Pacientes y familiares de personas trasplantadas de riñón vienen denunciando en redes sociales el desabastecimiento de tacrolimus, un medicamento esencial para evitar el rechazo del órgano trasplantado. Los reportes provienen de hospitales del Ministerio de Salud (Minsa) y de EsSalud, donde usuarios aseguran que llevan días sin acceder a su medicación diaria.
El tacrolimus es un inmunosupresor de uso permanente. Sin él, un paciente trasplantado puede deteriorarse en cuestión de horas y, en los casos más graves, perder el órgano o la vida.
“Así haya guerra, este medicamento siempre debía estar”
Caterina Foresti, familiar de un paciente trasplantado atendido en el hospital Almenara, contó a Infobae Perú que la situación se vive con angustia:
“EsSalud está pasando por un desabastecimiento de medicamentos para varias enfermedades. En este caso, el tacrolimus es vital para todas las personas trasplantadas. Los médicos me dijeron cuando operaron a mi papá en 2021 que este era un medicamento que así haya guerra siempre iba a haber, porque el Estado es el único que lo brinda. Pero ahora no está siendo correctamente abastecido”.
Foresti explica que el hospital se ha visto obligado a pedir prestado el medicamento a otras sedes, debido a que Digemid aún no aprueba la compra.
En su video viral —que generó decenas de testimonios— otros usuarios aseguran haber tenido problemas similares con medicamentos para VIH, cáncer, diabetes u otras enfermedades crónicas.
Reducción de dosis y compras fuera del país
La familia de Caterina recibió temporalmente 50 cápsulas donadas por otros pacientes, pero esta “solución” no es accesible para todos. Ante la falta del medicamento, los médicos le indicaron reducir la dosis de tres a dos cápsulas diarias.
“No nos han dicho si habrá algún sustituto. Solo nos dicen que Digemid debe hacerse cargo estos días, pero no hay claridad”, afirma.
También reporta que muchos pacientes están recurriendo a comprar tacrolimus en el extranjero, especialmente en India, pese a que importar medicación sin autorización formal implica riesgos sanitarios y legales.
“Las quejas se sienten como una botella al mar”
Foresti presentó una queja en la plataforma de la Defensoría del Pueblo y revisa diariamente la página de Digemid en busca de información. No recibe respuesta.
“Llamar al Minsa es complicado porque solo atienden hasta las 5:30 p. m. A veces mandar una queja en una página del Estado se siente como lanzar una botella al mar. Yo estoy denunciando, pero muchos otros no pueden o no saben cómo. Esto no puede verse como un caso aislado”.
EsSalud confirma desabastecimiento y ofrece alternativa temporal
Tras las denuncias públicas, EsSalud confirmó el desabastecimiento de tacrolimus y dispuso temporalmente entregar ciclosporina 50 mg como alternativa terapéutica.
Sin embargo, especialistas advierten que el cambio de inmunosupresor no es un ajuste menor: implica riesgos, requiere una vigilancia médica estrecha y podría alterar la estabilidad del órgano trasplantado. La interrupción o modificación brusca de la medicación inmunosupresora puede desencadenar episodios de rechazo agudo o deterioro progresivo del injerto.
Un problema que se arrastra
El problema no es nuevo. A comienzos de este año, la Contraloría General de la República publicó un informe que advertía el desabastecimiento crónico en hospitales de EsSalud. Según la supervisión realizada en 14 regiones, el 85% de los establecimientos visitados reportaba falta de medicamentos esenciales, incluidos tratamientos para VIH, cáncer, psiquiatría, pediatría, anestesiología y trasplantes. El informe reveló, además, un manejo disparejo del stock: mientras algunos hospitales no tenían inventario suficiente para dos meses, otros acumulaban excedentes por más de seis meses, lo que aumenta el riesgo de vencimiento y de pérdidas económicas para el Estado.
En medio de este panorama, pacientes y familiares insisten en que el tacrolimus debe ser repuesto de inmediato y que Digemid debe informar con claridad cuándo autorizará la compra. También piden un cronograma transparente y un plan de contingencia que evite nuevos episodios de escasez. Foresti subraya que su principal temor es que la vida de su padre vuelva a estar en riesgo.
“Mi papá vive gracias a esta medicación. Y como él, miles”, afirma. “No podemos permitir que personas trasplantadas pierdan años de vida ganados porque el Estado no puede garantizar un medicamento que es su obligación brindar”.
Las denuncias continúan acumulándose y, mientras no haya una solución definitiva, cada día sin tacrolimus es un día de incertidumbre para miles de familias.
Minsa prestará tacrolimus a Essalud por escasez
El Ministerio de Salud (Minsa) respondió a la preocupación por la escasez de tacrolimus, un medicamento inmunosupresor clave para pacientes trasplantados. En su pronunciamiento, el Minsa explicó que entregará un préstamo temporal de este fármaco a EsSalud para garantizar el abastecimiento y evitar la interrupción en los tratamientos de los pacientes afectados.
La entidad precisó que el préstamo del tacrolimus se realiza de forma excepcional y bajo la coordinación de ambas instituciones. El objetivo es asegurar que los pacientes que dependen de este medicamento reciban su dosis de manera continua, mientras EsSalud gestiona mecanismos adicionales para solucionar el problema de desabastecimiento en su red hospitalaria.
El Minsa instó a EsSalud a tomar medidas rápidas para restablecer el stock regular y cumplir con la cobertura que requieren los pacientes. El ministerio recalcó que esta acción no representa un suministro permanente, sino una medida de emergencia frente a la coyuntura, reiterando que la continuidad terapéutica de los pacientes debe estar garantizada por el ente encargado de su atención.