Coincidencias y disidencias entre María Eugenia Vidal y Roberto Lavagna sobre el acuerdo político

La gobernadora evaluó que cualquier dirigente que gane las elecciones va a necesitar de consensos. El ex ministro de Economía planteó: "No hay que sentarse con una actitud beatífica frente a una mesa"

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Roberto Lavagna, su hijo Marco y Miguel Ángel Pichetto escuchan a Felipe González (Foto: Prensa Lavagna)
Roberto Lavagna, su hijo Marco y Miguel Ángel Pichetto escuchan a Felipe González (Foto: Prensa Lavagna)

La gobernadora María Eugenia Vidal y el ex ministro de economía y autoproclamado "protocandidato" a presidente Roberto Lavagna coincidieron, aunque con distintos tonos, en la necesidad de concretar una mesa de consenso políticamente transversal aun en medio de la campaña electoral.

Vidal dijo que el acuerdo "es una herramienta que no hay por qué encarar recién en diciembre; si se puede empezar ahora, mucho mejor". Y aseguró que "no se trata de una convocatoria del Gobierno, simplemente, sino que hay muchos sectores involucrados".

Ante la pregunta del periodista Fernando González en torno a por qué ahora el Gobierno lanzó esta convocatoria a un acuerdo, la gobernadora explicó que "no siente que haya habido períodos ausentes de acuerdos en este Gobierno" y recordó los diálogos permanentes durante la gestión y el convocado en diciembre de 2017 en el CCK. También resaltó que "la mayor parte de los países tienen sus consensos básicos resueltos".

Y al final del diálogo, cuando se le preguntó sobre si se lesionó la confianza entre el presidente Mauricio Macri y ella desde que su nombre empezó a sonar como "Plan V" para competir por la máxima magistratura en las elecciones de este año, simplemente contestó, tranquila y segura: "Para nada".

Lavagna, por su lado, dijo: "Hoy soy más candidato que hace tres meses" porque -justamente- "elaboramos con Pichetto, con Lifschitz, con Margarita Stolbizer, entre otros, una plataforma llamada Consenso 2019, que no está nacida en el apuro" y reconoció que Macri lo había llamado el viernes para hablarle de "los 10 puntos". "Le dije lo mismo que le había dicho dos meses y medio antes, cuando me convocó a hablar en la Residencia de Olivos", o sea, que tenía "un enfoque distinto de lo que hay que hacer en la Argentina".

Sin embargo, pidió que "no busquemos el lado negativo de las cosas", "yo soy defensor del diálogo", pero "tampoco lleguemos a la mesa con una actitud beatífica". Por el contrario, propuso que se realice "un juego de concesiones que tiene que ser consistentes". Y dijo que "ya que este Gobierno tiene una relación con el FMI que no tuvo ningún otro en la historia, Macri podría mostrar vocación de futuro pidiéndole ahora al FMI que renegocie los plazos a partir del 2020".

Muy crítico de la gestión de Cambiemos, la asimiló a la de Cristina Kirchner. "Llevamos 8 años de estancamiento de la economía", sintetizó. Y ante la pregunta de la periodista María Laura Santillán acerca de a quién preferiría que gobierne la Argentina a partir de las próximas elecciones, dijo: "Espero que no haya continuidad ni de Cristina ni de Macri porque ambos fracasaron".

Además, destacó que "no es sencillo lograr acuerdos" al estilo del Pacto de la Moncloa. En Italia se quiso hacer algo así entre Aldo Moro y el líder comunista Enrico Berlinuer y terminó mal. "Por supuesto que me encantaría, ojalá se pueda producir", dijo.

Lavagna y Vidal participaron de la segunda parte de la jornada "Democracia y Desarrollo" que organizó el diario Clarín.