San Marcos reabre sus puertas tras logro estudiantil contra la ‘privatización encubierta’: clases se reanudan este 15 de septiembre

El levantamiento de la toma por los estudiantes dejó como resultado compromisos para garantizar acceso gratuito a la segunda carrera y mejoras en servicios de bienestar universitario

Vista de la Ciudad Universitaria, epicentro de las protestas por la defensa de la gratuidad de la educación pública. Foto: Stifs Paucca Suárez

La Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) informó que, luego de varios días de paralización, las clases y actividades administrativas se retomarán a partir de este lunes 15 de septiembre. El anuncio se dio al alcanzar acuerdos con los estudiantes que mantenían la toma del campus como medida de protesta.

“Tras un proceso de diálogo, se alcanzaron acuerdos que permiten restablecer las actividades académicas y administrativas de manera presencial (…) Agradecemos la comprensión de la comunidad sanmarquina durante estos días de toma de la Ciudad Universitaria”, señaló la institución en un comunicado oficial.

Aunque el pronunciamiento mencionó que la protesta fue realizada por “un grupo de estudiantes”, en realidad se trató de una movilización organizada por la Federación Universitaria de San Marcos (FUSM), junto a otros gremios y colectivos estudiantiles, en rechazo al cobro de matrícula y mensualidad para quienes deseaban cursar una segunda carrera, restricciones en la postulación, entre otros.

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La UNMSM anuncia reinicio de clases el 15 de septiembre.

Los acuerdos alcanzados

Luego de dos mesas de diálogo, con la mediación de la Defensoría del Pueblo, se establecieron los siguientes compromisos:

  • Más raciones en el Comedor Universitario: se aumentará de 2,200 a 2,600 raciones de almuerzo, de 800 a 1,050 en la cena y de 500 a 700 en el desayuno. La ampliación debe cumplirse a más tardar el 15 de noviembre.
  • Ampliación de horarios del comedor, en coordinación con estudiantes y personal operativo.
  • Archivo de procesos penales y administrativos contra dirigentes y alumnos involucrados en las protestas, con el apoyo legal de la Oficina General de Asesoría Legal.
  • Anulación de las modificaciones al Reglamento de Admisión 2026-I, que contemplaban cobros de S/1,000 por postular a una segunda carrera y mensualidades de S/300.
Acta firmada entre estudiantes y autoridades. Foto: difusión

La FUSM celebró estos avances como una “reivindicación del derecho a la gratuidad de la universidad pública”, aunque advirtió que “la lucha no ha terminado” y que se mantendrán vigilantes frente a cualquier intento de privatización.

¿Cómo empezó el conflicto?

El malestar estudiantil surgió en julio, cuando se aprobó el nuevo reglamento de admisión 2026-I, que imponía pagos para quienes quisieran llevar una segunda carrera. Para los alumnos, esa medida representaba un retroceso en el acceso a la educación gratuita, por lo que solicitaron reiteradamente establecer una mesa de diálogo con las autoridades. Sin embargo, este pedido no fue atendido.

Es así como la protesta escaló hasta desembocar en la toma de la Ciudad Universitaria, lo que obligó a la instalación de mesas de negociación entre estudiantes, autoridades y la Defensoría del Pueblo.

San Marcos retoma sus clases presenciales este lunes 15 de septiembre tras toma de Ciudad Universitaria por estudiantes. Foto: Stifs Paucca Suárez

El estado del campus tras la toma

Durante los días de ocupación circularon versiones sobre posibles daños en la infraestructura. Sin embargo, una verificación realizada por la Defensoría del Pueblo el 11 de septiembre descartó esas versiones: “No se verificaron daños en la infraestructura educativa, tampoco personas heridas ni detenidas”, señaló la institución en su cuenta de X.

Durante la toma del recinto universitario, estudiantes compartieron café y comida para pasar la noche. Foto: Stifs Paucca Suárez

Infobae Perú también recorrió el campus y confirmó que las instalaciones permanecían en buen estado. La única intervención realizada por los estudiantes fue el uso de chatarra del conocido “cementerio de burros” —materiales y vehículos en desuso almacenados en la universidad— para obstruir los accesos principales como medida de seguridad durante la medida pacífica.

Alumnos percnotaron en San Marcos para mantener la toma por la gratituidad de la educación: veían películas en un proyector para distraerse. Foto: Stifs Paucca Suárez

¿Por qué los estudiantes cubrieron sus rostros?

Un detalle que marcó la protesta fue que muchos de los estudiantes participantes se cubrían el rostro. Según explicaron dirigentes universitarios y los mismos alumnos a este medio, lo hacían por temor a represalias de las autoridades.

Señalaron que en movilizaciones anteriores, personal de seguridad interna tomó fotografías de los manifestantes para identificarlos y luego abrirles procesos disciplinarios o incluso investigaciones penales.

Alumnos cubrieron sus rostros durante la toma de San Marcos por temor a represalias y procesos disciplinarios posteriores. Foto: Stifs Paucca Suárez

Entrega y reinicio de actividades

La entrega del campus se llevó a cabo en la puerta 1 con la presencia de la rectora Jeri Ramón Ruffner, representantes de la FUSM y delegados de la Defensoría. Posteriormente, las autoridades recorrieron las instalaciones y constataron la normalización de los espacios.

En su intervención, la rectora destacó que el objetivo principal es “garantizar la continuidad de las clases y evitar más interrupciones”.

Con ello, San Marcos retoma su rutina académica después de días de tensión, con compromisos que, según los estudiantes, esperan que aseguren la gratuidad de la segunda carrera y mejoras en los servicios para los estudiantes.

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