Un robo audaz y registrado en video volvió a poner en evidencia la vulnerabilidad de los trabajos de obra pública en Arequipa. A plena luz del día y sin importar la presencia de varios trabajadores en el lugar, un delincuente sustrajo un equipo topográfico valorizado en más de 5 mil dólares mientras se realizaban labores de mejoramiento vial en el distrito de Paucarpata. La escena, captada por cámaras de seguridad, muestra una acción rápida, coordinada y ejecutada en cuestión de segundos.
El hecho ocurrió en la asociación de vivienda Cerrito de Huacsapata, una zona donde se desarrollaban trabajos impulsados por el Gobierno Regional. Los obreros se encontraban a pocos metros del equipo técnico, herramienta clave para la medición y planificación de la obra, cuando un vehículo se aproximó lentamente al lugar. Nadie imaginó que esa breve detención terminaría en un robo que hoy es materia de investigación policial.
Robo de equipo topográfico quedó registrado por cámaras de seguridad en Paucarpata
Las imágenes difundidas muestran cómo un automóvil de placa P3F-514 se acerca de forma pausada a la zona donde estaba instalado el equipo topográfico, utilizado para garantizar la correcta ejecución de los trabajos viales. El vehículo se detiene por algunos segundos, simulando una situación cotidiana, sin generar sospechas inmediatas entre los trabajadores que continuaban con sus labores.
En ese breve lapso, el sujeto que viajaba en el asiento del copiloto ejecutó el robo. Según se aprecia en el video, el delincuente se asomó parcialmente por la ventana del auto, tomó el costoso equipo y lo introdujo rápidamente al interior del vehículo. Todo ocurrió en cuestión de instantes, sin que mediara forcejeo ni amenazas, aprovechando la sorpresa y la cercanía del personal técnico.
Tras concretar el robo, el conductor aceleró de inmediato y huyó por las calles del sector, dejando a los trabajadores atónitos ante lo ocurrido. Algunos de ellos intentaron reaccionar y seguir al automóvil para alertar a las autoridades, pero la rapidez de la maniobra permitió que los responsables escaparan sin ser alcanzados.
De acuerdo con la información preliminar, la Policía Nacional del Perú en Arequipa ya cuenta con los registros audiovisuales que permiten identificar el vehículo involucrado y analizar las características físicas de los presuntos implicados. Las grabaciones son consideradas una pieza clave para el avance de las diligencias y la ubicación de los responsables.
La inseguridad ya cuesta el 2,2% del PBI peruano y presiona a sectores clave de la economía
El avance del crimen organizado se ha consolidado como uno de los principales factores de riesgo para la economía nacional y todo indica que su impacto será mayor en el 2026. De acuerdo con estimaciones del Banco Central de Reserva, la inseguridad ciudadana representa actualmente el 2,2% del PBI, una carga que se traduce en miles de millones de soles perdidos por menor productividad, interrupción de actividades y mayores gastos en protección. Si esta tendencia se mantiene, las pérdidas económicas podrían ubicarse entre S/ 22.000 millones y S/ 24.000 millones, comprometiendo casi un punto del crecimiento anual.
Las actividades más expuestas siguen siendo construcción, comercio, transporte, minería y energía, sectores donde la extorsión, el sicariato y los secuestros se han convertido en amenazas recurrentes. Solo en el rubro construcción se han registrado al menos 25 asesinatos entre 2011 y 2024, reflejando el nivel de riesgo que enfrentan empresas y trabajadores. En paralelo, la presión criminal eleva costos operativos, genera paralizaciones forzadas y afecta directamente la continuidad de obras públicas y privadas, especialmente en zonas estratégicas.
El impacto también se siente con fuerza en los pequeños negocios. Según datos recientes, el 83,9% de los bodegueros identifica a la inseguridad como su principal obstáculo para operar, por encima de factores como el acceso al crédito o la competencia informal. A esto se suma el crecimiento acelerado de delitos como la extorsión, cuyas denuncias aumentaron cerca de 800% en los últimos ocho años, alcanzando 22.970 casos a octubre de 2025. Este escenario anticipa un 2026 marcado por mayores sobrecostos, menor inversión y un entorno económico cada vez más condicionado por la violencia criminal.