Talentos invisibles que se transforman en proyectos de vida

El emprendedorismo exhibe un cuantioso valor como alternativa que dota de herramientas a un universo de mujeres que, movilizadas por el ferviente deseo de crecer a partir de la capacitación y el asesoramiento, logran salir del ostracismo

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Foto: (Pro Mujer Pablo Mekler 2023)
Foto: (Pro Mujer Pablo Mekler 2023)

El mes de la mujer exhorta a reivindicar la lucha histórica y redoblar los esfuerzos en pos de lograr una mayor participación activa en lugares de decisión y en todos los estamentos de la sociedad.

Irrumpe con fuerza el desafío de visibilizar las desigualdades que afectan a la mujer en materia económica, laboral, social, rural, ambiental, etc. Avanzar hacia un cambio de paradigma implica entender, de una vez y para siempre, que determinados vestigios de la matriz social deben ser desterrados, a fin de poner punto final a la discriminación y el destrato.

Abrazar esta causa es una decisión que requiere acciones concretas. Es en ese punto donde la educación se convierte en una prioridad insoslayable para que las mujeres puedan alcanzar autonomía e independencia.

En el actual entramado social, el emprendedorismo exhibe un cuantioso valor como alternativa que dota de herramientas a un universo de mujeres que, movilizadas por el ferviente deseo de crecer a partir de la capacitación y el asesoramiento, logran salir del ostracismo.

Hay cientos de mujeres con múltiples habilidades que se encuentran en sus hogares, sin la posibilidad de potenciar sus capacidades productivas. Son talentos invisibles que con el fomento de la cultura emprendedora, pueden convertir sus saberes en el insumo principal de su proyecto de vida.

Poner la mirada en el crecimiento y desarrollo es clave, pero es imprescindible sumarle compromiso, esfuerzo y decisión.

El trabajo genuino, el valor agregado, el aporte a la economía del hogar o el ser sostén de la vida familiar, no solo es posible, sino que además, aumenta la autoestima, la independencia, la libertad. Es dignidad.

Estar a la vanguardia del nuevo paradigma conlleva a trabajar por el empoderamiento en todas sus dimensiones.

Reconocer la posibilidad emprendedora de las mujeres y estimular el desarrollo del potencial que les pertenece, requiere de acciones específicas en el marco de políticas públicas integrales que den respuestas a las demandas sociales y posibiliten transitar hacia la conquista de nuevos derechos.