"¿Vos querés que siga liberando fondos así llegás al 2019 tranquilo? Entonces dejate de joder con el PJ alternativo ya que la mayoría de los líderes globales que pasaron por Buenos Aires están más cerca de figuras de la talla de Massa o Urtubey -quienes tienen claro el camino a seguir- que de vos y tus constantes dudas", le dijo Christine Lagarde al presidente Macri en el marco del G20. A medida que transcurría la charla fue aún más al hueso: "Mirá, Mauricio, yo estoy informada de todo lo que pasa en este país al instante porque lo tengo a Dujovne mandándome planillas de Excel para justificar los desembolsos que necesitan para sobrevivir. Así que seamos claros. Luego de la reunión que mi equipo tuvo semanas atrás con Massa y sus asesores, hubo un quiebre en la relación. Volvieron tan asombrados con la claridad con que Sergio ve el futuro, esa idea de renegociar los 57 mil millones y empezar de cero, que le quieren poner una ficha a toda costa".
Apenas terminó la conversación con la titular del FMI, el presidente convocó a una reunión de urgencia en medio de la umbre, aunque antes escribió en el rotafolio ubicado en el centro de la sala la palabra "RESTART". Una vez reunidos los ministros, les explicó la gravedad de la situación y los instó a sacar ese gen peronista que todos llevamos dentro. "Con esto tampoco pretendo que se pongan a cantar la marcha, pero sí me gustaría que antes de tomar una decisión piensen cómo lo haría un intendente del Conurbano". Marcos Peña fue un paso más allá y los instruyó a que arrancaran de manera inmediata a inaugurar obras que nunca se van a hacer. "Estos meses de ausencia de la escena pública me hicieron entender que lo importante para la gente es el bolsillo. Uno se emociona pensando en el país del futuro y ellos prefieren el escándalo de Sol Pérez en el Bailando". Antes de ser interrumpido, quiso redondear el concepto: "¿Maluma viene a la Argentina? Armen ya mismo un recital gratuito en Plaza de Mayo y cobren el choripan a mitad de precio".
La que tomó nota es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien tuvo una semana atípica: por un lado le explotó la fallida final entre River y Boca en la cara, por el otro la Justicia reconoció que lo de Maldonado fue una burda operación del kirchnerismo y para coronar, tomó nota de las cámaras infrarrojas, los detectores laser, radares para ataques aéreos y distintos avances de la tecnología militar para preservar la seguridad de los 20 líderes en su paso por la Ciudad. "Me quedé muy angustiada, teniendo en cuenta que para contener a los energúmenos que aparecen cada diciembre tengo un escarbadiente en una mano y un hisopo en la otra". El Jefe de Gabinete la interrumpió para que la cosa no decaiga. "Gracias Pato, pero el mundo está virando hacia un peronismo trumpiano: o sea, hay que decirle a la gente lo que quiere escuchar y después no hacer nada". Los ministros alucinaron en colores al escuchar al más purista de los puristas del PRO, virar el discurso. "¿Vieron que en el rotafolio dice RESTART? Ahí está la posta. No perder más tiempo en ideas innovadoras que no las entiende nadie y darle al argentino lo que se merece: cumbia, asado y vino tinto. Con eso ganamos las elecciones seguro".
En esa línea de pensamiento, el ministro con más poder en este momento confesó que "un poco de mano dura como la que ponía Guillermo Moreno no viene mal. Si los supermercados tienen precios internacionales es por la falta de sensibilidad de los empresarios que especulan con la suba del dólar y, cuando éste se estabiliza, no bajan los precios aunque se desplomen las ventas. Es un sistema perverso en el cual nosotros pecamos de inocentes, ellos de vivos y la gente no llega a fin de mes. Yo me plantaría como pasó con los gobernadores, porque estos tipos son hijos del rigor". Macri no pudo estar más de acuerdo, aunque le duró un suspiro, ya que un desconocido Dujovne lo frenó en seco. "De ninguna manera. El control de precios no está en sintonía con el acuerdo que firmamos con el FMI. Por el contrario, vamos a liberar todo aunque se dispare por las nubes ya que…". No pudo terminar la frase, que Marcos Peña lo interrumpió para aclarar los tantos. "Nicolás, el RESTART que escribió Mauricio quiere decir barajar y dar de nuevo. Si la estrategia era asfixiar a los que menos tienen hasta que dijeran basta, ahora tenemos que revolear cajas con pan dulce, sidra, turrón de alicante, pasas de uva y maní garrapiñado para las fiestas".
Luego de escuchar atentamente a todos, el Presidente decidió tomar la palabra. "A ver si entendemos. RESTART significa REINICIAR, no quiere decir que nos transformemos en un partido que elige la fácil y se pone a repartir planes con tal de que las organizaciones sociales y los sindicatos no le incendien el país". Horacio Rodríguez Larreta lo interrumpe. "Disculpame Mauricio, pero eso es justamente lo que estás haciendo y si seguimos por ese camino nos estrellamos contra un Scania de frente". Molesto por el retruco, le pidió una propuesta concreta. "Tenemos que repetir la fórmula de la Ciudad en donde ganamos tres elecciones. Esto es, hacer obras que le cambien la vida a la gente. Reconozco que en muchos casos pavimentamos la misma avenida catorce veces, tenemos más túneles bajo las vías del tren que trenes y vendemos el Metrobus como si llegara la NASA. Pero por algo nos eligen de vuelta". El presidente concuerda, entonces el Jefe de Gobierno de la Ciudad continúa. "En concreto, lo que haría es techar la Capital así los días de lluvia la gente no se moja. El primer Boca-River se hubiera jugado, por ejemplo". El Jefe de Gabinete le sale al cruce. "Brillante Horacio, pero dejémoslo para más adelante".
Mientras los ministros se quedaron debatiendo los pasos a seguir para evitar esa fascinación que demostraron los 20 presidentes más importantes del mundo con la renovación del PJ, Macri se alejó unos metros con el fin de reflexionar. En soledad, recordó la premonitoria reunión que mantuvo a principios de año con Bono en uno de los pasillos del Foro de Davos, cuando el líder de la banda irlandesa le recomendó amigarse de manera urgente con el Papa "Haceme caso, Mauricio. En un mundo donde los Grabois, los D'Elía y los Pérsico son una palabra calificada, Francisco es el enviado de Perón a la tierra". María Eugenia Vidal se le acercó y le preguntó si necesitaba algo, a lo cual el presidente le respondió: "Un paracetamol y un pasaje a Suiza. Creo que asumí en el país equivocado".