El uso prolongado de Ozempic, un agonista del receptor GLP-1, se ha convertido en un recurso eficaz para el manejo de la diabetes tipo 2 y la obesidad; sin embargo, los expertos coinciden en que su eficacia debe integrarse con una estrategia de estilo de vida más amplia para asegurar resultados sostenibles y seguros.
Uno de los pilares del enfoque recomendado es preservar la masa muscular magra, pues según la Dra. JoAnn Manson, muchos pacientes pierden tejido muscular junto con grasa, lo cual puede comprometer el metabolismo y la funcionalidad física.
Para contrarrestar esto, se sugiere consumir 20–30 g de proteína al inicio de cada comida, totalizando entre 1.0 y 1.5 g de proteína por kilogramo de peso corporal diario en personas moderadamente activas.
Además, se recomienda realizar 2 a 3 sesiones semanales de entrenamiento de fuerza, acompañado de 150 minutos semanales de actividad física moderada, como caminar o andar en bicicleta.
Alimentación balanceada
En cuanto a la nutrición, los expertos alertan sobre el riesgo de déficits nutricionales y desnutrición en quienes llevan una dieta estricta o reducen demasiado el apetito. Por ello, proponen un enfoque nutricional equilibrado: comidas pequeñas, refrigerios nutritivos (frutas, yogur, nueces), carbohidratos de digestión lenta (avena, batata), y grasas saludables como aguacate u aceite de oliva.
También se enfatiza la hidratación adecuada, incluyendo alimentos ricos en agua y entre 8 y 12 tazas de agua diaria.
Los efectos secundarios gastrointestinales —náuseas, acidez, estreñimiento— son frecuentes, especialmente al inicio del tratamiento.
Para minimizarlos, los expertos sugieren evitar alimentos grasosos o irritantes, optar por tostadas o cereales integrales para las náuseas, cenar porciones pequeñas, no recostarse tras comer y aumentar la ingesta de fibra mediante avena, frutas, verduras y suplementos si es necesario.
Desde el punto de vista clínico, aunque no hay un límite de tiempo establecido para el uso de Ozempic, varios especialistas —como el Dr. Stanford y Jena Shaw Tronieri— coinciden en que puede mantenerse indefinidamente siempre que se obtenga beneficio y no existan efectos adversos importantes.
No obstante, se mantiene una advertencia de recuadro negro (boxed warning) sobre la posible asociación teórica con tumores de células C en la tiroides, detectados en estudios animales, aunque aún no en humanos.
Efectos a largo plazo
Entre los posibles efectos adversos a largo plazo, se mencionan: pancreatitis, problemas renales, agrandamiento de vesícula, hipoglucemia, y alteraciones visuales como retinopatía o degeneración macular neovascular.
También se han informado efectos poco comunes como alopecia (pérdida de cabello) o sequedad bucal (“Ozempic mouth”).
Aun así, un meta-análisis con casi 58 mil participantes confirmó que el perfil de seguridad general es favorable, sin incremento significativo de eventos adversos.
Por esto, los expertos avalan el uso continuo de Ozempic como tratamiento efectivo, siempre que se complemente con nutrición adecuada, ejercicio físico, hidratación, y monitoreo médico constante para mitigar efectos secundarios y lograr resultados sostenibles.