El increíble hotel de Oporto que es el más romántico del mundo, según ‘National Geographic’: se ubica en una mansión de 1904

Este alojamiento brinda una experiencia única en sus salones y habitaciones y permite descubrir una de las ciudades más bonitas de Europa

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Palacete Severo, en Oporto (Web
Palacete Severo, en Oporto (Web del hotel).

La búsqueda del destino perfecto para una escapada romántica no tiene por qué limitarse al calendario ni esperar a que llegue el 14 de febrero. El amor es atemporal y cada estación brinda la oportunidad de descubrir rincones especiales en Europa, lejos de las rutinas y el bullicio cotidiano. Entre esos lugares que parecen diseñados para el reencuentro y la intimidad brilla con fuerza Oporto, la capital del norte de Portugal, cuya atmósfera mezcla decadencia, arte y modernidad a orillas del Duero.

Sin embargo, para muchos viajeros, elegir dónde alojarse en la vibrante “Ciudad Invicta” puede resultar una tarea tan ardua como fascinante. La oferta es variada y exuberante, pero un nombre ha logrado posicionarse en lo más alto del romanticismo europeo gracias al prestigioso sello de National Geographic. La marca galardonó en sus Hotel Awards 2025 al Palacete Severo como líder insuperable en la categoría de “refugios románticos”. Este alojamiento, ubicado a poca distancia del centro histórico de Oporto, reclama atención no solo por su ubicación privilegiada, sino también por el hechizo que destila desde su primera impresión. El hotel ocupa una mansión centenaria levantada en 1904, perfectamente restaurada para fusionar el encanto del pasado con las comodidades del presente.

Los muros de tonos amarillos, camuflados entre majestuosos castaños, dibujan una silueta bucólica que parece sacada de un cuadro impresionista más que de una metrópoli moderna. “Un edificio con historia que respeta su pasado y celebra una nueva vida”, proclama la filosofía del propio alojamiento. Y es que cada rincón del Palacete Severo ha sido concebido para mantener intacto ese pasado de elegancia y sofisticación, sin renunciar a la modernidad y el confort.

Un hotel para los sentidos: arte, gastronomía y bienestar

Palacete Severo, en Oporto (Web
Palacete Severo, en Oporto (Web del hotel).

Entrar en el Palacete Severo significa adentrarse en una auténtica exposición artística. Sus propietarios, vinculados a una galería de arte en París, han impregnado el espacio con pinturas, esculturas y detalles decorativos de gran calidad. Las suites y las zonas comunes revelan una personalidad propia, haciendo del arte y la sensibilidad estética el hilo conductor que acompaña a cada huésped durante su estancia.

La experiencia romántica se amplía con dos sofisticados restaurantes donde degustar las especialidades portuguesas y europeas en ambientes íntimos y cuidados. Para quienes buscan desconexión y placer después de recorrer la ciudad, el hotel presume de un magnífico spa que invita a la relajación total. La joya exterior es su piscina al aire libre, perfecta para disfrutar en los días cálidos y convertir cualquier escapada veraniega en un recuerdo imborrable.

Pero esto no se queda aquí, pues la oferta de lujo y exclusividad tiene su reflejo en el precio: reservar una noche en una de las espectaculares habitaciones del Palacete Severo ronda los 325 euros para dos personas. No es una cifra al alcance de todos los bolsillos, pero el sello de calidad y la excelencia del servicio lo convierten en una elección excepcional para parejas que celebran un aniversario, una luna de miel o, simplemente, desean regalarse una noche inolvidable.

El impresionante palacio barroco que es uno de los más bonitos de Portugal.

Qué ver en Oporto

El Palacete Severo se convierte en un espacio ideal para descubrir una de las ciudades más bonitas de Europa. Oporto sorprende al viajero con su mezcla única de tradición y modernidad, desplegando panorámicas de tejados rojizos y fachadas coloridas junto al río Duero. Recorrer la ciudad comienza por la Ribeira, el barrio más emblemático, cuyas calles empedradas y edificios históricos invitan a perderse entre cafés, bodegas y terrazas animadas. No puede faltar la visita a la imponente estación de São Bento, famosa por sus azulejos que narran episodios de la historia portuguesa, ni al puente de Don Luis I, desde donde se disfruta de una de las mejores vistas de la ciudad y de la vecina Vila Nova de Gaia.

Junto a su patrimonio arquitectónico, Oporto seduce con espacios como la librería Lello, considerada una de las más bellas del mundo, la majestuosa catedral de la Sé y la iglesia de los Clérigos, cuya torre permite admirar toda la urbe a vista de pájaro. Las bodegas de vino de Oporto, situadas en la otra orilla, ofrecen catas y permiten descubrir la esencia enológica de la región. Todo ello envuelto en una atmósfera acogedora y vital, que convierte cada paseo en una experiencia donde pasado y presente se encuentran en cada esquina.