Graciana Peñafort, volver a empezar después del infarto: “Me dieron el alta el día que gatillaron a Cristina y me internaron de nuevo”

La asesora legislativa de la Vicepresidenta contó su afección cardíaca y reveló que esa emergencia influyó en su decisión de intervenir en la campaña del Frente de Todos de CABA

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Graciana Peñafort y su decisión de incorporarse a la campaña electoral. "Aclaré que vengo de un infarto y que traten de no enloquecerme la agenda porque lo peor que puede pasar, les dije, es que me muera", bromeó
Graciana Peñafort y su decisión de incorporarse a la campaña electoral. "Aclaré que vengo de un infarto y que traten de no enloquecerme la agenda porque lo peor que puede pasar, les dije, es que me muera", bromeó

La abogada Graciana Peñafort, directora de Asuntos Jurídicos del Senado -un despacho bajo la órbita de la vicepresidenta Cristina Kirchner- decidió en marzo sumarse a la campaña electoral porteña del Frente de Todos. Hace siete meses, su situación personal era muy distinta. Un viernes 29 de agosto, fue al hospital por un dolor muy fuerte. Estaba teniendo un infarto.

“Dolía como la san puta. Me faltaba el aire”, recuerda Graciana a Infobae. Con esa señal de alerta, y tras realizarse los estudios de rigor, Peñafort volvió a trabajar a la casa manteniendo su rutina habitual. La semana anterior había estado con COVID-19. Estaba claro que no había sido su mejor mes. “Le dije a un amigo que nos fugáramos a Uruguay para ir a ver (la banda) Agarrate Catalina. No pensé que era grave”, agregó.

Según Peñafort, los médicos y ella creían que podía tener un vaso sanguíneo tapado. Canchereaba con los profesionales: “Les decía ‘poneme un stent y dejame la cañería como nueva’, pero no habían podido hacerlo”. El lunes siguiente, se internó para realizarse la angioplastía y tomó conciencia de su estado. “Pensé: ‘tengo 45 años y estoy teniendo un infarto’. Esto siempre pasa a la gente grande. Cuando me metieron en el quirófano gritaba no me quiero morir, tenía mucho miedo”.

Como en las afecciones cardíacas severas, la recuperación suele ser lenta y exige el mínimo nivel de estrés posible. Los médicos habían cuidado el entorno de la intervención quirúrgica, con el mayor aislamiento posible. Es que los hábitos, la rutina y el trabajo profesional la habían colocado en esas condiciones límites. Pero un golpe de la política cercano la iba a sorprender y retrasar el regreso.

“¿Sabés qué día me dieron el alta? El 1° de septiembre de 2022. Llegué a mi casa y me senté a ver C5N. Vi cómo le gatillaban a Cristina. Al día siguiente estuve hospitalizada, internada de nuevo. No fue culpa mía...”, rememoró, con tragicomedia cordobesa.

El fallido intento de asesinato de Fernando Sabag Montiel contra la Vicepresidenta, en la puerta de su casa de Recoleta, gatilló en el corazón de Peñafort. “Tuve una taquicardia tremenda esa noche, acababa de salir de una angioplastía. Me pusieron 24 horas en observación”, dijo la abogada defensora de los ex funcionarios Héctor Timerman y Amado Boudou. “Mas allá de que Cristina es mi jefa, es alguien a quién quiero mucho. No es mi amiga, pero la quiero como se la quiere a un amigo. Por ahí estaba hipersensible y me dio mucha impresión. Esa bala no salió de pedo. Pensaba que la vida estaba toda mal y el mundo se estaba yendo al carajo”.

Con un mundo propio que sucumbía sobre sus pies, Peñafort estaba forzada a volver a empezar. Ahora sale a caminar con mas frecuencia, bajó el consumo de azúcar y realiza una dieta con mayor cantidad de verduras. También tuvo que renunciar a muchas actividades laborales y sociales.

“Tenía que parar con el estrés. Dejé de escribir en todos los lugares que escribía. Me concentré en el laburo, que es lo que me dejan hacer y lo que me permite pagar las cuentas. Antes decía sí a todo, daba clases y conferencias. Ya no hago más esos viajes de ir en el día y volver a la noche, duermo todas las horas que tengo que dormir. Estoy más selectiva porque no me banca el cuerpo”, repasó Graciana. No puede, sin embargo, dejar el tabaco.

Estoy fumando mucho menos. Si no puedo fumar, no puedo escribir”, admitió.

La nueva dieta de Graciana Peñafort
La nueva dieta de Graciana Peñafort

En campaña

Desde su rol en el Senado, Graciana Peñafort asume parte de la estrategia legal de Cristina Kirchner en lo que respecta a los procedimientos de la Cámara alta. Después del cimbronazo en su salud, este año decidió incorporarse por primera vez a una competencia electoral integrándose a la misma plataforma política que encabezan el diputado nacional Leandro Santoro y el ex ministro de Turismo, Matías Lammens, junto a la legisladora Claudia Neira, en representación del Nuevo Espacio de Participación (NEP) del vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos.

Obviamente, Peñafort reconoce que las complicaciones recientes en su salud limitan el margen de acción para la campaña.

“Les aclaré que vengo de un infarto y que traten de no enloquecerme la agenda porque lo peor que puede pasar, les dije, es que me muera durante la campaña. No es una buena idea y no puedo garantizar que no me voy a morir”, dijo, entre risas. “Yo me sumé para hacer lo que haga falta, y que sea compatible con los niveles de exigencia para que no me infarte. Pedí que me eximan de la parte más pesada que es hablar con la prensa. Es una lógica que tengo que evitar”.

Leandro Santoro, Matías Lammens, Graciana Peñafort y Claudia Neira
Leandro Santoro, Matías Lammens, Graciana Peñafort y Claudia Neira

Aunque la campaña será una responsabilidad más (y con cuotas de estrés), Peñafort cuenta que involucrarse de lleno en política era un deseo que venía postergando. El golpe a la salud le hizo reflexionar sobre la finitud y los tiempos.

“Creés que sos inmortal hasta que te das cuenta que no los sos, que estabas equivocada. Una se da cuenta que es frágil. En esos momentos, te preguntás qué quiero hacer de mi vida. Esto me puso en un límite de que las cosas hay que hacerlas. Es mentira que tenés todo el tiempo del mundo. Por eso decidí jugar en política. Siempre lo hice desde la superestructura, ahora quiero hacerlo más desde lo territorial y social. Tengo muchas ganas, y también, un cagazo madre”, concluyó.

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