas bonitos, temas complejos.

El problema era escribir un libro que fuera interesante, que fuera atractivo y que no tratara puros temas banales, sino que si tocara ciertos temas de importancia.

Estuvo difícil, pero me encantó el resultado. A mí me encanta, fue como un experimento muy adecuado.

“Lo que no se nombra no existe”, entonces el hecho de que como lector no encuentra un libro donde se siente identificado o donde encuentre cosas en donde puede estar viviendo no va a sentir esa conexión con la literatura.

Yo entiendo que va a existir gente que va a llegar a mi libro y va a decir: “por supuesto, también tuve un papá que estuvo enfermo y las cosas salen bien, o yo tampoco tuve la fortuna de tener una familia biológica, que me diera chance de desarrollarme, pero alguien me dio cabida en su vida y me adoptó y me volvió su familia, y soy tan familia de esa persona como lo es cualquier otro.

Es como nombrar como cualquier otra cosa para darles un lugar en la literatura y por lo tanto darles un lugar en la vida de las personas.

¿Cuál crees tú que sea un tema complejo para hablarles a los niños?

Lourdes Laguarda (Foto: SM)
Lourdes Laguarda (Foto: SM)

Los niños pueden ser receptivos a cualquier tema, siempre que se aborde de una manera correcta, y a una edad correcta. Obviamente, no vas a empezar a hablar sobre temas de violencia importante con un niño de dos años, pero si creo que si se considera la edad del niño y el nivel de madures, todos los temas más abordados de la manera correcta pueden ser algo que enriquezca la formación del pequeño.

¿Te basas en tú vida para escribir o cómo es tú proceso?

No me baso mucho en la realidad, pero si hay temas que a mí me parecen importante abordar que existen en mi vida personal y que no puedo escapar por más que quiera.

Hay cosas muy sencillas como Fortunato en el libro, un poco más complejas, por ejemplo, en mi familia pensamos que todas las personas merecen amor. Eso es algo que reflejé en la historia. Hay cosas pequeñas, pero la mayor parte es ficción.

¿Cómo haces este equilibrio entre tu carrera como médico cirujano y escritora?

Corrí mucho, siempre correré. Tengo el beneficio de que tenía “horas muertas”, no había pacientes y si eran las tres de la mañana tenía la posibilidad de escribir a esa hora y a veces estudiaba en horas de escritura y viceversa.

Es buscar cachitos de una y otra, intentar equilibrarlo lo más posible: dormir poco, trabajar mucho y como tengo en mi perfil de Twitter: soy médico de día y escritor de noche y viceversa. La verdad no sé.

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