Alejandro Toledo, expresidente y esposo de Eliane Karp, se entregó a la justicia de Estados Unidos este viernes 21 de abril. Un video y fuentes de la cancillería peruana así lo confirmaron. En la víspera, en una entrevista para la agencia EFE anunció que iba a hacerlo y ahora solo queda que se consume su tan ansiada extradición al Perú.
Toledo Manrique, investigado por casos vinculados a la corrupción como Odebrecht y Ecoteva, regresará a suelo peruano luego de más de seis años, entre idas y venidas por su esperada extradición. Ahora lo que viene para el exmandatario es un camino corto y más directo.
Tras entregarse, el expresidente permanecerá detenido en uno de los penales de San José, una de las ciudades más importantes del estado de California, a la espera de que se terminen las coordinaciones para subirlo a un avión con destino a Lima.
“Todo hace indicar que, en los pocos días que se mantenga en esta ciudad antes de ir al Perú, será trasladado a un penal de la ciudad. No tenemos confirmado el nombre, pero vamos a estar al tanto”, informó Gerardo Reyna, corresponsal de RPP Noticias.
Trascendió, además, que un miembro del Consulado de Perú en San Francisco ya se habría acercado a la sede judicial norteamericana en la que se entregó Toledo para realizar las diligencias correspondientes.
Expertos calculan que el expresidente deberá pisar suelo peruano a más tardar el martes 25 de abril, por lo que estará cumpliendo sus últimas horas en tierra estadounidense.
Una vez concretada su extradición, Toledo pasará a cumplir una prisión preventiva de 18 meses por el sonado caso Interoceánica, que lo vincula con presuntos actos de corrupción con Odebrecht.
Se especuló que esta medida coercitiva la cumpliría en el penal Barbadillo de Ate, donde también se encuentran recluidos los expresidentes Pedro Castillo (prisión preventiva por el golpe de estado del 7 de diciembre de 2022) y Alberto Fujimori (condena por crímenes de lesa humanidad).
El jefe del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE), Javier Llaque, ya adelanto que el mencionado recinto carcelario se encuentra “óptimo” para que Toledo pueda cumplir la prisión preventiva que pesa en su contra.
Con 77 años, el expresidente pidió a las autoridades peruanas que “no lo dejen morir en la cárcel” y respeten sus argumentos de defensa. Sin el poder de ocupar el sillón en Palacio de Gobierno y con serias acusaciones de presuntamente haber recibido coimas, parece esperarle al expresidente un futuro gris.
Vuelo comercial
Silvana Carrión, procuradora ad hoc del caso Lava Jato, aseguró que Toledo será trasladado a suelo peruano en un vuelo comercial que se se ajuste a las necesidades del caso.
Agregó que estas coordinaciones internas y logísticas las realiza “el departamento de Justicia con la autoridad del Ministerio Público”.
Serias acusaciones
El Ministerio Público maneja diversas imputaciones en contra del esposo de Eliane Karp, quien lo llamaba “mi cholo sano y sagrado”, pero la más grave de todos es la de ser acusado de cobrar a la constructora Odebrecht al menos 35 millones de dólares en sobornos, para favorecerla con la adjudicación de la carretera Interoceánica.
Jorge Barata, exjefe de Odebrecht de Perú, es la pieza clave para los fiscales anticorrupción. Sus confesión del 24 de abril del 2019 comprometen seriamente a Toledo Manrique con las sospechas que tiene el Ministerio Público sobre él.
Ante el equipo especial de fiscales para el caso Lava Jato, Barata declaró que en una oportunidad el expresidente le reclamó muy molesto por un retraso el desembolso de las coimas. “¡Oiga, Barata, paga carajo!”, es la frase que le habría dicho Toledo por la demora.
Casi al borde de los 80 años, a Toledo le esperan días difíciles probablemente en una cárcel de la capital peruana, aunque no se descarta que por la avanzada de su edad y su estado de salud, como ya se ha visto con otros personajes políticos investigados, cumpla arresto domiciliario o alguna medida menos gravosa.