Los maestros queremos enseñar

Manuel Becerra

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El domingo pasado, el legislador oficialista Diego Marías publicó una columna de opinión sobre la aprobación de la UniCABA, destinada a continuar desinformando a los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires acerca de la política educativa.

Marías sostiene que la creación de la UniCABA "dio nacimiento a prácticas e instituciones que la Ciudad carecía (sic), sin afectar al resto de los actores", al referirse a la formación de docentes, profesores y profesionales. Marías desconoce tal vez que, además de los 29 Institutos de Formación Docente de gestión estatal, hay 56 de gestión privada y 2 universidades nacionales que ofrecen carreras docentes dentro del ámbito de la CABA. Como centro administrativo y económico del país, en esta ciudad la oferta de carreras terciarias y universitarias es amplísima y variada. Incluso la docente. O Marías no conoce la oferta educativa de Buenos Aires o se dedica a mentirles a los porteños.

La educación porteña no necesita enriquecer su oferta: necesita mejorar la existente. Los 11 años de gobierno del PRO y la no resolución de los mismos problemas que dicen querer solucionar con esta ley son la prueba cabal de en el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta no hay nadie que comprenda ni aporte soluciones reales a los problemas educativos de los porteños. Al contrario: genera conflictos donde no había.

Mientras la publicidad oficialista de Rodríguez Larreta se multiplica en las aplicaciones del celular, en los correos electrónicos de los vecinos y en los medios de comunicación, para 2019 la inversión educativa de CABA habrá caído, desde 2013, un 14 por ciento. Al mismo tiempo, se prevé un aumento del 34% de los impuestos municipales. Si se va a destinar menos dinero a las escuelas de los chicos porteños y a la formación de sus maestros, y al mismo tiempo se va a aumentar el ABL, ¿no sería la UniCABA en realidad un gasto de más para los vecinos, ya golpeados por la crisis económica? Sí. Mientras Diego Marías y el oficialismo mienten, la Ciudad es cada vez más cara para quienes vivimos en ella. E incluso se crean instituciones que duplican estructuras ya existentes.

Dice Marías que el artículo 30 promueve "ciclos de complementación curricular, convenios de cooperación para alumnos y docentes, investigación y prácticas educativas". Tal vez desconoce el legislador el funcionamiento del Estado y del sistema educativo que gobierna su partido, porque esas políticas pueden realizarse sobre los actuales Institutos de Formación Docente. De hecho, ya existen convenios de complementación con universidades nacionales y algunos IFD destinan las magras horas institucionales que aprueba el Ministerio para la investigación. Marías vuelve a mentir, y allí reside la desconfianza que hemos tenido las y los docentes, las y los alumnos de los profesorados. El Gobierno porteño, cuando trató el tema UniCABA en los medios, solo se dedicó a mentirles a los vecinos.

Quienes trabajamos diariamente en los profesorados tenemos una rutina de trabajo que consiste en pensar cómo enseñar mejor. Para ello hay prácticas en las escuelas desde los primeros años de la carrera. Allí, elaboramos con nuestros estudiantes, cuidadosamente, con una dedicación absolutamente artesanal, clases para los hijos de los porteños que confiaron en la escuela pública. Esa tarea demanda concentración, esfuerzo, reflexión crítica y, fundamentalmente, cariño. Así ha construido Argentina una escuela pública modelo en América Latina. Con profesionalismo y amor por la tarea.

El conflicto por la UniCABA nos llevó a defender esas escuelas, estas instituciones centenarias que han formado a generaciones de maestras y profesores, que seguramente se demoraron en enseñarle a leer y escribir a usted, que lee estas líneas. Pero esta discusión nos sacó de nuestra labor cotidiana, tan necesitada de tiempos y paciencia, como la que le tuvieron sus maestras al lector, para salir a defender nuestros profesorados de los desmanejos y las agresiones de un gobierno que no sabe cómo llevar adelante una reforma educativa. Después de tanta mentira y tanta chicana vertida en los medios por el oficialismo no nos queda más que desconfiar de él.

No estamos habituados, los docentes, a hablar por los medios de comunicación. El Gobierno sí, y durante el conflicto por la UniCABA fue la única forma que tuvieron para comunicarse con nosotros, con nuestros alumnos. Tuvimos que ensayar, reinventándonos una vez más, discursos adaptados a los tiempos de la radio, imágenes para la televisión, caracteres limitados para los medios impresos, mensajes cortos para las redes sociales. Todo eso para lo que Larreta gasta fortunas lo hemos ensayado con nuestros alumnos en este tiempo.

No queremos tener que marchar para defender la escuela pública de su destrucción por parte de políticos sin ideas, no tenemos tiempo ni energía para desmentir por los medios a legisladores que quieren engañar a los vecinos. Queremos estar en el aula, enseñando, construyendo ciudadanía, respeto, valores democráticos. Acomodando guardapolvos blancos. Los docentes queremos enseñar. Los estudiantes de los profesorados quieren aprender a enseñar en las instituciones prestigiosas, exigentes e innovadoras, que eligieron para hacerlo.

El autor es profesor y magíster en Historia en secundaria y formación docente de la Ciudad de Buenos Aires y autor del blog fuelapluma.com.