Qué es la dishidrosis, cuáles son los síntomas y cómo se cura

Se trata de un padecimiento que afecta principalmente la piel de las manos y los pies con la aparición de ampollas

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Si lo síntomas empeoran, lo mejor es acudir al médico (Infobae)
Si lo síntomas empeoran, lo mejor es acudir al médico (Infobae)

La dishidrosis es una afección de la piel que provoca la formación de pequeñas ampollas llenas de líquido en las palmas de las manos y los lados de los dedos, según explica Mayo Clinic, una organización sin fines de lucro especializada en salud.

Las ampollas que se producen duran alrededor de tres semanas y causan una picazón intensa. Luego de que las ampollas se secan, la piel puede parecer escamosa.

Posteriormente, las ampollas suelen reaparecer, a veces antes de que la piel se recupere completamente de las lesiones anteriores.

El tratamiento más frecuentemente incluye cremas o ungüentos que se frotan sobre la piel afectada. En casos graves, el médico puede recomendar pastillas de corticosteroides, como prednisona, o inyecciones.

Síntomas de la dishidrosis

Como mencionamos al principio, el principal síntoma de la dishidrosis son las ampollas que se producen en las palmas de las manos y en los lados de los dedos. Sin embargo, en algunas ocasiones suelen aparecer en la plantas de los pies.

Estas ampollas suelen ser pequeñas y se agrupan en racimos, con una apariencia similar a la de la tapioca.

En casos más graves, las ampollas pequeñas pueden fusionarse para formar ampollas más grandes.

La piel afectada por la dishidrosis puede ser dolorosa y causar mucha comezón.

Las ampollas se secan y se desprenden en aproximadamente tres semanas.

Es importante mencionar que la dishidrosis tiende a reaparecer periódicamente durante meses o años.

Si tienes una erupción en las manos o los pies que no desaparece por sí sola, consulta con el médico.

Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Christin Klose/dpa)
Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Christin Klose/dpa)

Factores de riesgo

Los factores de riesgo para la dishidrosis incluyen los siguientes:

Estrés: La dishidrosis parece ser más común durante los momentos de estrés emocional o físico.

Exposición a ciertos metales: Estos incluyen el cobalto y el níquel, generalmente en un entorno industrial.

Piel sensible: Las personas a las que les aparece un sarpullido después del contacto con ciertos irritantes son más propensas a tener dishidrosis.

Dermatitis atópica: Algunas personas con dermatitis atópica pueden padecer dermatosis eccematosa.

Diagnóstico

En la mayoría de los casos, el médico puede diagnosticar la dishidrosis sobre la base de un examen físico.

Ninguna prueba de laboratorio puede confirmar específicamente un diagnóstico de dishidrosis, pero el médico puede sugerir pruebas para descartar otros problemas de la piel que presentan síntomas similares.

Por ejemplo, se puede examinar un raspado de la piel para determinar el tipo de hongo que causa el pie de atleta.

Las alergias y sensibilidades de la piel se pueden revelar exponiendo parches de la piel a diversas sustancias.

Cada enfermedad tiene uno o varios tratamientos que seguir para combatirla (Shutterstock)
Cada enfermedad tiene uno o varios tratamientos que seguir para combatirla (Shutterstock)

Tratamiento

Según la intensidad de tus signos y síntomas, las opciones de tratamiento pueden incluir:

Corticoesteroides: Las cremas y los ungüentos con contenido elevado de corticoesteroides pueden ayudar a acelerar la desaparición de las ampollas. Envolver la zona tratada con papel film plástico puede mejorar la absorción. También pueden aplicarse compresas húmedas después del corticoesteroide para mejorar la absorción del medicamento. En casos graves, el médico puede recetar corticoesteroides en comprimidos, como la prednisona. El uso de esteroides a largo plazo puede provocar efectos secundarios graves.

Fototerapia: Si otros tratamientos no resultan eficaces, el médico puede recomendar una clase especial de fototerapia (terapia de luz) que combina exposición a la luz ultravioleta con medicamentos que ayudan a volver la piel más receptiva a los efectos de ese tipo de luz.

Ungüentos con agentes inmunosupresores: Medicamentos como el tacrolimus y el pimecrolimus pueden ser útiles para personas que desean limitar su exposición a los esteroides. Un efecto secundario de estos medicamentos es un mayor riesgo de padecer infecciones de la piel.

Inyecciones de toxina botulínica: Algunos médicos pueden considerar recomendar inyecciones de toxina botulínica para tratar casos graves de dishidrosis o eccema dishidrótico.