Cómo hacer buñuelos colombianos, una receta crujiente y rellena de queso para innovar esta Navidad

Tradicionalmente, estas bolitas se preparan con almidón de yuca y queso costeño, un queso blanco colombiano con un delicioso sabor salado

Receta de buñuelos colombianos (Adobe Stock)

Crujientes por fuera, suaves por dentro y con el inconfundible sabor salado del queso costeño. Los buñuelos de queso son un bocado clásico en la Navidad colombiana, aunque su popularidad abarca todo el calendario. Estas doradas esferas acompañan desayunos, meriendas y cenas, y sirven también como el aperitivo perfecto para dar inicio a una comida familiar o entre amigos.

Esta receta forma parte de la gastronomía tradicional colombiana, gran desconocida para un gran número de españoles. Más allá de las arepas y las empanadas, los dos productos más populares de esta cultura, existen otros muchos platos muy interesantes como son estos buñuelos, que se convierten en la excusa perfecta para probar otros sabores y atreverse con nuevas recetas.

Tradicionalmente, estas bolitas se preparan con almidón de yuca y queso costeño, un queso blanco colombiano con un sabor salado y una textura más dura que la de un queso fresco habitual. Son productos que podemos encontrar en tiendas de alimentación latinas, o sustituir, en el caso del queso, por productos similares como el queso feta, por ejemplo.

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Receta de buñuelos colombianos

La preparación clásica de los buñuelos colombianos consiste en mezclar queso rallado, almidón de yuca, huevo y leche, formando una masa elástica que se fríe hasta obtener una superficie dorada y crujiente. El uso del queso costeño —salado y firme— otorga autenticidad y potencia el sabor. El resultado son bolitas uniformes, con un interior esponjoso y un exterior crujiente. La técnica de fritura a temperatura precisa es esencial para evitar que se revienten y asegurar una cocción perfecta.

Tiempo de preparación

  • Preparación de ingredientes y amasado: 20 minutos
  • Formación de bolitas: 10 minutos
  • Fritura: 10 minutos

Tiempo total aproximado: 40 minutos

Ingredientes

  • 500 g de queso costeño rallado (mitad queso costeño y mitad queso fresco si el costeño es muy salado)
  • 250 g de almidón de yuca (fécula o tapioca)
  • 1 huevo grande
  • 2 cucharadas de azúcar (opcional)
  • 1/2 cucharadita de polvo de hornear
  • 2-4 cucharadas de leche (ajustar según textura)
  • Aceite vegetal para freír (cantidad suficiente para inmersión)

Cómo hacer buñuelos colombianos, paso a paso

  1. Mezcla el almidón de yuca, el polvo de hornear y el azúcar en un bol grande.
  2. Incorpora el queso rallado y mezcla completamente.
  3. Añade el huevo y mezcla hasta que la masa comience a integrarse.
  4. Agrega la leche poco a poco, amasando hasta conseguir una masa homogénea, suave y que no se pegue a las manos.
  5. Forma bolitas uniformes de unos tres centímetros de diámetro, cuidando que no tengan grietas para evitar que revienten en el aceite.
  6. Calienta suficiente aceite vegetal en una olla profunda, a una temperatura media de 160-170 °C. Un truco: la bolita de masa debe subir lentamente a la superficie y dorarse sin reventar.
  7. Introduce las bolitas en el aceite, sin amontonarlas, y fríe durante cinco a siete minutos, moviendo ocasionalmente para que se doren de forma pareja.
  8. Retira los buñuelos dorados y colócalos sobre papel absorbente antes de servir.

¿Cuántas porciones rinde esta receta?

Esta receta rinde aproximadamente 20 buñuelos medianos.

¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?

  • Calorías: 120-140 kcal por buñuelo mediano
  • Grasas: 6-7 g (en su mayoría por la fritura y el queso)
  • Carbohidratos: 10-12 g
  • Proteína: 4-5 g
  • Sodio: Moderado a alto (por el queso costeño)

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?

Los buñuelos se conservan en buen estado hasta 24 horas a temperatura ambiente en un recipiente hermético. Se recomienda consumirlos el mismo día para mantener su textura crujiente. Si se desea conservar más tiempo, pueden refrigerarse hasta por tres días y recalentarse en horno para recuperar parte de su textura.

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