México pisa el acelerador para construir vehículos eléctricos y de hidrógeno con precios económicos

El mercado mexicano de autos eléctricos, en 2025, se caracteriza por la presencia de marcas asiáticas

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El Plan México contempla la
El Plan México contempla la producción de vehículos amigables con el medio ambiente. FOTO: X Marcelo Ebrard

El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, presumió en redes sociales el primer vehículo fabricado en nuestro país que funciona a base de hidrógeno, lo que lo convierte en una opción amigable con el medio ambiente.

“Probando el primer vehículo mexicano a base de hidrógeno desarrollado por el Dr Omar Solorza Feria y sus alumnos en el CINVESTAV ( IPN) Me acompañó el Dr David Kershenobich ,Secretario de Salud.Lanzamos hoy convocatoria a Premio de Innovación 2025 de SE e IMPI”, señaló Ebrard Casaubón.

Además, el Proyecto Olinia, una iniciativa de la administración de Claudia Sheinbaum, ha generado expectativas al anunciar la llegada de autos eléctricos con precios que oscilarán entre 90 mil y $150 mil pesos, una cifra que representa una reducción respecto a los modelos eléctricos actualmente disponibles en México para 2025.

La propuesta busca transformar el acceso a la movilidad eléctrica en el país, con vehículos eléctricos adaptados a diferentes necesidades: desde modelos individuales hasta opciones para uso vecinal y de entregas.

Esta diversificación apunta a cubrir segmentos del mercado que hasta ahora han permanecido desatendidos por la oferta actual.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, señaló que su gobierno apoyará la construcción de Olinia, primer carro eléctrico mexicano Crédito: (@ SENER_mx /X)

Cuál es el precio promedio de un auto eléctrico en México

El mercado mexicano de autos eléctricos, en 2025, se caracteriza por la presencia de marcas chinas como JAC, BYD y SEV, junto a fabricantes occidentales como Renault y MG, y firmas premium como Tesla, BMW y Hyundai.

El precio de entrada para un auto eléctrico en México se sitúa en $299,300 pesos (SEV E Wan Cross), mientras que los modelos de lujo superan el umbral de 1,500,000 pesos.

(X/@SEDEMA_CDMX)
(X/@SEDEMA_CDMX)

Esta diferencia de precios evidencia la brecha que el Proyecto Olinia pretende cerrar, al ofrecer vehículos eléctricos a menos de la mitad del costo del modelo más accesible en el mercado.

La reacción de los expertos ante los precios anunciados para Olinia ha sido de escepticismo. Señalan que para alcanzar estos niveles de precio, la producción debe operar con costos sumamente bajos, un reto considerable en la industria automotriz.

Un análisis detallado de los autos eléctricos más económicos en México revela que el SEV E Wan Cross (SUV) parte de 299,300 pesos y ofrece una autonomía de 300 kilómetros.

El JAC E10X (hatchback) inicia en $357,000 pesos y alcanza 360 kilómetros en modo eco drive. El Renault Kwid E-Tech (hatchback) se comercializa desde $375,000 pesos con una autonomía de 298 kilómetros.

El BYD Dolphin Mini (hatchback) tiene un precio base de $398,800 pesos, mientras que el MG4 (hatchback) comienza en $459,900 pesos y promete 520 kilómetros de autonomía.

Ninguno de estos modelos coincide con las especificaciones anticipadas para Olinia, que en su fase inicial se enfocará en biplazas y vehículos de carga, segmentos poco explorados por la competencia.

La posibilidad de materializar los precios anunciados dependerá de la eficiencia que logre el gobierno mexicano en la producción de estos vehículos. La apuesta por la manufactura nacional y la optimización de procesos será determinante para que el proyecto cumpla sus objetivos de accesibilidad.

Una de las características más innovadoras del Olinia radica en su sistema de carga de batería.

A diferencia de otros vehículos eléctricos en el mercado, el Olinia podrá conectarse directamente a cualquier enchufe estándar presente en los hogares mexicanos.

Esta funcionalidad elimina la necesidad de instalaciones especiales o la dependencia exclusiva de estaciones de carga dedicadas, lo que simplifica de manera significativa la experiencia de uso para los consumidores.

La facilidad de carga se convierte en un argumento clave para la adopción masiva del vehículo eléctrico, al reducir barreras técnicas y económicas para los usuarios.