Al menos nueve tornados azotaron el norte de Texas causando severos daños el fin de semana

El norte de Texas vivió un fin de semana de Pascua marcado por la devastación, con al menos nueve tornados confirmados que tocaron tierra el sábado 19 de abril, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés).

Las tormentas, que variaron en intensidad desde EF-0 hasta EF-2 en la escala Fujita mejorada, dejaron a su paso viviendas dañadas, comunidades afectadas y un esfuerzo colectivo de recuperación en marcha.

De acuerdo con el NWS, los tornados se registraron en varios condados de la región. En el condado de Jack, se confirmaron tres tornados: dos de categoría EF-0, ubicados al sureste y noreste de Jacksboro, respectivamente, y uno de categoría EF-1 al oeste de Cundiff.

En el condado de Parker, se identificaron cuatro tornados: uno EF-0 al suroeste de Weatherford, dos EF-1 al noroeste de Weatherford y al sureste de Millsap, y otro cuya categoría aún no ha sido determinada, cerca de Adell.

En el condado de Erath, un tornado EF-1 impactó al suroeste de Johnsonville, mientras que el tornado más severo, de categoría EF-2, se registró en el condado de Hood, cerca de Tolar.

El impacto de los tornados fue evidente en las comunidades afectadas. En el condado de Hood, una vivienda ubicada cerca de Loftin Road sufrió daños significativos, con escombros esparcidos por toda la propiedad. En el condado de Parker, el techo de una casa fue arrancado por completo y terminó bloqueando la entrada de otra vivienda cercana, dejando a los residentes sin posibilidad de mover su vehículo atrapado en el garaje.

Chas Hudecki, residente de Tolar, relató cómo vivió la tormenta que azotó la zona alrededor de las 21:30 horas (hora local). Según explicó al medio CBS News, su familia se refugió rápidamente en un espacio seguro junto con sus dos perros.

“Todo ocurrió en menos de diez minutos”, afirmó. Tras la tormenta, Hudecki salió a verificar el estado de sus vecinos y encontró la vivienda dañada en Loftin Road. “Es devastador verlo a la luz del día. Anoche parecía malo, pero hoy es aún más impactante”, comentó.

Hudecki también destacó la importancia de actuar con rapidez ante las advertencias meteorológicas. “Cuando recibes una alerta para buscar refugio, debes hacerlo de inmediato. Los tornados no te dan tiempo para prepararte, como ocurre con los huracanes”, señaló.

Por su parte, Ann-Marie Shallcross, otra residente de la zona, describió los daños en su comunidad como sorprendentes. “Es como si algo hubiera arrancado un mordisco al techo. Todavía estoy en shock mientras camino y observo todo”, expresó.

El Domingo de Pascua, muchos residentes dedicaron su tiempo a limpiar los escombros dejados por los tornados. Según CBS News, no se han reportado heridos hasta el momento, lo que ha sido un alivio para las comunidades afectadas. Hudecki destacó el apoyo mutuo entre los vecinos durante este difícil momento. “Es trágico, pero es increíble ver cómo todos nos unimos para ayudar a las familias afectadas”, afirmó.

Además de los tornados, las tormentas provocaron inundaciones repentinas en áreas del noroeste de Texas, particularmente en los condados de Jack y Montague. Estas inundaciones llevaron a rescates acuáticos y a reportes de agua ingresando en viviendas, lo que añadió otra capa de desafíos para los residentes de la región.

El Servicio Meteorológico Nacional continúa evaluando los daños en las áreas afectadas y no descarta la posibilidad de confirmar más tornados próximamente. Este proceso es crucial para determinar la magnitud total del impacto y para orientar los esfuerzos de recuperación.

Ahora, las comunidades del norte de Texas enfrentan el arduo trabajo de reconstrucción, con la esperanza de superar los estragos causados por este evento meteorológico.