En la previa de la cumbre del G20, Macri se reunió con el primer ministro japonés Shinzo Abe

El Presidente llegó a Osaka donde mantendrá al menos siete reuniones bilaterales con sus pares de los principales países del mundo

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Mauricio Macri se reunió con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe
Mauricio Macri se reunió con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe

Con la mirada puesta en el inminente acuerdo de libre comercio de la Unión Europea y el Mercosur, y la guerra comercial China-Estados Unidos, Mauricio Macri arribó a Osaka (Japón) para participar de la Cumbre del G20, donde mantendrá al menos siete reuniones bilaterales con sus pares de los principales países del mundo.

Ante una Osaka que no perdió el ritmo normal, ya que el presidente Shinzo Abe no decretó asueto a los empleados públicos ni se frenó el frenético ritmo comercial japonés, Macri llegó con su esposa Juliana Awada y una pequeña comitiva para instalarse en el Hotel Sheraton.

Macri arribó a Osaka a las 7:30 (19:30 hora argentina) en un vuelo procedente de Jakarta, tras una corta visita a Yakarta (Indonesia), donde profundizó las relaciones comerciales con ese país asiático. Ya  en Japón, al presidente argentino lo espera una agitada agenda de tres días, que comenzó con una reunión oficial con Abe, en el hotel Hyat Regency.

A las pocas horas de haber aterrizado en el aeropuerto internacional de Kansai, donde fue recibido por el gobernador de Osaka, Hirofumi Yoshimura, Mauricio Macri mantuvo un breve encuentro con el primer ministro japonés. La reunión, que duró poco más de diez minutos sirvió para acercar posturas de cara a la cumbre del viernes y sábado, en la que se buscará consensuar medidas sobre protección medioambiental y a favor del libre comercio en el clima actual de tensión.

Durante la cumbre del G20, el mandatario "ratificará el compromiso de la Argentina con la agenda multilateral para un crecimiento económico con desarrollo equitativo y sostenible", aseguraron en la Cancillería.

infobae

En la práctica esto implica que Argentina estará más cerca de países como China, Francia, Japón, Canadá o Alemania, que promueven el comercio abierto frente a la postura proteccionista de Donald Trump. De todas maneras, Macri tiene una relación privilegiada con el Presidente de los Estados Unidos, y su probable cercanía con las potencias europeas y China no significará enfriar la relación bilateral con Washington.

El Presidente llegó al Hotel Sheraton de Osaka con una comitiva que integran que el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el canciller Jorge Faurie; el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, y el vocero presidencial, Iván Pavlovsky.

Como adelantó a Infobae el sherpa de la cumbre del G20, Koji Tomita, Japón tratará "de mantener los acuerdos alcanzados en Argentina y lograr el mismo éxito que se logró en Buenos Aires". Sin embargo, asumiendo la guerra comercial entre China y Estados Unidos, no será nada fácil arribar a un documento final consensuado entre todos los protagonistas del foro global.

Para la Cancillería argentina, el encuentro del mandatario con su anfitrión Abe marcará "una continuidad de la relación de cercanía que Macri y el gobernante japonés vienen construyendo y que tuvo su última expresión hace casi siete meses en Buenos Aires con motivo de la reunión del G20 que organizó la Argentina".

Cumbre y bilaterales

En su primer día de estadía en Osaka, Macri asistirá a la apertura de la Semana Argentina, un evento organizado por la popular cadena de supermercados ITO Yokado, que desde el lunes pasado comenzó a ofrecer por primera vez a los consumidores japoneses carne vacuna procedente de la Argentina.

En esta muestra, que será recorrida por el Presidente, también se hará la presentación de otras mercancías argentinas que están ingresando al mercado japonés, como la producción de langostinos, merluza, miel, vino, indumentaria y productos de diseño.

Un día más tarde -viernes en Japón-,  el presidente participará de la ceremonia de apertura del G20 que se realizará en el Centro Internacional de Convenciones de Osaka. Allí el gobierno japonés dispuso de unos 25.000 efectivos policiales para resguardar a los 20 jefes de Estado más los presidentes invitados y delegaciones de organismos multilaterales.

El papel de Macri en esta cumbre no será menor, si se tiene en cuenta que Argentina forma aún parte de la troika de países organizadores de la cumbre, como es Japón y Arabia Saudita que será el país organizador el año que viene.

El sherpa argentino Pedro Villagra Delgado ya se encuentra en Osaka y jugará así un papel preponderante para acercar posiciones y promover el diálogo entre todas las partes. El diplomático argentino ya mantuvo varios encuentros con Tomita para cooperar en todo lo que tiene que ver con el armado del documento final.

Como temas propios, Japón quiere imponer el debate sobre el futuro del empleo, la tercera edad, las nuevas reglas de la tecnología que se viene y las reformas a la Organización Mundial del Comercio (OMC), como paliativo para frenar la guerra comercial de China y Estados Unidos.

Macri y Awada asistirán ese mismo viernes a la comida de bienvenida oficial que ofrecerán el primer ministro Abe y su esposa a todos los mandatarios visitantes, y que se realizará en el Castillo Nishinomaru de Osaka. Y el sábado, Macri participará de la tercera y de la cuarta sesión plenaria del encuentro y de la sesión de clausura, prevista para cerca de las 14 hora local (2 de la Argentina).

En medio de ello está previsto que Macri mantenga reuniones bilaterales con sus pares de China, de Estados Unidos, Francia, Holanda, Canadá, España y Alemania. Con todos ellos abordará las relaciones bilaterales y apuntará a profundizar los nexos comerciales y económicos de la Argentina.

En medio de esta compleja agenda multilateral, Macri además tendrá un ojo puesto en la definición del posible acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. Para negociar este asunto clave para la administración de Cambiemos están en Bruselas los ministros Jorge Faurie y Dante Sica, que tienen la difícil tarea lograr un consenso entre los países del Mercosur y un bloque europeo -encabezado por Emmanuel Macron- que plantea ciertas objeciones a un acuerdo que puede ser histórico por su impacto económico a nivel global.

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