La política educativa en la era Biden

El presupuesto que el Presidente enviará al Congreso propone un importante aumento destinado a las escuelas más pobres del país

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La vice presidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, la congresista Rosa DeLauro y el secretario de Educación Miguel Cardona, durante una visita a una escuela de Connecticut (REUTERS/Carlos Barria)
La vice presidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, la congresista Rosa DeLauro y el secretario de Educación Miguel Cardona, durante una visita a una escuela de Connecticut (REUTERS/Carlos Barria)

Aliados y opositores parecieran coincidir en que las primeras semanas de Biden como presidente de Estados Unidos han estado llenas de grandes ideas y propuestas. Entre ellas, se destacan la aprobación del paquete de estímulos de 2 trillones de dólares, su plan de infraestructura de casi el mismo monto y financiado por el aumento de impuestos a las corporaciones, la reinserción al Acuerdo de París por el Cambio Climático, la vacunación masiva, el retiro de las tropas de Afganistán luego de 20 años en el país, y una postura firme con Rusia y China.

Si bien varias iniciativas, principalmente las de política exterior, son una continuación de la administración anterior, queda bien claro que el presidente Biden tiene una ambiciosa y positiva agenda de políticas públicas domésticas y de reinserción de Estados Unidos en el debate multilateral.

¿Y qué ha planteado para la mejora de la educación? Estados Unidos, si bien invierte casi un 5% del producto bruto en educación, está en la posición 37 en las pruebas internacionales PISA al ser evaluado en matemática, y presenta crecientes desafíos de desigualdades en los resultados de aprendizaje, profundizados por la pandemia.

El nuevo Secretario de Educación, Miguel Cardona, de padres puertorriqueños y el primer hispano en ocupar el cargo en la historia del país, es un gran creyente en la fuerza de la educación para generar movilidad. Como dice él: “Soy el nieto de un productor de tabaco que no había terminado la escuela primaria, que vino a Estados Unidos a buscar oportunidades, y tuvo la posibilidad de educar a su familia y crear movilidad ascendente”. Cardona tiene una interesante combinación de experiencia como maestro y director de escuelas, junto con funciones ejecutivas como director de Evaluación y performance del distrito de Meriden en Connecticut y comisionado del Estado de Connecticut.

Las escuelas en Estados Unidos están bajo la responsabilidad de los distritos escolares, que son más de 15 mil en todo el país. La Secretaría de Educación federal tiene el deber de evaluar, de producir estadísticas nacionales y, en las últimas décadas, también ha buscado generar e impulsar reformas con financiamiento enfocadas en la mejora de los aprendizajes.

El Presidente George W. Bush tuvo una iniciativa principal en educación No Child Left Behind, que terminó siendo una legislación bipartidaria que promovió mayores estándares de calidad y financiamiento condicionado por mejores evaluaciones y mediciones de resultados. El presidente Obama impulsó Race to the Top, una política para financiar estados que presentaran mejoras específicas en aprendizaje y demostradas con evidencia.

La administración Biden, marcada por la pandemia, está enfrentando desafíos muy diferentes. Una de sus primeras iniciativas fue alentar la apertura de las escuelas en todo el país, además de posponer para millones de estudiantes universitarios el pago de sus deudas. La deuda acumulada es de 1.7 trillones de dólares, la segunda más grande luego de la que se genera en hipotecas inmobiliarias. Biden ya ha prometido que reducirá parte de esta deuda y pospondrá los pagos, aunque tiene la presión del ala más de izquierda de su coalición y de dirigentes como los senadores Bernie Sandres y Elizabeth Warren, quienes proponen condonarla para todos los estudiantes.

A su vez, el presupuesto que enviará al Congreso incluye un aumento del 41% de la inversión de la Secretaría a 102 billones de dólares, con la mayoría del aumento destinada a las escuelas más pobres del país. Se trata del más alto incremento en los últimos 55 años. Además, el plan de infraestructura de Biden está incluyendo financiamiento para el arreglo y construcción de escuelas en todo el país.

A diferencia de lo que sucede en América Latina, los secretarios de Educación en Estados Unidos tienen amplios consensos al comenzar su trabajo sobre la prioridad que representa la educación, la aceptación de diferentes formatos de enseñanza y financiamiento de escuelas, la importancia de la evaluación permanente y la definición de políticas basadas en evidencia.

A su vez, los secretarios generalmente presentan una combinación de experiencia en la escuela pero también de administración y gestión, ya que conducir un departamento de 68 billones de dólares de presupuesto y casi 4 mil personas requiere de capacidades de liderazgo, de ejecución y mediciones de impacto de corto y largo plazo.

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