Las amenazas de bomba en las escuelas bonaerenses son cada vez más frecuentes y el control policial no cesa de realizar las inspecciones necesaria para dar cuenta de la falsedad de las intimidaciones.
Una de las localidades más perjudicadas es Morón, que lleva un promedio de 100 amenazas por día en lo que va de octubre, y en las que algunas escuelas recibieron llamados todos los días en la última semana. Desde el oficialismo sospechan que haya militancia política detrás de todo.
La ola de llamados intimidatorios comenzó en el mes de julio y fue acrecentándose con el tiempo, hasta llegar a un promedio inédito en la provincia de Buenos Aires: las estadísticas muestran que, en lo que va de octubre, 585 mil alumnos fueron evacuados de sus escuelas.
En un informe presentado en Periodismo Para Todos, un periodista pasó una mañana con la delegación de explosivos de Morón, y a las 8 de la mañana del pasado viernes ya habían recibido seis amenazas en la zona de Merlo y una séptima en Morón. En el informe se muestra el trabajo intensivo que tienen que realizar los efectivos policiales y cómo estos se dirigen de una escuela a otra ejerciendo su labor sin encontrar un solo explosivo a pesar de todas las amenazas.
Rubén Facenta, secretario de la Escuela Secundaria N° 23, declaró que recibieron intimidaciones "todos los días" durante la semana pasada. Además, dio detalles sobre cómo es la reacción de los alumnos frente a las amenazas: "Al principio estaban muy asustados porque desconocían, y ahora ya se lo toman natural".
Por su parte, los directivos escolares esperan que este fenómeno se tranquilice una vez pasadas las elecciones y vinculan los llamados con la política.
Luego del informe, el periodista Rolando Barbano señaló que "hay gente agitando que tienen identificada" y que "se cree que son militantes políticos de segunda línea, como los que le tiraron huevos a Macri". Además indicó que se sospecha de gente que estaría vinculada al espacio Nuevo Encuentro, partido de Martín Sabbatella, y que no se realizan medidas ejemplares porque los investigadores judiciales aseguran que no quieren "ensuciar las elecciones".
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