'La mujer dormida', de Laura Alvea, eriza la piel cuando entiendes el horror que no se ve

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Alicia G. Arribas

Madrid, 27 may (EFE).- Laura Alvea ama el género desde niña, cuando veía con su madre películas 'inapropiadas', como 'El resplandor' o 'Psicosis'; sin querer (o queriéndolo mucho), hoy es una de las pocas directoras que hacen cine de terror, sobre todo, psicológico, porque esos terrores son "los que se acercan" más a sus miedos.

"Eso, sumado a la verdad", confiesa la sevillana en una entrevista con EFE con motivo del estreno de su segundo largometraje de terror, 'La mujer dormida', que llega a las salas este viernes, protagonizada por Javier Rey, Almudena Amor y Amanda Goldsmith.

"Me doy cuenta de que, cuanto más parto de la realidad y de personajes que parezcan muy naturales y con una vida muy normal, más me impacta cuando después llegan momentos sobrenaturales, porque a mí, como espectadora, me hace más fácil empatizar e identificarme, y a partir de ahí, todo lo que le pase al personaje por muy sobrenatural que sea, ya ha conseguido que yo sienta que me está pasando a mí", afirma Alvea.

Esto se ve claramente en 'La mujer dormida'. Con guion de Daniel González, Miguel Ibáñez Monroy y Marta Armengol y en el que también ha colaborado la propia directora, la película está ambientada en una preciosa casona en una isla (¿Lanzarote?) donde una auxiliar de enfermería ha sido contratada para cuidar de una mujer joven que permanece en estado vegetativo, como dormida, tras un accidente.

El marido, Agustín (Rey), vive dedicado en cuerpo y alma a su esposa postrada, Sara (Goldsmith), y no deja que nadie más la cuide, pero ahora se disputa su custodia con la suegra y necesita demostrar que hay una profesional al cargo. La madre (Pino Montesdeoca) insiste en que su hija está mejor con ella, pero el marido se niega en redondo. Gracias a que Ana (Amor) declara a su favor, Sara queda a cargo de Agustín.

"Hay temas profundos y actuales de los que hay que hablar, y usar el género para ello permite que se cueza a fuego lento. En el fondo hay cosas reales que pasan y dan mucho más miedo que cualquier elemento sobrenatural. Y hay muchos temas duros e importantes que se pueden tratar de muchas formas diferentes", advierte la directora.

Así, 'La mujer dormida' guarda muchos asuntos en su interior, y no siempre el horror que se ve es el que da más miedo. "Con los actores trabajamos así, sin pensar que es una historia de terror sino lo que surja", ya sea una historia romántica, de amor maternal o de pura sororidad.

Si ya en su primer filme, 'Ánimas' (2018), Alvea dejó su impronta de más de veinte años de experiencia trabajando de directora de casting y asistente de directores como Alberto Rodríguez, Paco León o Manuel Martín Cuenca, en este segundo la sevillana está convencida de que hay 'retazos' de todos ellos.

 "De todos los directores con los que he trabajado he aprendido algo, hasta lo que no hay que hacer", comenta la realizadora, embarcada ahora en la segunda temporada de la serie 'La chica de nieve'.

Sonríe ante la implosión en Cannes de directoras como Coralie Fargeat, con su terrorífica 'La sustancia' impactando a un certamen que ya premió con la Palma de Oro a otra mujer atrevida en el fantástico como Julia Ducourneau y su 'Titane' (2021), aunque fue la anterior película de la francesa la que más impacto a Alvea: 'Crudo' (2016)

Y se ríe abiertamente cuando piensa en los cuentos que arroparon los sueños de tantos niños. "¿Hay algo más terrorífico que alguien te meta en un horno o que pueda engordarte para comerte, o que un lobo mate a tu abuela? Pues hablamos de 'Hansel y Gretel' y de 'Caperucita roja'".

Antes de ir a ver 'La mujer dormida', un detalle: cada una de las escapadas de Ana mientras ella cree que camina sonámbula "tienen un significado".

"Hay escenas que parecen tener una lectura terrible muy clara, pero no... Ana despierta cuando menos lo espera", aporta Alvea como pista. EFE

aga/jdm

(Recursos de archivo en www.lafototeca.com cód 21820690, 21821020 y otros)

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