Qué es el ‘Rexcatering’: un sistema para recuperar y distribuir alimentos sobrantes en los comedores escolares

Estas comidas estarán disponibles mediante una máquina expendedora pública ubicada en la escuela, favoreciendo el acceso inmediato para todo aquel que lo necesite

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Lloret del Mar es el
Lloret del Mar es el segundo municipio que se suma a esta iniciativa social (Fuente: Instagram)

Cada año, el desperdicio de comida alcanza niveles alarmantes en todo el planeta. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que aproximadamente un tercio de la producción global termina desechada, lo que equivale a más de 1.600 millones de toneladas de alimentos perdidos. En el ámbito europeo, el cálculo se sitúa en unos 88 millones de toneladas anuales, mientras que en Cataluña la Agencia de Residuos estima que se desperdician cerca de 262.000 toneladas, es decir, unos 35 kilos por persona al año.

En consecuencia, y con el propósito de combatir este desperdicio de comida, el pasado 10 de septiembre Lloret del Mar se convirtió en el segundo municipio de Cataluña en sumarse a la propuesta Rexcatering. Se trata de un sistema del comedor escolar para no desperdiciar los alimentos cocinados y procurar su distribución.

Las comidas que no se hayan servido en las instalaciones del centro serán conservadas. Mientras que el personal será el encargado del envase, los alumnos se dedicarán de forma colectiva al etiquetado de los alimentos. Esta iniciativa comunitaria cumple con el objetivo de no desperdiciar comida y ayudar a todas las familias que lo necesiten. Además, inicia a los estudiantes en la importancia de tejer redes de solidaridad para con las personas.

Distribución y financiación

La forma de distribución es sencilla. Una vez los alimentos se encuentra debidamente envasados y etiquetados, son dispuestos en una máquina expendedora pública. Este sistema estará disponible en las instalaciones de la escuela, eliminando cualquier posible barrera de acceso y favoreciendo de forma rápida la adquisición de los productos. Así, las familias que lo necesiten, durante el primer año del proyecto, podrán retirar las comidas de forma totalmente gratuita. Más adelante, las raciones excedentarias tendrán un precio de 1 euro por ración.

El proyecto fue una iniciativa de la Fundación Residuo Cero que ya ha instalado en el País Vasco más de cuarenta máquinas públicas. Escuelas, centros de días, residencias y comedores sociales, aprovechan los recursos agroalimentarios del servicio. En lo que respecta a Cataluña, el proyecto se gestiona a través de la plataforma Aprovechamos los alimentos. Asimismo, en el caso de Lloret del Mar, la financiación ha contado con la contribución del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat.

Imagen de la cocina de
Imagen de la cocina de un comedor social. (Asociación Arrabal)

Frente a este panorama, Lloret del Mar ha decidido impulsar una acción concreta que conjuga sostenibilidad, educación y compromiso comunitario. El programa ofrece una alternativa eficaz que, no solo aprovecha mejor los recursos alimentarios disponibles, sino que también refuerza la conciencia social y solidaria entre la población. Además, frente a un contexto social donde las asimetrías sociales y estructurales operan, es importante anteponer el derecho de todas las personas a recibir una alimentación adecuada. Esto es el acceso a una dieta equilibrada, indispensable para hacer de la vida cotidiana un espacio digno.

Los pilares de la economía circular

Ante el derecho de todos a recibir una alimentación de calidad, la economía circular responde a la colaboración social-comunitaria en el reparto de los recursos. El Parlamento Europeo conciencia sobre ello: “La economía circular es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido”.

Pilares de la economía circular
Pilares de la economía circular (Fuente: Instagram)

De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende. Esto presenta una serie de beneficios. En primer lugar, protege el medio ambiente: reduce emisiones, ayuda a preservar los recursos naturales y ahorra en el consumo de energía. Asimismo, reduce la dependencia en las materias primas e incrementa la calidad de vida de las familias, ahorrando dinero. La Unión Europea se ha marcado como meta alcanzar una economía circular y libre de emisiones para el año 2050. En esta línea, en los últimos años ha puesto en marcha diversas políticas destinadas a disminuir la generación de residuos y a promover la fabricación de productos más duraderos y sostenibles.