Un oso de anteojos fue registrado por primera vez en la Reserva Comunal Tuntanain, mediante 14 cámaras trampa instaladas en conjunto con pobladores de la comunidad nativa de Kusumatak, en la región Amazonas.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Área naturales por el Estado (Sernanp), este avistamiento se logró luego de recopilar evidencias indirectas sobre la presencia de esta especie en distintos sectores del área protegida, a través de información que se recopiló en entrevistas a residentes locales y en los patrullajes realizados por los guardaparques.
Este oso adulto se encontraba en la cuenca alta del río Domingusa, en la provincia de Condorcanqui, a una altitud de cerca de 900 metros.
¿Dónde viven estos ejemplares?
Según un mapa de distribución elaborado por expertos, antes no se consideraba la Reserva Comunal Tuntanain como parte de su hábitat. Pobladores Awajún ya habían reportado avistamientos en reuniones y talleres desde la creación de esta área en el 2007.
Las cámaras trampa se colocaron para documentar la diversidad de especies terrestres medianas y mayores, además de determinar su distribución y estado.
Según National Geographic, estos ejemplares viven en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, de norte a sur. Entre los ecosistemas tropicales en los que se encuentran, a lo largo de los Andes, están en: matorrales secos y húmedos tropicales, bosques secos tropicales, bosques húmedos tropicales de tierras bajas y de montaña, y pastizales de gran altitud.
Gracias a que son excelentes trepadores, indica la revista, suelen construir plataformas en los árboles donde descansan. Ahí se alimentan de frutas y vigilan las áreas de alimentación.
El oso de anteojos también es conocido como oso andino, y es la única especie que habita en Sudamérica. Actualmente, está catalogado como Vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Avistaron a familia de osos andinos
En marzo de este año, se pudo ver a una familia de tres osos andinos en el Santuario Histórico de Machu Picchu, custodiado por los guardaparques Marcel Ramos Quispe y Cristian Javier González Lizunde. Entre ellos se encuentran una hembra adulta y dos oseznos, cuya presencia fue alertada por un patrullaje en el sector de Wayllabamba - Paucarcancha.
A pesar de que Machu Picchu forma parte del hábitat usual de estos animales, suelen ser tímidos, por lo que verlos no es común. Actualmente, está clasificada como una especie vulnerable según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
“La naturaleza nos deleita una vez más en nuestro Santuario Histórico de Machupicchu - Sernanp. Gracias al trabajo de los guardaparques Marcel Ramos Quispe y Cristian Javier González Lizunde se pudieron registrar tres ejemplares de oso andino: una hembra adulta y dos oseznos. El importante hallazo se realizó en el sector de Wayllabamba - Paucarcancha, durante el patrullaje rutinario de esta importante área natural protegida”, mencionó el santuario a través de Facebook.
¿Cuáles son sus características?
A diferencia de otras especies de osos que suelen entrar en hibernación durante los meses más fríos del año, el oso de anteojos (Tremarctos ornatus) rompe con esta norma. Según informó Animal Diversity Web (ADW), una enciclopedia en línea gestionada por la Universidad de Michigan, esta especie no necesita hibernar gracias a la disponibilidad constante de alimento en la mayoría de su hábitat natural. Este comportamiento lo distingue de otros osos y subraya su capacidad de adaptación a las condiciones de su entorno.
El oso de anteojos, también conocido como oso andino, es fácilmente reconocible por las características manchas blancas o tostadas que rodean sus ojos, las cuales se asemejan a unas gafas. Estas marcas, que varían en forma y tamaño entre los individuos, son el rasgo más distintivo de su apariencia y el origen de su nombre común. De acuerdo con ADW, su pelaje es predominantemente negro, aunque algunos ejemplares presentan tonalidades marrón rojizo.