Cómo le fue a la Argentina con las cinco recomendaciones que le hizo la OCDE el año pasado

En 2017, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos elaboró consejos para el Gobierno de Mauricio Macri. Ahora, durante la reunión de ministros de Finanzas del G20, presentó un nuevo informe con la revisión de lo hecho

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Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda argentino, y Ángel Gurría, secretario general de la OCDE
Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda argentino, y Ángel Gurría, secretario general de la OCDE

El gobierno de Mauricio Macri trabaja para que el país ingrese en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el club que agrupa a 35 países cuya misión es "promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo".

Ingresar en la OCDE implica mayor acceso al crédito internacional, mayores posibilidades de aumentar la inversión externa y la posibilidad de pactos con los 35 miembros, que reúnen el 80% del PBI mundial. Si a la presidencia del G20, el gobierno de Macri logra sumarle los votos para comenzar el proceso de acceso, entonces el papel internacional de Argentina cobraría mucha importancia.

Como ya es tradición en las cumbres del G20, el anfitrión recibe formalmente de parte del secretario general de la OCDE el informe Going for Growth ("Apuesta por el crecimiento"), que analiza los parámetros de las políticas estructurales y el rendimiento económico, para ofrecerles a los líderes políticos recomendaciones sobre reformas concretas que impulsen el crecimiento y garanticen que el conjunto de la sociedad pueda participar de sus beneficios.

Los ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20, reunidos en Buenos Aires
Los ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20, reunidos en Buenos Aires

El Informe Provisional de 2018 hace un balance de las diferentes reformas introducidas en el último año, tanto en las economías avanzadas como en las emergentes, con respecto a las prioridades políticas identificadas en la edición anterior de Going for Growth. Argentina tiene su capítulo, y en 2017 recibió sus 5 recomendaciones:

1-Reducir la carga regulatoria, disminuyendo las barreras al comercio y el emprendimiento; flexibilizando la legislación de protección del empleo. Promocionar el comercio exterior por medio de procedimientos administrativos sencillos, transparentes y eficaces.

2-Mejorar los resultados y la igualdad en la educación a través de una mayor inversión en educación durante los primeros años de la infancia; la promoción de la participación de más mujeres en los campos de la ingeniería y la informática; el refuerzo de los vínculos entre la educación terciaria y el mercado laboral y la correcta evaluación y previsión de las competencias necesarias para promover la innovación y responder a las futuras necesidades del mercado laboral.

3-Mejorar la infraestructura y reducir las disparidades entre regiones realizando proyectos de infraestructura planificados como el Plan Belgrano, la electrificación del resto de las líneas de ferrocarril y la Red de Expresos Regionales, que promoverá la conectividad y el comercio intrarregional en el país, e incrementando la capacidad de los gobiernos subnacionales para ejecutar proyectos sin incurrir en retrasos innecesarios. Establecer Asociaciones Público-Privadas (APP) para invertir en infraestructuras, al amparo de la ley aprobada recientemente en esta materia, equilibrando así los riesgos de forma adecuada entre los sectores público y privado.

4- Facilitar la participación de las mujeres en el mercado laboral, por medio del refuerzo de las políticas activas de empleo, para mejorar las competencias y promover oportunidades laborales para las mujeres; seguir mejorando el acceso a guarderías de calidad para niños menores de tres años. Promover la diversidad de género en puestos de liderazgo, tanto en el sector público como en el privado; llevar los problemas de género al debate público por medio de campañas de información y de la introducción de políticas dirigidas a modificar los roles de género.

5- Aumentar la eficacia del sistema tributario, evitando aquellos impuestos que tienen un efecto distorsionador, como los basados en los ingresos provinciales y los impuestos sobre transacciones financieras; ampliando la base imponible del impuesto sobre la renta de las personas y eliminando vacíos legales tales como el trato fiscal preferente de determinados ingresos de inversiones. Seguir reduciendo las retenciones de impuestos sobre las nóminas de las personas que acceden al mercado laboral, con el fin de fomentar la formalización del empleo.

En el seguimiento presentado hoy por el secretario general Ángel Gurria, la OCDE rescata la reforma fiscal del gobierno de Macri: "Se ha incrementado la eficacia del sistema tributario mediante una reforma que reducirá gradualmente el impuesto sobre el volumen de negocio provincial y el impuesto sobre las transacciones financieras".

Además, elogia que la reforma "ampliará la base del impuesto sobre la renta de las personas, porque comenzarán a gravarse los ingresos del capital, con lo que aumentará el carácter progresivo de este tributo".

También, afirma que la reducción de las contribuciones a la seguridad social que deben pagar los empresarios por los trabajadores con baja calificación fomentará la formalización del empleo".

La OCDE también resalta que la reforma rebajará los tipos del impuesto de sociedades del 35% al 25% en caso de reinversión de los beneficios. Y que se han atenuado las barreras para las empresas de reciente creación gracias a la nueva Ley de Emprendedores.

Otro de los puntos que resalta y alienta es el incremento de la inversión en infraestructuras, "al crearse nuevas Asociaciones Público-Privadas (APP) en el sector de la energía y para la construcción de una terminal aeroportuaria".

Pero con la reforma fiscal no alcanza, la OCDE apunta que "la brecha del PIB per cápita en relación con los principales países del grupo es considerable y no se ha reducido en los últimos años, lo cual es un reflejo tanto de la escasa productividad como del bajo nivel de empleo".

Afirma que el crecimiento de las inversiones "está estancado" y que existe "una importante carencia de infraestructuras que debe resolverse".

Además, afirma que "los niveles de pobreza y desigualdad se mantienen altos lo que contribuye, junto con la escasa calidad de la educación, a una baja movilidad social".

En su capítulo argentino, la OCDE pide "desbloquear el potencial de crecimiento por medio de una distribución más eficaz de los recursos". Es que, aseguran en el documento, si se redujesen las desigualdades en educación y mejorase la adquisición de competencias, también aumentarían el empleo y la productividad laboral, y se promovería la movilidad social.

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